Miguel Uribe Londoño renunció a su militancia en el Centro Democrático y lanzó pulla a las precandidatas

Luego de haberse dado a conocer la decisión del partido Centro Democrático, de sacarlo del proceso de selección de la candidatura presidencial, Miguel Uribe Londoño decidió renunciar a su militancia en el partido.

“Se equivocan aquellos dirigentes responsables de haber tomado esta injusta y apresurada decisión. Yo sé, habiendo sido miembro fundador de este partido, que esos dirigentes no reflejan el sentimiento de la inmensa mayoría de militantes que hacen vida en el Centro Democrático”, dijo.

Uribe Londoño mencionó que “un partido que tuvo un mártir que luchaba por su doctrina y del que algunos dirigentes no supieron enaltecer su legado ni respetar su memoria, no me permite moralmente seguir militando en sus filas", señaló.

Además aclaró que sí se ha reunido con Abelardo de la Espriella, al igual que con Vicky Dávila, Juan Carlos Pinzón y otros precandidatos.

Pero aseguró que nunca le dijo a De la Espriella que se iba a adherir a su campaña.

De igual manera, aprovechó el momento para decirles unas cuantas cosas a las precandidatas presidenciales María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, entre quienes se elegirá la candidata de la colectividad.

El precandidato se describió como un hombre tranquilo, el cual no tuvo ningún problema durante los tres meses que duró su aspiración presidencial.

Pero hizo énfasis en una petición que realizó sobre el procedimiento que el Centro Democrático realizará para elegir al candidato único.

“Todo lo que pedí fue que se hiciera a través de encuestas con intención de voto. Ojalá tres encuestadoras nacionales. Como a partir de este momento estoy por fuera del Centro Democrático, puedo hablar del tema porque he sido muy cuidadoso en no hacer una discusión pública, porque nos comprometimos a hacerlo en privado”, insistió.

Reiteró que con Gabriel Jaime Vallejo, director del partido, siempre discutió las diferencias que tenían.

“No sé por qué a las precandidatas no les gustan las encuestadoras colombianas. No les dan confianza. Algo así que yo podría interpretar como que las encuestadoras colombianas hacen trampa. No creo que eso sea legítimo; uno no debe pensar de esa manera cuando hay empresas tan serias en el país”, sostuvo.

“Me pregunto: esas tres precandidatas a la presidencia llevan 12 años en el Congreso de Colombia y en las encuestas, escasamente, llegan al uno 1 %. ¿Qué es lo que pasa ahí? ¿Será verdad o mentira? Ya veremos”.

Uribe Londoño hizo énfasis en le que solicitó al partido que fueran encuestadoras colombianas las que eligieran al candidato único a la Presidencia.

Ahora bien, si fueran encuestadoras internacionales no habría inconveniente, pero lo importante es que midieran la intención de voto y no la actividad digital.

“Nunca tuve una encuestadora de bolsillo al lado mío, como alguna otra precandidata”, insistió.

Además, aseguró que sentía mucho si sus exigencias fueron interpretadas de mala manera.