CORONAVIRUS
Luz al final del túnel: ómicron, la variante que podría marcar el inicio del fin de la pandemia
La elevada incidencia de esta variante en el mundo plantea un escenario optimista para la crisis del covid, pues actuaría como una ‘vacuna natural’. Pero la recomendación es no confiarse.
¿Es posible que estemos ante el fin de la pandemia del covid- 19 provocada por el SARS-Cov-2?. Esta es la pregunta que investigadores en todo el mundo se plantean ante la aparición de la nueva variante ómicron, cuya velocidad de contagio y menor agresividad podría, dicen los más optimistas, producir una especie de ‘vacuna’ y acabar con la crisis generada por el virus.
Incluso, investigadores japoneses y estadounidenses han detectado que ómicron es una variante atenuada por las vacunas y por el alto número de contagios.
Sin embargo, algunos otros señalan que es mejor no confiarse, porque lo más seguro es que aparezcan nuevas variantes que podrían ser más virulentas o agresivas que ómicron.
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Especialistas y epidemiólogos caleños también opinaron sobre este tema que revive la esperanza del fin de la crisis de salud, en medio de un escenario totalmente incierto.
Adalberto Sánchez, profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas y director de Cisalva, de la Universidad del Valle, dijo que este fenómeno se puede entender, pero no pensando como proponen algunos, en que la aparición de nuevas variantes como el ómicron, sean el fin de la pandemia.
Para el investigador, el fin de la pandemia empezó cuando se formularon medidas sanitarias de control, restricciones, y se logró tener acceso a herramientas de tipo farmacológico como las vacunas y fármacos directos para detener el virus.
“Cuando se ejerció lo que se llama una presión efectiva de selección, es decir que las poblaciones virales fueron sometidas a una presión muy fuerte que obligó a acelerar su tasa de cambio, como estamos viendo ahora con la aparición de múltiples variantes que se multiplican rápidamente como lo hace ómicron. Ante esa presión efectiva, el virus hizo un proceso de atenuación, se volvió más contagioso pero perdió la capacidad de letalidad. Y eso es lo que podríamos llamar el fin de la pandemia”, indicó Sánchez.
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Para lograr la inmunidad de rebaño, entre el 70 y 90 % de la población debe estar vacunada y aún el país está lejos de esta cifra. Por eso, hay que continuar con las medidas de bioseguridad y la vacunación
Dijo también, que lo que se está viendo con el virus es algo normal, solo que ocurrió en un tiempo más rápido por la respuesta global de las autoridades sanitarias de todos los países que trataron de hacer un ejercicio de contención masiva del virus.
Esto, según Sánchez, implicará que el virus y sus variantes como ómicron, y las que lleguen en el futuro, estarán circulando en la población, se expandirán y multiplicarán, pero no causarán un efecto letal como provocó en un principio.
El virus va a mantenerse en el ecosistema terrestre, convirtiéndose en un fenómeno endémico, como ocurre normalmente con otros virus como por ejemplo la influenza, que cada año tiene algunos cambios o variantes que ponen en riesgo un grupo muy pequeño de la población, pero que el resto de los individuos lo superan fácilmente.
No obstante, esto no significa que las personas van a estar libres de síntomas ya que habrá quienes presenten malestar general o fiebre, y en algunos casos, síntomas de tipo respiratorio como secreción de las mucosidades.
Sin embargo, recalcó, no se debe bajar la guardia y se deben mantener las medidas de autocuidado, además de la utilización de biológicos, e inclusive, de algunos fármacos, porque precisó, “el SARS-Cov-2 no produce una gripa, sino una enfermedad inflamatoria con una respuesta hiperinmune”.
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De otro lado, Rayan El Barkachi, epidemiólogo, sostuvo que es natural que, en este momento, se esté entendiendo que el covid se volverá endémico.
“Pronto lo será, sino que como aún no tenemos una inmunidad suficiente de rebaño o una cobertura de vacunación suficiente para toda la población, por eso tenemos pico tan altos”.
Expresó que, a medida que vaya pasando el tiempo en términos de adquirir inmunidad y vacunación, el virus pasará a ser algo endémico como la influenza, en la que cada año tendrán que vacunarse las poblaciones de riesgo. “Pero, como no estamos en ese momento, hay que preocuparse por lo que pueda ocurrir, pues como no hay tanta gente vacunada muchos se pueden infectar y llegar a cuidado intensivo. Por eso es la alerta roja hospitalaria en toda la región”, subrayó.
