Salud
¿Cuáles son las mejores y peores dietas para el corazón?
Aquí les mostramos cuáles son los alimentos que puede añadir a su dieta para evitar accidentes cardiacos.
Un reciente análisis llevado a cabo por la Asociación Americana del Corazón ha revelado cuáles son las mejores y peores dietas para la salud cardiovascular. Según los expertos, las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas son perjudiciales para el corazón, mientras que las dietas flexibles basadas en plantas son las más recomendadas.
La dieta mejor valorada por su impacto positivo en la salud del corazón es la dieta DASH, diseñada específicamente para reducir la hipertensión y el riesgo de enfermedades cardíacas. Esta dieta se enfoca en consumir cereales integrales, proteínas magras y productos agrícolas, al tiempo que se reduce la ingesta de carne roja, sal y azúcar.
De igual manera, la dieta mediterránea es basada en los patrones alimentarios tradicionales de países como Italia y España, también ha sido destacada por su impacto beneficioso en la salud cardiovascular. Las dietas pescetariana y vegetariana, que se centran principalmente en alimentos vegetales con la inclusión ocasional de pescado, huevos y lácteos, también recibieron altas puntuaciones.
Por otro lado, las dietas veganas y bajas en grasas obtuvieron puntuaciones favorables debido a su inclusión de verduras y proteínas de origen vegetal. Sin embargo, se advierte que las dietas veganas pueden presentar deficiencias de ciertos nutrientes y requerir una planificación cuidadosa. Además, existe el riesgo de que estas dietas dependan de alimentos procesados que contengan altas cantidades de azúcares, sal o aceites añadidos.
Las dietas bajas en carbohidratos, como la dieta keto y la paleo, ocuparon las posiciones más bajas en la clasificación. Estas dietas eliminan o restringen drásticamente alimentos recomendados, como los cereales integrales, la fruta y las verduras. Además, suelen ser deficientes en fibra y contienen un alto contenido de grasas saturadas y colesterol, lo que va en contra de las recomendaciones para la salud cardiovascular.
Si bien las dietas bajas en carbohidratos y paleo pueden ofrecer beneficios a corto plazo, como pérdida de peso y mejora de la glucemia, a largo plazo pueden resultar difíciles de mantener y pueden no ser eficaces para mantener los objetivos de pérdida de peso. Por lo tanto, se destaca la importancia de seguir una dieta sostenible y equilibrada a largo plazo para mantener una buena salud cardiovascular.
En conlclusión, los expertos en cardiología y nutrición concuerdan en que las dietas flexibles basadas en plantas, como la dieta DASH y la mediterránea, son las más beneficiosas para el corazón, mientras que las dietas bajas en carbohidratos y ricas en grasas, como la keto y la paleo, son desaconsejadas debido a su impacto negativo en la salud cardiovascular.
Con este nutriente puede tener huesos fuertes y un corazón sano
La vitamina D se ha destacado como un nutriente clave para mantener huesos fuertes y un corazón sano, según un estudio publicado en la revista científica The BJM.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) también advierten que una deficiencia prolongada de esta vitamina puede hacer que los huesos sean más frágiles y propensos a fracturarse, además de ocasionar debilidad y dolores musculares.
Además de su impacto en la salud ósea, la vitamina D desempeña un papel importante en la salud cardiovascular. Estudios sugieren que los suplementos de vitamina D podrían ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre y controlar la hipertensión arterial, dos factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
¿Qué alimentos son ricos en vitamina D?
La principal fuente de vitamina D es la exposición a los rayos solares, aunque también se puede encontrar en alimentos como el salmón, el atún, la sardina, los moluscos, los crustáceos, la yema del huevo, la mantequilla, el hígado, el queso y los lácteos enteros. Además, los suplementos dietéticos son una opción para obtener vitamina D, y están disponibles en las formas D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).
La falta de vitamina D puede manifestarse a través de síntomas como fatiga, cansancio, estado de ánimo deprimido, debilidad muscular, insomnio y antojo de dulces. También se ha asociado con enfermedades como afecciones autoinmunes, problemas metabólicos y enfermedades cardiovasculares.
Es importante destacar que la cantidad diaria recomendada de esta vitamina varía según la etapa de la vida. Según los NIH, las cantidades promedio recomendadas van desde 10 microgramos (400 UI) para bebés hasta 20 microgramos (800 UI) para adultos mayores y mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Por otro lado, es fundamental evitar el exceso de dicha vitamina, ya que puede ser perjudicial para la salud. Tomar dosis muy altas durante períodos prolongados puede causar toxicidad y niveles elevados anormales de calcio en la sangre, lo cual puede afectar los riñones, los tejidos blandos y los huesos.