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Mercado de objetos psicológicos

Opinar es fácil y se ha convertido en una práctica generalizada sin medir sus peligrosas consecuencias.

7 de enero de 2025 Por: Gloria H.
Gloria H.
Gloria H. | Foto: El País.

El meme dice: “hipnosis, chitos, maní, reiki, cocacola, ángeles, terapia breve, chiclets, tarot, empanadas, constelaciones, terapia sexual, patacones, descodificación, turrones, pasteles, terapia cognitiva, registros akásicos, bananas”. Porque en el mercado de la modernidad se pueden encontrar soluciones instantáneas para asuntos psicológicos como quien llega a la tienda de barrio y logra satisfacer su necesidad más primaria. Al instante cumples tu antojo, encuentras el remedio.

Los memes tienen la particularidad de sintetizar en una frase o en una imagen una verdad aplastante, por ello la tienda de productos psicológicos sea hoy por hoy tan variada y atractiva. Y más si ofrecen la rapidez como ñapa. ¿Qué tan efectivo es el resultado?

La Psicología parece la prostituta del paseo: todos la quieren manosear, todos creen ‘saber’ del tema porque han vivido experiencias semejantes y se sienten capaces de dar cátedra. Opinar sobre asuntos psicológicos se volvió fácil y descomplicado. Encuentras a personas que dicen, muy olímpicas, que muchos las buscan y ‘consultan’ porque siempre dan buenos consejos. Psicología express, a la carta. Y se cree que como las situaciones humanas las viven seres humanos, las vivencias son universales y si yo lo he vivido puedo orientar sobre el asunto: ¿así de simple?

Por eso las viejas creencias son tan creíbles porque son vivencias que ya se experimentaron y se transmiten de generación en generación, cual dogmas de fe. Como si el mundo estuviera congelado, así se vivió hace 100 años y hoy debería ser igual. ¿Dónde queda la evolución? ¿Nada cambia? ¿Dónde está el desarrollo de la Ciencia? Opinar es fácil y se ha convertido en una práctica generalizada sin medir sus peligrosas consecuencias.

Mientras, la nueva pandemia crece a pasos agigantados y se ‘contagia’ cual covic emocional. La desesperanza, el sinsentido de la vida, las expectativas frustradas, la felicidad que no aparece, el amor que pareciera ser un espejismo, los muertos y armas que se multiplican… y en la mitad un ser humano que no fue educado para esta clase de vida. ¿Para qué mundo preparamos si lo que se promete como respuesta no da resultados?

Las soluciones instantáneas, de tienda, pueden convertirse en paliativos que calmen el dolor inmediato, pero no conectan con la esencia del problema. Entonces, tendrás que convertirte en asiduo visitante de tienda, ‘ensayando’ productos que calmen tu angustia. Un libro, una palabra a tiempo, un seminario, pueden contribuir a mejorar temporalmente la situación. Pero es obvio que conectar con la causa de la angustia es más profundo, más lento y, a veces, más desgarrador.

Estamos hablando de tomar conciencia para lograr hacerte cargo de tu propia vida. El proceso de despertar conciencia no es fácil… en las tiendas de psicología el elemento conciencia no se consigue ‘al instante’ porque hay que construirlo, hay que gastarle tiempo. Pero sobre todo hay que estar dispuesto a revisar creencias y posturas ante la vida.

La pandemia de salud emocional, necesita conocimientos psicológicos que conecten con la conciencia, con la espiritualidad (no religión) con otras dimensiones y que no se agotan en el éxito, el dinero, el poder, el consumismo, la fama, la competencia. La conciencia no se consigue en una tienda: requiere un profesional que te ayude a despertar, que te acompañe en el proceso. ¡Nada fácil, pero no imposible!

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