Salud
Solo el 23 % de pacientes en riesgo nutricional recibe terapia en hospitales de Colombia
La alianza Alimentación con Propósito alerta sobre la baja atención nutricional en los hospitales del país y advierte que la malnutrición asociada a la enfermedad aumenta estancias, complicaciones y costos en salud.
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21 de nov de 2025, 06:59 p. m.
Actualizado el 21 de nov de 2025, 06:59 p. m.
En Colombia, solo el 23 % de los pacientes en riesgo nutricional recibe algún tipo de terapia durante su estancia hospitalaria, una cifra que revela la urgencia de mirar la nutrición más allá de la alimentación y de integrar un manejo clínico especializado para quienes viven con enfermedades. Millones de personas requieren un cuidado nutricional capaz de incidir de forma directa en su recuperación, calidad de vida y supervivencia.
La alianza Alimentación con Propósito, integrada por ocho organizaciones del sector salud, llamó la atención sobre esta realidad e invitó a replantear la comprensión de la nutrición como un proceso integral, especialmente en el entorno hospitalario. “Los pacientes necesitan comprender el impacto de la nutrición en su bienestar, y los profesionales de la salud deben integrar de manera proactiva este enfoque en la atención médica”, señalaron sus líderes.

Aunque suele pensarse que nutrirse equivale a comer bien, la alimentación y la nutrición cumplen funciones distintas. Alimentarse es elegir y consumir alimentos; nutrirse es la forma en que el cuerpo transforma los nutrientes para producir energía, reparar tejidos y mantener sus funciones vitales. En pacientes con enfermedades, esta diferencia es crucial: no basta con comer adecuadamente, pues el organismo puede necesitar intervenciones específicas para cubrir requerimientos o apoyar tratamientos.
El panorama regional es igual de desafiante. En países de Latinoamérica, la prevalencia de malnutrición en hospitales alcanza casi el 50 %, lo que afecta directamente los resultados clínicos. La malnutrición asociada a la enfermedad prolonga la estancia hospitalaria entre dos y seis días, aumenta el riesgo de complicaciones médicas y deterioro funcional, y eleva los costos de atención entre un 19 % y 29%.
Además, en personas con enfermedades de base, la malnutrición impacta funciones de órganos y sistemas, debilita la respuesta inmunitaria, retrasa la cicatrización y provoca trastornos digestivos y desequilibrios de electrolitos.

Alimentación con Propósito insiste en la necesidad de evaluaciones tempranas por parte de profesionales de la salud y en el acceso a manejos nutricionales adaptados, que pueden incluir desde planes dietarios hasta el uso de Alimentos con Propósitos Médicos Especiales (APMES), indicados para cubrir requerimientos concretos.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la alianza propuso reflexionar sobre la nutrición como un proceso integral que va más allá de decidir qué comer. Reconocer las necesidades específicas de cada organismo —en especial cuando enfrenta una enfermedad— es el primer paso para prevenir complicaciones, favorecer la recuperación y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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