Papa Francisco sigue estable, pero con pronóstico reservado según el último parte médico; fieles oran por su recuperación en la Plaza de San Pedro

El papa Francisco, cuyo estado de salud es “estable” tras sufrir una crisis respiratoria el viernes, pasó una noche “tranquila”, informó este domingo el Vaticano, cuando se cumplen 17 días desde su hospitalización en la clínica Gemelli de Roma.

La salud del Papa Francisco sigue siendo estable, pero bajo pronóstico reservado. “La noche fue tranquila. El Papa todavía descansa”, dice la Santa Sede en un breve comunicado emitido en la mañana de este domingo.

Asimismo, Francisco anuló ayer sábado su audiencia con motivo del Jubileo y tampoco participará en la misa del Miércoles de Ceniza, el 5 de marzo, ceremonia importante para los católicos que marca el inicio de la Cuaresma.

Desde su hospitalización el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía, el jesuita argentino de 88 años, no ha realizado ninguna aparición pública y tampoco dirigió este domingo el Ángelus, por tercera semana consecutiva. Sin embargo, miles de fieles se agrupan a las afueras de la Plaza de San Pedro para orar por su salud y su pronta recuperación.

El viernes saltaron de nuevo todas las alarmas, cuando el líder religioso de 1400 millones de católicos en el mundo sufrió una crisis respiratoria de “broncoespasmo”, que empeoró su estado de salud, tras días de mejorías.

Ante esta situación, los médicos que lo atienden se dieron un tiempo de espera de dos días el sábado y el domingo, para evaluar el impacto de esta nueva recaída en su estado de salud.

El primer Papa latinoamericano no registró desde entonces nuevas crisis y mantiene su tratamiento basado en alternar “ventilación mecánica no invasiva con largos períodos de oxigenoterapia”, junto a la “fisioterapia respiratoria”, indicó el informe del sábado.

Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron la salud de Jorge Bergoglio en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.

Pero los problemas de salud que lo aquejan vienen de tiempo atrás. A los 21 años, Jorge Bergoglio estuvo a punto de morir de una pleuresía y los médicos tuvieron que extirparle parte del pulmón derecho. “El mundo entero está preocupado. Prácticamente todo el mundo está pendiente de estas ventanas”, dijo a la AFP la italiana Cristina Funaro a la entrada del hospital Gemelli.

Asimismo, debido a su sobrepeso sufre dolores de rodillas que lo obligan a usar silla de ruedas desde 2022.

Ante las cámaras de todo el mundo, los fieles siguen acudiendo a encender velas y rezar por su salud a los pies de la estatua de Juan Pablo II, a la entrada del centro, donde se acumulan flores, dibujos y globos.

La situación ha reabierto además los interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones, máxime cuando el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de un problema grave que pueda afectar a su lucidez.