Columnista

La misión de la esperanza

Hacemos presente el evangelio de la esperanza, aun en medio de las guerras, de los dolores, de las enfermedades, de la pobreza.

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Acciones que están prohibidas el Viernes Santo, según la Iglesia católica.
Los invito para que oremos, ‘sin desfallecer’ también por todos los misioneros de la Iglesia. | Foto: Getty Images

19 de oct de 2025, 01:18 a. m.

Actualizado el 19 de oct de 2025, 01:18 a. m.

Por Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali

En este domingo, el Señor Jesús “decía a los discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer”. Y les presentó el caso de una viuda que iba al juez para que le hiciera justicia, pero al este no hacerle caso le insistió hasta el cansancio, hasta que finalmente, más que por hacerle justicia, por ‘quitársela de encima’, el juez la atendió.

En los tiempos actuales, bien podía poner el ejemplo de tantos que, en los temas de salud, piden al sistema ser atendidos con rapidez y justicia, y al no encontrar ni citas, ni medicinas, tienen que entutelar hasta el cansancio, hasta que ‘por fin’ encuentran respuesta. Ha habido casos, se conocen públicamente, que recibieron respuesta ¡cuando habían fallecido!

Para la Iglesia esta situación duele y preocupa, pero lo que nos toca es consolidar la petición y enseñanza de Jesús de perseverar y sin desfallecer en la oración. Es lo que tenemos que hacer respecto de la paz, del cese de la violencia, de los desplazamientos, de los actos terroristas, de los asesinatos selectivos, realidades que nos afligen y crean, en muchos, sensaciones de desesperanza y temor.

Tenemos que volver a la súplica de los apóstoles de los domingos pasados: “Señor aumenta nuestra fe”, para que la pregunta que hace Jesús al final del texto de hoy encuentre respuestas positivas. Ante la desazón de muchos, pregunta Jesús “pero, cuando venga el hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”. Es la fe que se identifica con la confianza en Dios que no nos abandona. Es saber que él mismo hace historia con nosotros, y esa historia se hace misión.

Hoy en toda la Iglesia celebramos la 99º jornada mundial de las misiones. Un día especial para tomar conciencia de que todos los bautizados somos misioneros de la esperanza. El nuevo nombre de la Iglesia es misión. Hacemos presente el evangelio de la esperanza, aun en medio de las guerras, de los dolores, de las enfermedades, de la pobreza. La misión en la Iglesia ayuda a muchos a encontrar la plena realización de la existencia humana, conociendo a quien es el Camino, la Verdad y la Vida, a Jesús, el Hijo de Dios.

Los invito para que oremos, ‘sin desfallecer’ también por todos los misioneros de la Iglesia y por cada uno de los bautizados, para que realicemos plenamente el mandato de anunciar la Buena Nueva de Salvación. Los invito también para que sean muy generosos con la colecta que en cada parroquia se realiza hoy. Con esta colecta se ayuda a los territorios de misión del mundo y de Colombia. Se le hace llegar al Papa León XIV y él, a través de las Obras Pontificias Misionales, las retorna en buena parte a nuestro país, para ayudar a los Vicariatos en la Amazonía y el suroccidente colombiano.

Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.

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