Salud
Maíz ¿qué le hace su consumo la glucosa en la sangre?
El maíz se caracteriza por su aporte de fibra, energía y minerales.
La glucosa es la principal fuente de energía para el cuerpo y proviene de los alimentos que consume. Sin embargo, si el azúcar en la sangre se eleva mucho, desencadena enfermedades como la diabetes, que se presenta cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la produce de manera adecuada.
Aunque es normal que en la sangre esté presente la glucosa, en exceso puede ser perjudicial para la salud. Si el exceso de glucosa no se atiende, hay consecuencias como lesiones en la vista, riñones y nervios, mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas o derrames cerebrales e incluso necesidad de amputar un miembro.
Para tratar la diabetes es clave controlar los niveles de glucosa en sangre, realizar actividad física con frecuencia, evitar el tabaco e incluir una dieta saludable. Entre los alimentos que los expertos recomiendan para controlar los niveles de glucosa en sangre se encuentra el maíz, que se caracteriza por su aporte de fibra, energía, minerales y vitaminas.
El almidón presente en alimentos como el maíz facilita la ingesta de carbohidratos diarios, nutrientes muy importantes para las personas con diabetes. Al ser un grano entero, el maíz ayuda a mejorar la sensibilidad de la insulina, disminuir la inflamación y controlar los niveles de glucosa en la sangre.
El maíz es una rica fuente de carbohidratos, por lo que proporciona energía vital para el funcionamiento diario del cuerpo. Asimismo, contiene vitaminas B y minerales como el magnesio y el fósforo, esenciales para diversas funciones biológicas, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Por su alta concentración de fibra, el maíz promueve la salud digestiva. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir problemas digestivos como el estreñimiento.
El maíz es una fuente significativa de luteína y zeaxantina, antioxidantes que contribuyen a la salud ocular. La Academia Americana de Oftalmología destaca que estos compuestos pueden ayudar a prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad.
Los expertos recomiendan consumir al menos dos porciones al día de granos enteros para controlar el azúcar en sangre. Aunque el maíz es una de las opciones más recomendadas, otros granos como el arroz o la avena cumplen la misma función.
Además de ser muy popular, el maíz tiene diversidad de beneficios para el organismo:
- Aumenta la saciedad.
- Estimula el desarrollo de masa muscular.
- Facilita la digestión.
- Previene problemas cardiovasculares.
- Protege la salud de los huesos.
- Regula los niveles de colesterol y triglicéridos.
Una variante del maíz es el azul o morado, que tiene un alto contenido de antocianinas, pigmentos naturales que también se encuentran en los arándanos, cerezas y frambuesas. Este posee carotenos, vitaminas y una calidad alimentaria mayor a la del maíz común que le otorgan diversas propiedades:
- Fortalece el sistema inmunitario.
- Controla el peso.
- Reduce la presión arterial.
- Combate la inflamación.
- Previene la aparición de signos de envejecimiento, como manchas o arrugas.
Aunque es relativamente poco común, algunas personas pueden ser alérgicas al maíz o a sus derivados. La Asociación Americana de Alergia, Asma e Inmunología advierte sobre la posibilidad de reacciones alérgicas, que pueden variar desde síntomas leves hasta potencialmente graves.
Además, algunas formas de preparación del maíz, como las palomitas de maíz para microondas con alto contenido de grasas saturadas y sodio, pueden no ser saludables si se consumen en grandes cantidades. La American Heart Association aconseja elegir opciones de maíz preparadas de manera más saludable.
También el maíz procesado en forma de harina de maíz refinada o jarabe de maíz de alta fructosa puede tener efectos negativos si se consume en exceso. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos recomienda moderar la ingesta de estos productos debido a su alto contenido de azúcares y bajo valor nutricional.