Valle
Gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, pide ayuda al Gobierno Nacional ante los hechos violentos contra el sector azucarero
Los ataques de este año han dejado muertes de trabajadores y maquinaria quemada.
Ante los constantes hostigamientos, amenazas y muertes que está sufriendo el sector azucarero en el Valle del Cauca, la gobernadora del departamento hizo este domingo un llamado al Gobierno Nacional.
De acuerdo con Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle del Cauca, se han presentado situaciones en el departamento que han dejado graves daños en instalaciones de los ingenios del departamento y en el Cauca.
“Sigo llamando al Gobierno nacional, nosotros trabajamos con nuestra Fuerza Pública, hemos bajado mucho la criminalidad porque se han hecho ingentes esfuerzos, pero lo que está pasando con los ingenios nos está dando una tristeza muy grande de ver trabajadores inocentes que están perdiendo la vida”, dijo la gobernadora del Valle.
Trabajamos a toda capacidad junto a nuestra fuerza pública para enfrentar la situación que atraviesan los miembros y trabajadores del sector azucarero del #ValleDelCauca @asocana por el incremento de las acciones de grupos criminales y delicuencia común contra este gremio. pic.twitter.com/GAcxpQlx3T
— Gobernación Valle del Cauca (@GobValle) May 7, 2023
Asimismo, Roldán resaltó que el departamento tiene casos muy puntuales que deben ser analizados, teniendo en cuenta que es una de las regiones que más aporta en la producción de azúcar a nivel nacional.
“Vuelvo a invitar al Ministro de Defensa a que hagamos un Consejo de Seguridad cerrado, lo invito a la Gobernación donde podamos hacer el análisis de situaciones muy puntuales que están viviéndose en determinadas zonas del departamento y que necesitamos que se clarifiquen”, agregó Roldán.
Petición de garantías del gremio empresarial
El Comité Intergremial y Empresarial del Valle del Cauca, Ciev, emitió recientemente un comunicado refiriéndose a los hechos de orden público que están afectando al sector azucarero, pidiendo que se investiguen las muertes que se han tenido.
“Son frecuentes los casos de hurto, destrucción de máquinas y vías, extorsiones y demás actividades delictivas que han incrementado el temor y la zozobra de quienes hacen parte del sector productivo. Tan solo en el norte del Cauca en 2023 han sido asesinados tres trabajadores del sector agrícola, ocho han resultado heridos por armas de fuego y uno más secuestrado”, comentó el Ciev.
Ante la situación de inseguridad en #ValledelCauca y #Cauca, gremios y empresas de estos departamentos hacen un llamado a @infopresidencia @petrogustavo @FiscaliaCol a tomar acciones inmediatas que garanticen derechos a la vida, el trabajo, libre movilidad y convivencia pacífica. pic.twitter.com/CSnW2Y6AlV
— Comité Intergremial y Empresarial del Valle (@CIEValle) May 5, 2023
Asimismo, se debe recordar que a finales del mes de abril el Sector Agroindustrial de la Caña, Asocaña, manifestó que un colaborador del área de cosecha del Ingenio Pichichí fue asesinado mientras ejercía sus labores en zona rural del municipio de Guacarí.
“El suroccidente de Colombia es la puerta de entrada para las materias primas de la industria y el comercio, además de ser la plataforma de las exportaciones del país. Es hora de que el Gobierno Nacional y los gobiernos regionales desarrollen una estrategia conjunta y coordinada que permita terminar con la impunidad y garantizar el derecho a la vida, el trabajo, la movilidad y la propiedad privada de todos los que vivimos en la región”, aseveró el Ciev.
En lo que va corrido del año ya se han presentado varias muertes por los atentados en contra de los trabajadores del sector cañero. Incluso, el caso más reciente se presentó el pasado jueves 4 de mayo en Guachené, Cauca, donde un ataque armado dejó a dos trabajadores del ingenio La Cabaña heridos y a un firmante del acuerdo de paz asesinado.
Este hecho se presentó en inmediaciones del territorio ancestral de los Consejos Comunitarios, Pilamo y Brisas del Río Palo, donde luego del ataque armado se reportaron tres personas gravemente heridas y el asesinato de José Édgar Méndez Molina, quien era firmante del acuerdo de paz y, en el momento del enfrentamiento, se encontraba con miembros de su familia cosechando un cultivo de arroz en una propiedad familiar.