Salud
El grave problema que puede generar dormir mal a los 40 años
Conozca los problemas de salud a los que se puede enfrentar si usted está durmiendo mal.
Tal y como lo aseguran los expertos, la calidad del sueño es mucho más importante que la cantidad. La calidad del sueño está directamente relacionada con la salud cognitiva, tal y como asegura un estudio reciente publicado en la revista ‘Neurology’, que afirma que aquellas personas que a los 30 o 40 años sufren trastornos del sueño, pueden tener más probabilidades de sufrir problemas de memoria una década después.
Aunque teniendo presente que cada persona es distinta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dormir, en el caso de los adultos, al menos, seis horas diarias.
Aunque la investigación publicada en la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología señala que no hay una causa directa entre dormir mal y los problemas de memoria y el deterioro cognitivo, sí establece una asociación entre un sueño de mala calidad con la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Yue Leng, doctora de la Universidad de California y responsable de este estudio, aseguró que: “Dado que los signos de la enfermedad de Alzheimer comienzan a acumularse en el cerebro varias décadas antes de que comiencen los síntomas, comprender la conexión entre el sueño y la cognición en una etapa más temprana de la vida es fundamental para comprender el papel de los problemas del sueño como factor de riesgo de la enfermedad”.
Durante la investigación, los participantes registraron las horas de acostarse y de despertarse en un diario, y realizaron un test sobre la calidad del sueño, puntuándolo del cero al 21, en el que 239 personas, es decir un 46 por ciento del grupo, aseguró dormir mal con una puntuación superior a cinco.
Otro de los aspectos que analizó este estudio fue la fragmentación del sueño, que mide las interrupciones breves y repetitivas del sueño, observando tanto el tiempo que pasaban moviéndose como el periodo sin moverse mientras dormían.
Diez años después, observaron que de los 175 participantes que tenían problemas para dormir y el sueño más interrumpido, 44 tenían un rendimiento cognitivo deficiente en comparación a las personas con el sueño menos interrumpido.
Así, los investigadores concluyeron que las personas con mayores problemas a la hora de dormir contaban con más del doble de probabilidades de tener un rendimiento cognitivo deficiente.