Columnistas

Independencia sin gritos

Independencia, hoy, es tener criterio propio. Es construir país, en vez de fracturarlo. Es pensar distinto, sin dejar de respetar.

Paola Andrea Gómez.
Paola Andrea Gómez. | Foto: El País.

19 de jul de 2025, 11:54 p. m.

Actualizado el 19 de jul de 2025, 11:54 p. m.

Hoy, cuando Colombia celebra un año más de su independencia, esa palabra parece quedarse en los actos cívicos y no en la vida cotidiana. La esencia democrática de pensar y expresarse con libertad se diluye en un país cada vez más polarizado, donde la calma se interpreta como tibieza y el diálogo como debilidad. En un ambiente donde se exige tomar partido con estridencia, pensar con matices, escuchar sin gritar, disentir sin agredir, se ha convertido en una utopía.

Las componendas son regla en una democracia que hoy designa a sus nuevos presidentes de Cámara y Senado, en el último año de la actual legislatura y cuando al Presidente le restan un año y 18 días de mandato. Son pocos quienes sobreviven en las corporaciones públicas solo por sus resultados, y los vientos de cambio se diluyen en acuerdos y silencios convenientes, que en ocasiones se tornan más en una puesta en escena teatral, donde denuncias ciertas y verdades necesarias pierden protagonismo, en medio de frases llamativas para el rating y el divisionismo.

Hay una corresponsabilidad en todo ello; nos lavamos las manos pensando que tenemos la razón y alineándonos en una de las dos orillas, en lugar de ser conscientes de los grandes problemas que necesitan resolverse y que trascienden el sentirse parte de los seguidores o los opositores. Esta semana vivimos un capítulo más, tras un discurso en el que hubo mucha dramaturgia, pero también realidades innegables que explican los problemas que hoy padecen miles de colombianos, por los desgreños al sistema de salud.

Nos mantenemos expectantes al grito para reaccionar a favor o en contra de él; incluso, el atentado a un precandidato presidencial sirvió más para seguir polarizando que para unirnos en torno a la oración, por lo que debería ser el más sagrado de los derechos: la vida. No es de izquierdas, ni derechas, no es de malos y buenos. A cada quien le asiste la legítima elección de sentirse a gusto o no con las ideas de turno, pero enceguecerse y preferir el insulto no es el camino para un país con tantas necesidades y tanta historia de conflicto.

Les ha faltado nobleza a nuestros gobernantes y políticos para deponer los odios. Les ha faltado verse al espejo de la autocrítica y renunciar a sus conveniencias para ver más allá de sus narices y escuchar a la gente del común. Mientras, en medio hay una Colombia oculta, invisibilizada y ávida de atención, que tendría una mejor suerte de no ser por los descalabros y los carteles, hasta de la hemofilia, especialistas en desgreñar los recursos y entregar migajas a los enfermos.

En un país con más de 21 millones de personas en condición de pobreza, con brechas históricas aún abiertas, el debate público no puede reducirse a hashtags o frases incendiarias. Necesitamos una política que escuche y entienda. Que no transforme el desacuerdo en odio, ni convierta la independencia en soberbia.

La ciudadanía debe exigir y tener una mejor conversación pública: más datos, menos ataques; más escucha, menos dogmas. El legado de esta etapa no puede ser el de una democracia erosionada por la división. La historia no necesita más héroes que gritan, sino una ciudadanía y dirigentes que dialogan, que suman, reconocen sus errores y saben ceder, sin perder principios.

Independencia, hoy, es tener criterio propio. Es construir país, en vez de fracturarlo. Es pensar distinto, sin dejar de respetar. Es entender que la diferencia no se desaprueba: se escucha, se valora, se debate con argumentos. Miremos hacia adelante con memoria y madurez. Porque la verdadera independencia se ejerce en paz, con respeto, responsabilidad y palabras que abran caminos.

@pagope

Comunicadora Social - Periodista y Docente de la Universidad Autónoma de Occidente. Caleñísima. Con 26 años de experiencia en una sala de redacción. Entiende el periodismo como una pasión, pero sobre todo, como una manera de transformar y servir a la sociedad. Ciudad, paz, género y niñez, los temas que le apasionan.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Columnistas