Cali
Fanor Luna, el “pionero de las relaciones públicas” en el Valle, que dedicó su vida al servicio de la región
Este domingo 5 de enero, el recordado periodista y relacionista falleció a los 87 años, rodeado de sus familiares y personas cercanas.
Un caballero, con un sentido del humor insignia de su esencia y uno de los personajes más representativos del periodismo, la comunicación y el relacionamiento público en Cali y el Valle. Ese era Fanor Emiro Luna, quien se dedicó a servir a la Gobernación por cerca de 40 años y hoy termina su viaje a la edad de 87 años, no sin antes dejar una huella imborrable en sus amigos y la sociedad vallecaucana.
Su memoria queda intacta. Era un ser humano noble, obligaba a enderezar la postura para verlo a la cara con su 1,86 de estatura, de un refinado acento y elegancia del vallecaucano “de pura cepa”, Fanor, quien pasó en su juventud por esta casa periodística, contó, en su momento, algunas de sus anécdotas. Hoy las recordamos:
- ¿Qué fue lo que hizo Fanor Luna en el trascurso de su vida para cosechar todo ese amor y respeto que hoy le profesan políticos, empresarios, periodistas y amigos?
“Siempre he creído que es mejor ser útil que importante y a través de mi trayectoria periodística, desde el año 1956 hasta el 2013, no hice sino cumplir con esa filosofía que me impuse, la de ser responsable, estar acorde con el compromiso, ser honesto y sobre todo, amigo de las gentes y servir con entrega y con dedicación todos los compromisos que se me presentaron”, detalló.
- ¿Cómo era hacer periodismo en esa época, en la que no se contaba con las facilidades que se tienen hoy en día?
“En aquella época los periodistas eran empíricos, no existían facultades que enseñaran el periodismo, uno nacía con eso. Hice mi bachillerato en Santa Librada y terminé en julio del 56 (tenía 19 años). A finales de ese mes, gracias a una influencia política que tenía mi padre con los Borrero Olano, propietarios del Diario del Pacífico, ingresé sin siquiera saber escribir en máquina. Todo era difícil o más bien ignorado, no teníamos conocimientos básicos. Inicié mi carrera como ayudante de todas las áreas, de tal suerte que manejé crónica roja, sociales, información general”.
En 1965, el entonces gobernador del Valle Humberto González Narváez lo llamó para trabajar en la oficina de prensa del Palacio de San Francisco, y desde ese momento no salió nunca más de ese edificio de ladrillo que está incrustado en el corazón de Cali, así como quedó él.
¿Cómo lo convenció de dejar la redacción? “Yo cubría la información de Gobernación y Alcaldía para el periódico y me hice amigo, obviamente, de los políticos de la época, gobernadores, alcaldes, diputados, concejales, todos los dirigentes políticos”.
“Me ofrecieron un salario muy tentador en comparación de lo que me ganaba en el periódico, que era un sueldo bueno, pero modesto. Me acuerdo que don Álvaro Lloreda se molestó muchísimo porque me fui con el Gobernador, porque era su opositor político”.
En esa charla amena que ya por estos días cumple diez años, respondió cómo hizo para congeniar con 18 gobernadores diferentes, tiempo en el que se mantuvo vigente por los pasillos de San Francisco. “Uno pensaría, por ejemplo, que sus ideales liberales chocaban con los conservadores... Me tocó sentirme afín con los dos partidos (liberal y conservador). Aunque los gobernadores con los que estuve me decían que yo era tan buen liberal que parecía conservador (risas)”.
“Existe un chascarrillo en el que me preguntaban que cuál era el mejor gobernador y yo decía que el próximo”, añadió.
¿En qué se diferencian los políticos de hoy con los de su tiempo?: “Los políticos de hoy tienen su fondo, su interés, su compromiso con sus electores. Pero en aquella época el compromiso era con la comunidad, sin distingos, no había egoísmos, los políticos servían a todos por igual”.
“Yo viví 18 gobernadores, unos liberales, otros conservadores, y vi que en el fondo, para mi sentir, eran filosofías idénticas, todos perseguían lo mismo”, añadió.
Mucho de lo sucedido en el homenaje a Fanor Luna seguro saldrá publicado en EL GATO De Don Frisco Gonzalez. pic.twitter.com/sa0jxC0LJ4
— Carmen A Sarmiento (@aliciasarmiento) August 3, 2014
Cuando se le cuestionó sobre que él podría fácilmente guardar los secretos más profundos del manejo de la política del Valle, recogidos en correrías, almuerzos y reuniones privadas, y sobre cómo hizo para colarse en la élite de la región, Fanor fue muy enfático con su respuesta.
“Lo importante en la vida es hacerse respetar y yo me hacía respetar y de mi daba confianza, cercanía, me convertí como un costal donde se guardaron cosas, tuve la fortuna de conocer asuntos importantes, confidenciales”, aseguró.
Gracias a su carisma, su manera de ser y su facilidad para relacionarse con vario políticos, fue señalado en numerosas ocasiones de pertenecer a ciertos bandos; sin embargo, siempre fue muy enfático en que no se iba por ningún lado.