Y aunque la nueva variante, quizás ofrezca una inmunidad de rebaño por unos meses, si no se logra generar una vacunación masiva habrá un nuevo pico. El reto de las autoridades sanitarias será cómo llegar a la gente que no se ha vacunado, afirmó.
La recomendación es a vacunarse y mantener las medidas de bioseguridad para frenar la infección por ómicron.
No confiarse, el llamado
La epidemióloga Lyda Osorio, miembro de Copesa, aseguró que es mejor no confiarse porque la protección que brindan las vacunas contra la infección para evitar la derivación a UCI podría irse perdiendo con el tiempo.
Incluso, señaló, hay países que ya están aplicando la cuarta dosis de refuerzo, porque aunque pueda ser una gripa, hay poblaciones que tienen mayor riesgo de complicarse como adultos mayores o niños muy pequeños.
“No sabemos si con esta variante quedaría esa inmunidad que los protege en el futuro o si esto se va a perder, habría que estar poniendo refuerzos periódicamente. O si llega una nueva variante qué tanto van a estar protegidos por el hecho de haber tenido ómicron”, enfatizó.
Por eso, indicó, aún persisten muchas preguntas que no permiten afirmar que se está ante el fin de la pandemia.
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El optimismo reinante obedecería a que ómicron es una variante menos agresiva, pero aunque tiene menos complicaciones, no significa que sean cero. Además, para que se convierta en solo una gripa, requiere que haya muchas personas infectadas, pero esto también puede hacer que los servicios de salud colapsen afectando la atención de otras enfermedades y la prestación de servicios esenciales que alterarían el normal desarrollo de la ciudad. “No podemos minimizar el impacto que pueda tener esta variante”, enfatizó.
Añadió que tampoco se sabe qué va a pasar a futuro porque dependerá mucho de qué tanto se logre avanzar con la tercera dosis de la vacuna, que se mantengan todas las medidas de protección y de qué tanto esta variante vaya a proteger contra nuevas variantes.
Pero, lo que normalmente ocurre es que se convierta en una endemia, aunque habrá años, como sucede con el dengue, en que se presenten picos, dijo.
Por su parte, el investigador Sócrates Herrera, se mostró de acuerdo con Osorio en que es muy difícil, en este momento, pronosticar lo que sucederá.
Esto, en razón de que aún hay mucha gente que no se ha vacunado o no sigue medidas de precaución, como está pasando en todo el país con ferias en todo lado, sin medidas de bioseguridad, que generan este nuevo pico que ha puesto en aprietos al sistema de salud.
“Por eso, no puede la población relajarse y creer que ya se transformó de pandemia a endemia”, recalcó.
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a veinte veces es más contagiosa la variante ómicron con respecto a las otras cepas
Confirmó que la tendencia de las pandemias es transformarse en moderadas, en la medida en que la mayoría de las personas han estado en contacto con el virus, “pero no creo que nosotros que estemos en esa fase”.
En ese sentido, no estaría tan seguro de especular diciendo que esta es una buena indicación, porque el virus puede mutar y, en el futuro, podrían encontrarse con variantes más agresivas.
De ahí que se deba que mantener la prevención, crear conciencia entre la población de que pueden haber casos muy graves, aunque se esté cada vez más cerca de llegar a la normalidad que tantos sueñan, pero no es ya, puntualizó.
Lo que normalmente ocurre es que se convierta en una endemia, aunque habrá años, como sucede con el dengue, en que se presenten picos, explicó la epidemióloga Lyda Osorio.
Estudio del virus
El Centro Internacional de Vacunas y la Fundación Santa Fe de Bogotá iniciaron un estudio nacional, con seguimiento de un año, para establecer cómo es la variabilidad de la población frente a todas las vacunas que se están aplicando en las diferentes edades y regiones del país.
Sócrates Herrera, aseguró que "esperamos en cuatro meses unos resultados preliminares que ofrezcan una idea más clara de cómo está el país y qué está pasando con este virus. Esperamos que sea una guía y nos ayude a los investigadores a entender un poco mejor".
El estudio se realizará desde la Costa Atlántica hasta Leticia y desde Cúcuta hasta Chocó.