Columnistas
El embajador y su asesora
Mójese, escoja, este grave novelón no nació del periodismo, que se lo encontró; salió de la cúpula del gobierno de Petro
Cuando dos personajes del poder se enfrentan, se escoge uno para apoyarlo. ¿Cuál escogió usted entre Benedetti y Laura Sarabia, la secretaria del presidente Petro? Mójese, escoja, este grave novelón no nació del periodismo, que se lo encontró; salió de la cúpula del gobierno de Petro, del influyente Armando Benedetti, hábil levantándoles millonadas, propagandas y miles de votos.
Y de los rincones palaciegos voy a dos voces del alto poder: el presidente Petro y el señor ministro de la Defensa, Iván Velázquez, ellos afirmaron que el coronel de la Policía murió por suicidio y aún está para confirmar, pero hay fuertes indicios.
Un prócer del petrismo, antes de la Juco, Juventud Comunista, opinó: “Les creeré a los de balística y criminalística”. ¿Catorce días y aún no tienen el resultado? Penoso, somos país del tercer mundo.
El sereno y calmado Coronel deja una viuda y dos pequeñas hijas. Seguirán los run-runes y rumores de los inquietos y lectores de novelas policiacas. No opino de ese posible suicidio porque estoy muy viejo para escribir boberías sobre un caso delicadísimo ligado al palacio presidencial. Punto.
Isabel Allende, regia escritora chilena, 77 años, sobrina de mi admirado presidente Salvador Allende, casada cuatro veces, millones de libros vendidos, interesante biografía y exilada en California por años, ahora vive en Chile. Decía Isabela Allende que hay rabietas caras, hay gentes con notoriedad pública que se descarrilan en una discusión y la rabieta les trae problemones. Muy aplicable al fogoso político costeño Armando Benedetti que se salió de los chiros, lanzó madrazos a la redonda, acusaciones en circunferencia, vainazos a varios notablones del establecimiento y le tocará pagar abogados y en su defensa. Todo porque Petro se demoró tres horas en recibirlo en su despacho. Los señorones con poder son impacientes, están acostumbrados a que les abran las puertas con un “Bienvenido doctor… aquí estamos a su mandar”.
Benedetti quemó las naves en su ‘estallido verbal’ parodiando el llamado ‘estallido Social’ que fue preparado durante meses y muy bien calculado, un ‘golpe casi duro’ porque vimos hubo miles de comandos encapuchados lanzando ladrillazos y destruyendo el trasporte. Hasta el Washington Post, diario gringo de alto vuelo, dice que el gobierno marcha muy regular y con escándalos. Muy frescos los del Eln al pedir millonadas para sostenerse. ¿Usted apoya eso? Opine. A suplicar lluvias porque puede llegarnos un apagón total que sería el despelote económico total.