Columnista
Hacia el mundo de la luz
Tu legado del arboreto en el bosque húmedo tropical seguirá siendo sitio de estudio y de admiración por visitantes y estudiantes.
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17 de oct de 2025, 01:28 a. m.
Actualizado el 17 de oct de 2025, 01:28 a. m.
Álvaro, querido, estarás feliz, allá, sembrando semillas en las estrellas. Ese era Álvaro Calonje Daly, el maestro, paisajista, artista y amigo, que esta semana hizo su transición al mundo de la luz. Álvaro nos deja un gran vacío, su sentido del humor, su simpatía, sus ideas a veces estrafalarias, por tantos años compartidas en reuniones, viajes y cumpleaños no serán olvidadas ni sepultadas. Los seres trascendentales no se entierran, sino que se siembran, y por eso, Álvaro, el árbol de punta de guayaba que llevaste en la semana antes de emprender tu viaje hacia el destino incierto será colocado en el sitio que escogiste, mirando hacia el oriente, recibiendo el sol del medio día, la lluvia y la niebla del bosque húmedo tropical que tantas veces disfrutaste en tus visitas al arboreto. Allí, crecerá un árbol gigante para siempre recordarte.
40 años de amistad y de enseñanzas, historias ciertas o creadas que luego aprendí a repetir con hipérbolas y adjetivos. Las palmeras, cuyo nombre latino nunca pude pronunciar, y las bauticé ‘gorila’, pues de jóvenes llenaban sus troncos de pelos y espinas y luego crecían esbeltas y gigantes por encima de ceibas y guayacanes. Nos contaste que un médico soñador norte americano, un día decidió dejar su profesión y familia e irse a una isla remota donde existían las palmeras ‘gorila’. Estuvo allá 15 años aislado y ermitaño esperando los frutos de su aventura. Finalmente, cuando regresó con ellas, sus hijos ya casados no se acordaban de él. Su esposa era ahora la de su mejor amigo y no había ya ni consultorio ni bienes a su nombre. Decidió entonces comercializarlas y tú compraste 4 que ahora ya tienen una fortuna de frutos germinados.
También nos contaste cuando llegaron a tu casa un grupo de afrocolombianos que venían de Guapi, donde el sacerdote católico Calonje había dejado sus semillas antes de volarse con tu bisabuela blanca. Y cómo tu papá, muy apenado con ustedes, tuvo que aceptar la cruenta verdad y compartirla con la familia, eran descendientes de un misionero católico que nunca creyó en el celibato.
Tu legado del arboreto en el bosque húmedo tropical seguirá siendo sitio de estudio y de admiración por visitantes y estudiantes. Durante la COP16, lo catalogaron como de lo mejor de Latinoamérica. Los jardines del camino a Cristo Rey tendrán tu gran huella creativa para generaciones venideras, hoy un sitio obligado para visitantes y turistas en la ciudad de Cali. No puedo dejar de mencionar la arborización de la Eco-aldea Nashira que cambió su microclima por los árboles que sembramos y que hoy producen una variedad de frutas exóticas, bautizadas por las mujeres de Nashira como las ‘alvarinas’.
Hoy nos duele pensar que no llegarás más a la cocina con verduras y hortalizas a preparar tu ensalada favorita y que no escucharemos tus anécdotas ni los nuevos nombres de las matas del arboreto. Adiós, amigo, te extrañaremos, pero sé que estás bien.
Profesión Abogada, PhD en Gobierno de la London School of Economics. Fue directora del programa de TV el Agora y la Lupa. Miembro de La Comisión Preparatoria sobre Administración Pública de La Asamblea Nacional Constituyente 1991. Promotora y madre del Artículo 40 de la Constitución o Ley de cuotas 1991. Miembro del Comité Asesor de Poder de El País 2010. Escribe para el periódico desde el 2005.