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Los Cepedas y los Petros

La Sala absolvió, revocando los torcidos argumentos pasionales -que alimentan la política-, cuando el señor Cepeda, autor de esta infamia, gastó dinero entregando viajes y permanencias fuera de Colombia, y convocando testigos acomodados contra el expresidente Uribe.

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Armando Barona Mesa. Columnista.
Armando Barona Mesa. Columnista. | Foto: El País.

24 de oct de 2025, 01:55 a. m.

Actualizado el 24 de oct de 2025, 01:55 a. m.

Bueno, cuando registro la absolución de Álvaro Uribe Vélez, pienso que así tenía que ser. Porque fueron múltiples los errores -que se parecen más a un prevaricato- que en la Corte Suprema de Justicia se cometieron y condujeron a los magistrados, doctor José Luis Barceló a que validara abusivamente la prueba de interceptación del teléfono del expresidente, que por equivocación surgió de otro proceso; y al doctor César Reyes al abuso que incluía la detención del señor expresidente.

Entonces hice los comentarios pertinentes en mi columna en este periódico, con citas textuales que demostraban esos abusos y que, ciertamente el país conoce de modo suficiente, como también conoce que Uribe debió de renunciar a su curul del Senado para sustraer, a manos limpias, el expediente que le habían montado aquellos magistrados. El proceso entonces pasó, en su momento, a unas manos sanas y jurídicas.

Ah, también recuerdo que Barceló, en una declaración del señor Cepeda en la que el apoderado de Uribe lo interrogaba y le preguntó a este por su celular como prueba muy importante, sin ningún respeto por la justicia, le advirtió a aquel -Cepeda- que si enseñaba el adminículo, entraba en un grave peligro. Como si el magistrado hubiera sido el apoderado del inefable Cepeda.

Antier oí leer la sentencia de segunda instancia, que presentó el magistrado ponente en todos sus detalles, en los que agotó con una gran clarividencia jurídica el tema. Demostró que los argumentos de la primera instancia eran insustanciales y de poco estudio. Profundizó y estudió el comportamiento humano regular y elevó los cánones de la justicia a los niveles que el derecho persigue. Y por lo tanto la Sala absolvió, revocando los torcidos argumentos pasionales -que alimentan la política-, cuando el señor Cepeda, autor de esta infamia, gastó dinero entregando viajes y permanencias fuera de Colombia, y convocando testigos acomodados contra el expresidente Uribe. Incluso fue dada una finca a Deyanira Gómez, la esposa del testigo de cargo.

Ahora es Cepeda el que deambula por la ratonera midiéndose la presidencia y presentándose como el noble agente de la paz, sin que se recordara que su vida y carrera política circundaba los territorios de la guerrilla, como si él fuera uno más de ellos. ¡No, el país lo conoce y sabe que pertenece al partido comunista, así se camufle y diga que su bandera es solo la de la paz! ¡Vaya con sus mentirijillas!

Pero claro que en la boca del caimán de un Petro hecho al insulto, las mentiras y el atropello son lo propio, sin importarle un bledo los daños que pueda causar a la economía. Todo esto es groseramente provocado por el mismo Petro. Y se relame al sentirse a la altura mundial de los grandes personajes. Ya lo dijo con orgullo de narcisista, que era el colombiano más conocido, superando en fama a Pablo Escobar. Mas, ¿qué se vino encima? Bueno, no solo la pérdida de auxilios y la imposición de nuevos tributos o aranceles, que seguramente nos caerán golpeando brutalmente a nuestra industria, al empleo y al futuro, sino que, automartirizándose el energúmeno, piensa que ganará las elecciones a como sea. Incluso convocando una constituyente contra los dictados de la propia Carta Constitucional.

¿Quién realmente es Petro? Vale la pena leer su última entrevista con Daniel Coronel. Lo dice todo. Veamos: Univisión el 20 de Octubre. DC: “Su misión no es cambiar a Trump”. Petro: “No.” DC: “Su misión es buscar la mejor negociación posible para los millones de colombianos que dependen de esos empleos y esa economía”. Petro: “La humanidad tiene una primera salida y es cambiar a Trump. De diversas maneras: puede ser por el mismo Trump -la más fácil-; y si no, hay que sacar a Trump”. Y le dio un toque malicioso a su cara, mientras movía los dedos pulgar y del medio de la mano derecha, haciendo un chasquido o castañeta. Eso significa darle muerte. Más o menos lo que ocurrió con Miguel Uribe Turbay. Ese Petro es, por cierto, el enemigo verdadero.

ha desempeñado puestos públicos como juez del Circuito, Conjuez del Tribunal de Cali, Secretario de Gobierno de Cali y alcalde encargado, embajador de Colombia en Polonia y en la ONU. Ha sido delegado a varias conferencias internacionales como la OIT en Ginebra

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