Salud
¿Qué diferencia hay entre el asma y la alergia?
La primera es una enfermedad que puede tener consecuencias fatales, la segunda no. Conozca por qué.
Muchas personas tienden a confundir la alergia con el asma, especialmente cuando esta última se encuentra en las primeras etapas de aparición y se dan síntomas semejantes, como la dificultad para respirar, la tos y la congestión nasal, las cuales podrían pasar desapercibidas o ser desestimadas por su portador.
Sin embargo, es prioritario entender que la alergia no es una enfermedad propiamente, sino la causa de una patología. En otras palabras, la alergia es un síntoma y manifiesta que hay algo que está pasando en el organismo, como la presencia de algún elemento externo que haya activado al sistema inmune.
Cuando el sistema inmunitario reconoce esas sustancias extrañas, trata de neutralizarlas con métodos que pueden ser dañinos para el organismo en sí y provocar reacciones alérgicas. A veces los episodios son muy intensos, mientras que en otras ocasiones apenas si se perciben.
A nivel general, una alergia tardará algunos días o semanas en desaparecer. No ocurre lo mismo con el asma, ya que esta sí es una enfermedad de tipo heterogénea, presentando varios síntomas entre los que se pueden encontrar los de la alergia, sin que esta sea una condición imprescindible.
La alergia es una causa de asma, pero no la única. Esta enfermedad genera opresión en el pecho y sibilancias, que dan pistas a la persona sobre el padecimiento que se tiene. “Es una de las enfermedades de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Puede ser difícil saber si se padece de asma, pero si presenta todos estos síntomas mencionados, la mejor recomendación es acudir al médico, quien le realizará un examen de respiración y funcionamiento de los pulmones, llamado espirometría, en el que utilizará una computadora con una boquilla para medir cuánto aire puede exhalar después de inhalar profundamente.
Tenga en cuenta que un diagnóstico temprano puede hacer una gran diferencia, sobre todo si se empiezan a presentar ataques de asma. Estos episodios ocurren cuando hay un empeoramiento de la enfermedad y se estrechan de forma excesiva las vías respiratorias que van hasta los pulmones.
Mayo Clinic explica lo que ocurre: “Los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen, las vías respiratorias se irritan e inflaman y el recubrimiento de las vías respiratorias produce un líquido llamado mucosidad”. Todos estos factores combinados hacen casi imposible para la persona poder respirar.
Es en esos momentos cuando se utiliza el inhalador, que sirve como un medicamento de alivio rápido para el agravamiento producto del ataque de asma, pero también es necesario un tratamiento para el control a largo plazo de la patología, para lo que se requieren medicamentos que ayudarán a que se disminuyan los ataques y a que estos sean más leves.
Tratar la enfermedad es imperativo. “Los ataques de asma graves pueden provocar la muerte, aquellos que ponen en riesgo la vida son más propensos en personas que toman medicamentos de alivio rápido regularmente, que tuvieron que asistir a la sala de emergencias o estuvieron hospitalizados para tratar el asma o que tienen otras enfermedades crónicas”, agrega Mayo Clinic.
Estas situaciones complejas no se presentarán si lo que se padece es una simple alergia, por lo que tenga en cuenta las recomendaciones, identifique cuáles son los síntomas que está registrando y, en caso de que sospeche un escenario grave, vaya lo más pronto posible a un centro médico para despejar las dudas y evitar complicaciones.