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Insólito: mujer vivió más de 40 años con un feto en su vientre
De acuerdo con las primeras versiones, la mujer tampoco se enteró que había estado embarazada.
Ciudadanos del Estado de Durango, en México, se encuentran consternados, luego de que se hiciera pública la historia de una mujer de 84 años, a quien le encontraron un feto momificado en su vientre desde hace más de 40 años.
De acuerdo con algunos medios mexicanos, la mujer acudió al médico tras sentir un fuerte dolor abdominal, por lo que le realizaron los estudios de rutina y fue allí donde evidenciaron los restos del bebé, de quien al parecer la mujer nunca tuvo conocimiento de que había estado embarazada.
Al parecer, el insólito caso tuvo lugar en la Clínica No.1 del Estado de Durango, sin embargo, el centro de salud, no quiso confirmar el caso.
Así las cosas, se trataría de un embarazo ectópico que se momificó, cuando el feto tenía 40 semanas de gestación, pero nunca le provocó problemas de salud, por lo que pudo seguir con su vida normalmente, hasta ahora, 40 años después.
Este tipo de casos, es denominado en la medicina, como litopedia; proceso que se genera cuando un óvulo fertilizado se adhiere a un lugar fuera del útero. Pese a esto, el feto crece, pero no puede sobrevivir al no contar con el lugar y las condiciones suficientes.
Por esta razón, el cuerpo humano lo identifica como un objeto extraño y se protege envolviéndolo con calcio y lo que se explicaría como el proceso de momificación. Cabe señalar que en el mundo solo se han registrado 300 casos de litopedia.
Extraen viva una lombriz intestinal de 8 centímetros del cerebro de una mujer
Una lombriz parásita usualmente encontrada en serpientes fue retirada “viva y coleando” del cerebro de una mujer, algo que no se había visto en los registros médicos, informaron este martes médicos australianos.
Desconcertados, los médicos realizaron una resonancia magnética a una mujer australiana de 64 años después de que comenzara a sufrir lapsos de memoria y notaron una “lesión atípica” en el frente de su cerebro.
Era una lombriz de ocho centímetros llamada Ophidascaris robertsi, que según investigadores son parásitos comunes en canguros y pitones diamantina pero no en humanos.
“Este es el primer caso humano de una Ophidascaris en el mundo. Hasta donde sabemos, es también la primera vez que aparece en el cerebro de una especie de mamífero, humano o no”, afirmó el experto en enfermedades infecciosas Sanjaya Senanayake.
Los investigadores creen que la mujer se infectó después de buscar arbustos comestibles cerca de su casa que podrían haber estado contaminados con larvas parasitarias diseminadas en las heces de las serpientes.
“Nunca es fácil o deseable ser el primer paciente del mundo para nada. No puedo enfatizar más nuestra admiración por esta mujer que ha mostrado paciencia y coraje en el proceso””, indicó Senanayake.
Esto es lo primero que siente una persona que sufre de parásitos intestinales
Los parásitos son organismos que viven a expensas de otros seres vivos, utilizando sus cuerpos como hospedadores para sobrevivir y reproducirse. Aunque a menudo se asocian los parásitos con regiones tropicales y condiciones precarias de higiene, la realidad es que pueden afectar a personas en todo el mundo.
Algunos de los parásitos más comunes incluyen la Giardia, la Ameba y varios tipos de gusanos intestinales. Estos organismos pueden ingresar al cuerpo a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados, contacto con áreas infectadas o incluso a través de picaduras de insectos portadores.
Síntomas de una infección parasitaria
La presentación de síntomas varía según el tipo de parásito involucrado y la gravedad de la infección. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Problemas gastrointestinales: Diarrea persistente, náuseas, vómitos, dolor abdominal y cólicos pueden ser indicativos de una infección parasitaria en el sistema digestivo.
- Cambios en el apetito y peso: Los parásitos pueden interferir con la absorción de nutrientes, lo que podría llevar a una pérdida de peso inexplicada o, en algunos casos, a un aumento de peso debido a la inflamación.
- Fatiga y debilidad: La presencia de parásitos puede provocar una sensación constante de fatiga, debilidad y falta de energía.