Estas son algunas de las reacciones ante la salida del comisionado de paz Danilo Rueda

Tras la renuncia de Iván Danilo Rueda como Comisionado de Paz en Colombia, diversas figuras públicas han expresado opiniones polarizadas respecto a su desempeño en el cargo.

Entre las reacciones más destacadas se encuentran las del gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, comentando que en su ejercicio, el resultado es tener a unos grupos armados cada vez más “fortalecidas”.

En su cuenta de X, Juan Guillermo Zuluaga, se pronunció fuertemente, señalando que Rueda deja un “tremendo legado” con guerrillas envalentonadas. Además, considera que su salida presenta la oportunidad de corregir el rumbo, subrayando la importancia de no abandonar la seguridad en la búsqueda de la paz.

El senador Iván Cepeda Castro expresó su reconocimiento hacia Danilo Rueda por el esfuerzo desplegado en medio de las difíciles circunstancias que atraviesa el país. Este mensaje resalta la complejidad del contexto colombiano con las mesas de negociación y al existir unos grupos armados que no demuestran voluntad de paz.

El abogado Daniel F. Briceño en su cuenta de X @Danielbricen critica lo que él llama “logros” de Danilo Rueda como Comisionado para la Paz y destaca un gasto considerable de $8.000.000.000 en avión y helicóptero privado, con un promedio mensual de $533.000.000 y $17.700.000 diarios. Estos números han generado controversia y alimentado el debate sobre la eficiencia en el uso de recursos.

La congresista María Fernanda Cabal también se unió a las voces críticas, instando a Rueda a explicar al país las denuncias sobre pactos secretos para sacar a la fuerza pública de El Plateado, Cauca. Estas acusaciones añaden un componente adicional de controversia a la salida del Comisionado.

El representante a la Cámara del Pacto Histórico, David Racero, ofreció su perspectiva sobre la renuncia de Danilo Rueda como Alto Comisionado para la Paz en Colombia. Racero destacó que el debate va más allá de la simple destitución de Rueda, desmintiendo la noción de que se trata únicamente de “pedir cabezas”.

Según Racero, la discusión debe adentrarse en cuestiones fundamentales relacionadas con las transformaciones de las organizaciones criminales, los cambios en las redes internacionales de las economías ilegales y la persistente cooptación de parte del Estado por parte de las mafias a lo largo de décadas.

El representante abogó por profundizar en las reacciones de los grupos armados ilegales ante las acciones integrales implementadas por el gobierno para abordar problemas heredados, citando el ejemplo del cañón del Micay, que pasó de ser tierra de nadie a contar con la presencia de un batallón del ejército.

Enfatizando la complejidad de la situación, Racero señaló que el problema es mucho más profundo y subrayó la importancia de llevar a cabo debates sustantivos en el Congreso para abordar estas cuestiones fundamentales relacionadas con la seguridad y la paz en Colombia.

La senadora por el Centro Democrático, fue más allá en las críticas en las negociaciones que se adelantan con varios grupos armados, en los que enfatiza no hay claridad, ni un marco jurídico claro para estos diálogos.

En su cuenta de X escribió: “Más allá del negociador, el problema es qué se está negociando, con quiénes, con qué marco jurídico, porque no se puede pasar por encima de la Constitución y la Ley en nombre de la paz, y el proceso no puede llevar al debilitamiento de la Fuerza Pública y el fortalecimiento de las estructuras criminales”.