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Donald Trump se mofa de líderes mundiales y presume del poder de sus aranceles
En tono burlón y provocador, el presidente estadounidense asegura que decenas de países le ruegan por acuerdos mientras entran en vigor los nuevos gravámenes.

Jesús Adolfo Chacín Silva
9 de abr de 2025, 02:26 p. m.
Actualizado el 9 de abr de 2025, 02:26 p. m.
Con una sonrisa altiva y el aplauso de su círculo republicano, Donald Trump volvió a mostrar su estilo más abrasivo. No solo anunció con orgullo la entrada en vigor de su nuevo arsenal de aranceles punitivos, sino que se burló sin reservas de los líderes mundiales que, según él, están rogando clemencia para evitar el impacto de sus medidas. “Me están besando el trasero”, lanzó ante la élite conservadora, en un acto que combinó recaudación de fondos con humillación diplomática.
Los aranceles recién activados representan un nuevo capítulo en la estrategia comercial agresiva del mandatario. Se trata de medidas que golpean con especial dureza a China, imponiendo un arancel del 104 % a sus exportaciones, mientras que la Unión Europea enfrenta un 20 % y otros países recibirán cargas que oscilan entre el 10 % y el 50 %. El impacto económico es global, pero la retórica presidencial se ha centrado en el espectáculo político.
🇺🇸 | "Estos países nos están llamando. Me están besando el culo".
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) April 9, 2025
Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
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Trump relató entre carcajadas cómo mandatarios extranjeros lo han llamado suplicando un acuerdo: “‘Por favor, por favor, señor, haré lo que sea’”, dijo imitando voces ficticias con sarcasmo. Aseguró que más de 70 países están en contacto con Washington, “rogando por entrar en la lista buena”, mientras él presume de estar “haciendo una fortuna” para Estados Unidos.
Las declaraciones llegan en medio de un contexto internacional tenso, con mercados que ya muestran signos de inestabilidad, precios disparados y una posible recesión en el horizonte. El mismo presidente reconoció que productos como los iPhones podrían alcanzar precios de hasta 2.300 dólares, y que los autos importados podrían encarecerse en más de 20.000 dólares.
Pero quizás el blanco favorito de Trump sigue siendo China. Aseguró que Pekín está “desesperado” por negociar, pero “no sabe cómo” y se niega a reconocer que está acorralado. “Estamos esperando su llamada, llegará”, dijo con tono triunfalista, mientras sus asesores alimentan la idea de que esta ofensiva logrará restablecer la supremacía económica estadounidense.
La guerra comercial, sin embargo, no solo afecta a rivales. Aliados históricos, como algunos países europeos, se han mostrado perplejos ante la política arancelaria de Trump. Incluso Elon Musk, CEO de Tesla, ha criticado duramente la estrategia y tildado de “imbécil” a Peter Navarro, principal ideólogo de los gravámenes.

Su mensaje al mundo es claro, aquellos países que no se alineen con su visión de comercio justo y beneficioso para Estados Unidos deberán prepararse para enfrentar medidas económicas severas, diseñadas para proteger lo que él considera los intereses estratégicos de su nación.
Jesús Adolfo Chacín Silva
Comunicador social y periodista de la Universidad Antonio José Camacho. Tecnólogo en Producción Audiovisual y técnico en Diseño e Integración Multimedia del SENA, además de especialista en Fotografía Publicitaria. Experiencia en periodismo de campo frente a cámara, redacción web y gestión de redes sociales
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