El poder transformador de los POT

En los últimos tiempos, Cali ha experimentado una notable transformación. Con el cambio de gobierno se percibe más ordenada y limpia. La actitud positiva de los ciudadanos hacia el cambio, junto a la expectativa por el desarrollo de la COP16 a finales de este año, construye un ambiente con visión de futuro y una energía renovada. Este cambio subraya la importancia de una herramienta vital en la planificación urbana: el Plan de Ordenamiento Territorial POT.

Los POT, instrumentos de planificación que regulan el uso del suelo y orientan el desarrollo urbano y rural, son fundamentales para alcanzar un crecimiento equilibrado y sostenible. A través de ellos, se busca no solo el desarrollo económico, sino la conservación del medio ambiente y el bienestar social.

Ciudades como Curitiba, Copenhague, y Singapur han demostrado que una planificación urbana estratégica puede conducir a un desarrollo sostenible y mejorar significativamente la calidad de vida de sus habitantes. Por ejemplo, Curitiba, orientada hacia un innovador sistema de transporte público, y Copenhague, transformada en una urbe amigable para los ciclistas, se destacan por sus esfuerzos en planificación. En el ámbito local, ciudades como Medellín o Barrranquilla han mostrado cómo la integración social y urbana a través de proyectos de infraestructura puede revitalizar la ciudad y fortalecer el tejido social.

Para Cali, el desafío es similar pero único en su contexto. La ciudad necesita un POT que refleje su visión de futuro, incluyendo la participación ciudadana, el análisis multidisciplinario y la gestión del riesgo, entre otros aspectos cruciales.

El impacto del POT en el desarrollo de Cali va más allá de la planificación física. Se trata de crear una ciudad inclusiva, donde todos tengan acceso a servicios básicos y espacios públicos de calidad; una ciudad resiliente, preparada para enfrentar los desafíos del cambio climático y los riesgos naturales; y una ciudad que fomente el desarrollo económico y la innovación.

Este año es de transformaciones: se cambia de gobierno, se cambia de plan de desarrollo, se cambia la cultura ciudadana, y se debe cambiar el POT, que ofrece una oportunidad única para reimaginar el futuro de Cali. Con la ciudad mostrando signos de recuperación y una energía positiva palpable, es crucial capitalizar este momento para desarrollar un POT que no solo aborde los desafíos actuales, sino que también allane el camino hacia un futuro sostenible.

Como ciudadanos de Cali, tenemos una voz y un papel que desempeñar en este proceso. Debemos participar activamente, aportar nuestras visiones y aspiraciones para la ciudad, y colaborar en la construcción de un POT que refleje la Cali que todos deseamos. No se pueden dejar de lado mecanismos de monitoreo y evaluación que aseguren su cumplimiento y relevancia a lo largo del tiempo. Hagámosle seguimiento a la gestión del nuevo gobierno, que debe representar nuestros intereses, pero sin perder de vista que eso incluye nuestra participación activa en la toma de decisiones y en la construcción de proyectos. No nos limitemos a criticar, aprovechemos esta oportunidad para aportar en la construcción de una mejor ciudad para todos.

No es solo tarea de los gobernantes diseñar y aplicar el POT; es nuestra responsabilidad como ciudadanos involucrarnos, aportar nuestras voces y acciones para modelar la ciudad que anhelamos. Debemos reclamar y hacer seguimiento de los espacios de participación que debe ofrecer la alcaldía para este fin. Este es el momento de dejar de ser espectadores y convertirnos en actores clave del cambio, impulsando un desarrollo que nos beneficie a todos. Participar en el diseño y la implementación del POT es forjar el Cali del mañana: un lugar donde la sostenibilidad, la inclusión y la innovación no sean solo ideales, sino realidades cotidianas. Levantemos la voz, aportemos ideas y trabajemos juntos por un Cali que nos llene de orgullo. La ciudad que soñamos es posible; hagámosla realidad.