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HONDURAS

Presidente de Honduras niega que su país sea un "narco estado" tras condena a su hermano

Una corte de Nueva York condenó al hermano del mandatario señalado por narcotráfico.

17 de octubre de 2019 Por: Agencia EFE
Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras | Foto: EFE

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, rechazó este jueves "contundentemente" que su país sea un "narco-Estado" como se le ha señalado en el juicio por narcotráfico contra su hermano Juan Antonio Hernández en una corte del Distrito Sur de Nueva York.

"Rechazo contundentemente, en nombre del pueblo hondureño, los injustos y falsos señalamientos de que Honduras es un Estado que patrocina el narcotráfico o es un narco-Estado", dijo el gobernante en un mensaje a sus compatriotas desde la Casa Presidencial en Tegucigalpa.

Agregó que, "todo lo contrario, Honduras ha sido víctima del tráfico de drogas que se produce en el sur y se consume en el norte. Es el país que ha puesto los muertos en esta sangrienta lucha provocada por esta actividad delictiva de los carteles".

Señaló además que como Gobierno y presidente ha respetado el proceso legal de EE.UU. contra su hermano, el exdiputado Juan Antonio Hernández, en muchas instancias aceptando guardar silencio para evitar cualquier percepción de una injerencia en el desarrollo del juicio.

El mandatario resaltó que su Administración se comprometió y ha logrado convertir a Honduras en un territorio hostil para los narcotraficantes y que eso lo han reconocido el exembajador de EE.UU. James Nealon, en febrero de 2015.

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También han reconocido esa lucha de Honduras otras autoridades de Estados Unidos, como el Comando Sur, el Departamento de Estado y la Agencia Antidrogas (DEA), que en varias ocasiones, de manera privada y pública, "han felicitado a nuestro Gobierno, a las instituciones hondureñas por su ejemplar lucha contra el crimen organizado".

"Recalcamos que Honduras, lejos de ser un narco-Estado, es el país que pasó de ser el puente del 80 por ciento de las drogas que llegaban a Estados Unidos en el año 2011, a ser el país de Centroamérica donde menos droga transita con solo el 3 por ciento, esto afirmado no solo por autoridades hondureñas, sino por las mismas agencias de Estados Unidos que combaten las drogas", indicó.

Sobre el caso de su hermano, expresó que en el plano personal ve "el dolor y angustia" de su familia.

Hernández reiteró que no se detendrá en su "lucha por hacer lo que tengamos que hacer para recuperar la paz y la tranquilidad de nuestro pueblo".

El gobernante recordó que al asumir el poder fue "claro" con sus "familiares, amigos, correligionarios o allegados", en el sentido de que no fueran a pedirle "favores al margen de la ley, y que cada uno es responsable por sus actos".

"No lo he hecho, ni nunca lo haré. Esa es otra promesa que mantengo frente al pueblo hondureño. Como lo he dicho repetidamente, nadie está por encima de la ley, pero también nadie puede ser condenado de antemano sin ser vencido en juicio. El estado de inocencia es un principio fundamental de la justicia", acotó.

De su hermano, también señaló que desde que trascendieron "los rumores" de que estaba involucrado en actividades sobre narcotráfico, le pidió "que fuera a presentarse y diera la cara ante las autoridades de Estados Unidos".

"Para ese fin, le solicité al entonces embajador de Estados Unidos en Honduras, James Nealon, (que) gestionará la cita ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, sin pedir ninguna condición o garantía para mi hermano", agregó.

El presidente confía en que la Justicia prevalecerá en el juicio contra su hermano y que el jurado tenga "la capacidad de diferenciar entre la verdad y las muchas mentiras de los narcotraficantes" que han atestiguado contra Juan Antonio Hernández.

Los narcotraficantes han declarado en el juicio que se inició el pasado día 2 "a pesar de ser criminales y asesinos confesos, con afán de vengarse de quienes los han perseguido y sobre todo buscando rebajar sus penas, recibir beneficios para sus familias y protección de parte de sus bienes adquiridos a costa de la sangre de muchos hondureños", dijo el mandatario.

"En lo que a mí se refiere directamente, hemos oído tantas mentiras, tan evidentes. Por ejemplo, encontraron una foto de un arma con mi nombre, y el narcotraficante y asesino confeso Ardon (Alexander) juró que vio el arma en la mano de mi hermano en el año 2013. Primero, el arma entró al país hasta dos años después, el 19 de diciembre del año de 2015 y segundo, desde ese momento se encuentra en custodia en Guardia de Honor Presidencial", acotó.

Según Hernández, los narcotraficantes hondureños extraditados a Estados Unidos o que se entregaron en ese país, sabían que si se quedaban en Honduras iban a ser capturados y no iban a tener posibilidad de llegar a ninguna negociación que les asegurara penas leves, que les regresarán sus bienes o beneficios para su familia.

"La prueba son los más de 24 extraditados y otra docena que se entregaron a Estados Unidos. Esos delincuentes que eran amos y señores de regiones enteras del país, no iban a tomar esa decisión tan radical si no hubieran estado seguros que su tiempo había terminado y no iban a poder negociar nada y además fracasaron en múltiples intentos de quitarme la vida", indicó el presidente.

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