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La bondad nos hace humanos

Es posible desafiar la visión cínica predominante.

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Carlos E. Climent
Carlos E. Climent | Foto: El País

24 de ago de 2025, 01:09 a. m.

Actualizado el 24 de ago de 2025, 01:09 a. m.

A pesar de estar viviendo un momento de la historia de la humanidad en el que prevalece el cinismo, la corrupción y la maldad, no podemos olvidarnos que la inmensa mayoría de los seres humanos no comparten esta visión tan negativa. Los que están haciendo más ruido, los líderes más poderosos, manifiestan un cinismo y un egoísmo que no va a prevalecer.

‘Esperanza para cínicos’, de Jamil Zaki, defiende la tesis de qué la bondad humana no es una idea utópica, sino una realidad que se manifiesta en nuestra vida cotidiana en muy diferentes y sorprendentes maneras. Argumenta que las personas están dispuestas a cooperar y ayudar a los demás, incluso cuando no hay un beneficio personal inmediato.

Muestra una variedad de ejemplos y experimentos de la bondad humana en acción. Desde la forma en que las personas responden a las crisis humanitarias, hasta las estrategias que sirven para que los desconocidos se ayuden mutuamente en situaciones de emergencia. Circunstancias que seguramente todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida.

A través de investigaciones científicas, este autor muestra que si bien el cinismo puede parecer una respuesta lógica a las injusticias del mundo, con frecuencia representa una visión distorsionada que no refleja la realidad de la naturaleza humana. Enfatiza que las personas subestiman la amabilidad y generosidad de los demás. Aclara que el escepticismo puede perpetuar problemas familiares y sociales, ya que al esperar lo peor de las personas tendemos a aumentar nuestros niveles de rabia y ansiedad y a provocar en los demás sentimientos y comportamientos negativos. Propone el concepto de “escepticismo con esperanza”, mediante el cual podemos analizar críticamente nuestras relaciones con otras personas, para entenderlas mejor y reconocer sus virtudes. Tal actitud puede equilibrar nuestra percepción de la naturaleza humana, y contribuir a la construcción de un mundo en el que prevalece un espíritu de cooperación y confianza.

En mi práctica clínica, he observado con frecuencia que las personas generosas y amables tienden a estar relativamente libres de patología. En evidente contraste con las personas amargadas y agresivas, cuya constante evaluación negativa de su mundo circundante, invariablemente se acompaña del aislamiento social y afectivo y de un sinnúmero de trastornos físicos y emocionales.

Zaki sostiene que la cooperación y la reciprocidad están programadas en nuestros genes y han sido fundamentales para la supervivencia de nuestra especie. Y concluye que lo que nos hace humanos es la bondad, la cual tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y física, y es esencial para nuestra felicidad y bienestar.

Como ejercicio para preservar la salud y vivir mejor, además de comenzar el día sonriendo, sugiero para nuestras conversaciones cotidianas, que no nos dejemos tentar del inagotable menú de tragedias, enfermedades, temas oscuros, críticos o preocupantes. Y, en cambio, optemos por dejarnos sorprender por los maravillosos efectos de un comentario amable.

Carlos E. Climent es médico de la Universidad del Valle y psiquiatra de la Universidad de Harvard. Durante30 años trabajó en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad del Valle, y durante 20 se desempeñó como miembro del Panel de Expertos en Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud.

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