Petro sortea tempestades

Hoy, con Benedetti de principal asesor, Petro se enfrenta a una docena de líos, y no menciono la renuncia o despedida de la Ministra de Justicia. Este Gobierno tiene poca suerte ante la opinión pública. Hay celos entre ministros y hay disputas entre senadores de su Pacto Histórico, porque muchos buscan hacer campañas para repetir parlamento, y las curules posibles son pocas.

El gobierno, alarmado y enojado, ve que acusan en Guatemala a su exministro Iván Velázquez, hoy embajador ante El Vaticano. No hay vientos amables para este gobierno y empezó el segundo semestre de este año 2025 denunciando que estuvieron planeando un atentado en su contra, aunque sin mostrar una prueba que valga la pena. ¿Atentado a Petro? No lo creo, es un demente de manicomio quien lo planea. El vecino presidente Maduro, cada vez que se enreda gobernando, saca a relucir por prensa y televisión que: “Descubrimos un plan para asesinar a nuestro presidente y Venezuela rechaza esos planes”.

Si el presidente Petro ha estado malgeniado, lo entiendo. Ser un presidente formal y cumplido en sus protocolos y citas es difícil cuando no se tiene experiencia en dirigir a sus ministros y asesores. Vale repetir esa exigencia hoy, cuando tenemos 35 candidatos de ambos sexos a la Presidencia.

Petro torea problemones a dos figuras políticas: Enrique Peñalosa, candidato presidencial; y al alcalde de Bogotá, el eficiente y serio Carlos Galán. Les ha dirigido unos adjetivos que se le volvieron en contra por descomedidos.

Y lo peor y gravísimo: que esta gerencia de Ecopetrol planea pagar cinco millones de dólares a un bufete de abogados gringos para proteger la imagen del alto funcionario petrolero señor Roa. Ojalá no pase de un rumor, porque Francia Márquez, en charla con periodistas, dijo: “Yo nunca firmaría eso, soy amiga de la austeridad y enemiga de los derroches”.

Los periodistas en Bogotá han esculcado dónde estuvo el presidente Petro la semana pasada en que, por 67 horas, no hubo trinos ni lo vieron por televisión. Para colmos, no llegó a Montería a un encuentro internacional en el que era anfitrión.

¿Dónde estuvo el Presidente esos días? No han informado. ¿Fue a Caracas a verse con su esposa, Verónica Alcocer? Si hubo reconciliación, los aplaudo. Y de paso a Benedetti, porque ya no lo llaman ‘Kid Benedetti’ tras su última bronca en el Capitolio.