Columnistas
Consulta y democracia
La democracia se construye no solo en los grandes comicios nacionales, sino también en espacios en los que las colectividades definen sus liderazgos y sus rutas hacia el futuro.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

24 de oct de 2025, 01:53 a. m.
Actualizado el 24 de oct de 2025, 01:53 a. m.
Este domingo el país tendrá una nueva jornada electoral con la que se abre, en la práctica, el calendario frente a las elecciones de Congreso y Presidencia de la República 2026, que concentrarán la atención de los colombianos en los próximos meses.
Más allá de la controversia si la consulta es partidista o interpartidista, del Pacto Histórico o de los movimientos políticos de izquierda, este será un evento democrático que ratifica que por encima de todo en el país prevalece el poder del voto.
Estos espacios de participación implican una gran inversión. La Registraduría Nacional habla de una partida de $200.000 millones en logística y toda la disposición en materia de infraestructura, seguridad y recursos humanos para llevar a cabo la consulta de la mejor manera y con éxito. Es justo reconocer ese empeño y el compromiso de la organización con una jornada que implica grandes esfuerzos en beneficio del ejercicio democrático.
En tiempos en que el desencanto y la desinformación amenazan la confianza en las instituciones, procesos como este reivindican el poder del voto y el valor de la deliberación. La democracia se construye no solo en los grandes comicios nacionales, sino también en estos espacios en los que las colectividades definen sus liderazgos y sus rutas hacia el futuro.
Por ello, cada ciudadano que acuda a las urnas este domingo, en este caso simpatizantes de los movimientos de izquierda, estará enviando un mensaje claro: que el debate político debe resolverse con votos, no con descalificaciones ni con imposiciones externas.
También hay que destacar que para el país, y particularmente para la izquierda colombiana, esta consulta no es un simple trámite, es la posibilidad de definir de manera abierta, participativa y legítima el liderazgo que representará a sus banderas en la próxima contienda presidencial.
Además, de este proceso dependerá buena parte del futuro político del progresismo. En especial porque es la primera vez que un movimiento político apuesta porque sean los ciudadanos los que escojan a los representantes que aspirarán tanto al Senado como a la Cámara de Representantes para el próximo periodo legislativo, lo que puede ser un importante ejercicio de participación que analicen otras colectividades.
El Estado ha permitido que se den todas las garantías para la consulta y lo que se espera es que como tal se respeten el proceso y los resultados. La Registraduría Nacional del Estado Civil, el Consejo Nacional Electoral y los entes de control como la Procuraduría, están llamados a garantizar la claridad, la rapidez y la transparencia en los comicios de este domingo; los partidos, por su parte, tienen la responsabilidad de actuar con espíritu democrático; y los electores, el deber de votar a conciencia.
La democracia se defiende en las elecciones, por lo tanto, el domingo no solo se juega una consulta interna: se reafirma la convicción de que un Estado de derecho como lo es Colombia, con todas sus imperfecciones, sigue vivo y vigente gracias a la participación de sus ciudadanos.
6024455000






