El lugar donde nunca se debe ubicar el televisor porque podría sufrir daños costosos a largo plazo

El televisor sigue siendo uno de los dispositivos más comunes en los hogares actuales, y su ubicación desempeña un papel crucial tanto para el confort visual como para la salud postural y la armonía del espacio. Sin embargo, en muchas viviendas aún se cometen errores frecuentes al momento de decidir dónde instalarlo.

Si bien cada hogar tiene sus particularidades, hay tres ubicaciones que, en la mayoría de los casos, resultan poco recomendables por el impacto negativo que generan en la experiencia de uso y en la distribución del ambiente.

1. Encima de la chimenea

Colocar el televisor sobre una chimenea es uno de los errores más frecuentes en la decoración contemporánea. Aunque esta disposición puede resultar estéticamente atractiva y parecer una solución eficiente para optimizar el espacio, representa una alternativa poco ergonómica y potencialmente perjudicial para el equipo.

Desde el punto de vista físico, obliga al espectador a mantener la cabeza en una posición elevada, lo que genera tensión en el cuello y molestias musculares.

Con el tiempo, esta postura forzada puede derivar en dolencias persistentes. A ello se suma el riesgo asociado a la exposición constante al calor emitido por la chimenea, un factor que puede afectar tanto el rendimiento como la vida útil del televisor.

2. Frente a ventanas

Instalarlo frente a una ventana o en zonas expuestas a luz natural intensa es otro desacierto común. En esta posición, la pantalla queda sujeta a reflejos constantes y a la incidencia directa del sol, lo que dificulta la visibilidad y obliga a forzar la vista.

Esta situación no solo compromete la calidad de imagen, sino que también incrementa el riesgo de fatiga ocular. A largo plazo, la exposición prolongada a la luz solar puede dañar el panel y reducir su durabilidad.

Por ello, los especialistas recomiendan ubicar el aparato en espacios donde se pueda controlar la luminosidad, mediante cortinas, estores o iluminación indirecta, con el fin de garantizar una experiencia visual cómoda y saludable.

3. En rincones estrechos

Ubicar el televisor en una esquina o en espacios reducidos suele ser una solución de compromiso ante la falta de metros disponibles.

Sin embargo, esta alternativa resulta poco funcional, ya que las esquinas dificultan una alineación adecuada entre la pantalla y la línea de visión del usuario, lo que puede generar distorsión en la imagen y obligar a visualizar desde ángulos incómodos.

Además, estos espacios suelen presentar limitaciones en cuanto a ventilación, lo que eleva la temperatura del dispositivo durante su funcionamiento y puede afectar su rendimiento.

Una instalación ideal requiere una pared bien orientada, a la altura de los ojos, con buena circulación de aire y control sobre la iluminación ambiental. Elegir cuidadosamente el lugar donde se ubica el televisor no solo mejora el confort diario, sino que también refleja una planificación eficiente del espacio en el hogar.