Petro responde a demoledor artículo: “Ojalá The Economist tenga alguna teoría”

El presidente Gustavo Petro respondió este sábado a un duro artículo publicado por la influyente revista británica The Economist, que lo calificó como “el terrible presidente de Colombia” y lo acusó de estar “desesperado” ante el poco avance de sus reformas.

En un extenso mensaje en su cuenta de X, el Mandatario negó que esté buscando una reforma constitucional y defendió su visión de Gobierno, recurriendo al sarcasmo para desestimar los señalamientos del medio internacional.

“Jajaja... nuestra revista del pensamiento crematístico cree que el Estado Social de Derecho y la economía social de mercado son pensamientos vagos. Esos conceptos globalizados, son indispensables para la descarbonización productiva y social sin lo cual, solo vendría la extinción”, escribió Petro en el primer tramo de su respuesta.

Con la expresión “pensamiento crematístico”, el mandatario aludió al término usado por Aristóteles para referirse a una visión de la economía centrada únicamente en la acumulación de riqueza.

El detonante de la controversia fue el artículo titulado El terrible presidente de Colombia se desespera, publicado el 26 de junio, donde The Economist analiza los casi tres años de gestión del mandatario, lo describe como un líder de estilo “pugilístico”, incapaz de generar consensos, con una agenda de reformas empantanada por la falta de apoyo en el Congreso y las decisiones de los tribunales.

Una de las críticas más fuertes del texto fue la insinuación de que Petro estaría contemplando una reforma constitucional como vía para superar los bloqueos institucionales.

“Exasperado, el señor Petro ahora coquetea con la idea de cambiar la Constitución”, señaló la publicación.

La afirmación provocó una respuesta categórica por parte del presidente: “Hay que informarle que no planeo cambiar la Constitución ni estoy desesperado. Planeo que se aplique la Constitución de 1991”.

Petro agregó que su objetivo es cumplir con los principios del Estado Social de Derecho y combatir la desigualdad estructural en Colombia. Asimismo, propuso ampliar el debate constitucional para incluir temas que, a su juicio, no se abordaron en 1991, como la crisis climática y la transición hacia una economía descarbonizada.

“Se puede agregar un tema que no se discutió en 1991: cómo mitigamos y nos adaptamos a la crisis climática. En otras palabras, cómo Colombia se descarboniza y se convierte en poder mundial de la vida”, escribió el jefe de Estado.

“Estos conceptos, quizás, nos lleven a un concepto cotidiano y concreto: ¿cómo vivimos en paz? Ojalá The Economist tenga alguna teoría al respecto”, finalizó el mandatario.