Crisis en Pakistán: rebeldes secuestra un tren con más de 450 pasajeros

La provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, se encuentra en máxima tensión tras el secuestro de un tren por parte de milicianos separatistas del Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB). Según las autoridades, los insurgentes tomaron como rehenes a más de 450 pasajeros y dejaron herido al conductor del tren.

El asalto ocurrió este martes en una zona montañosa cercana a la ciudad de Sibí, un territorio estratégico para los rebeldes baluches, pues su difícil acceso les permite mantener posiciones fortificadas. Un funcionario de los servicios ferroviarios de Pakistán, Muhammad Kashif, confirmó el secuestro a la agencia AFP, señalando que el tren quedó detenido antes de ingresar a un túnel rodeado de montañas, lo que ha complicado las labores de rescate.

El Ejército de Liberación de Baluchistán, el grupo separatista más activo de la región, reivindicó el ataque y emitió un comunicado con sus exigencias. En el mensaje, los insurgentes advirtieron que ejecutarán a los rehenes si el gobierno de Pakistán no detiene de inmediato los bombardeos en Baluchistán y retira a las tropas desplegadas en la zona.

Las fuerzas de seguridad paquistaníes han desplegado un operativo militar de emergencia para tratar de recuperar el control del tren y garantizar la seguridad de los pasajeros. Mientras tanto, los hospitales de la región han sido puestos en estado de alerta ante la posibilidad de enfrentamientos entre las tropas y los insurgentes.

Un conflicto histórico

El secuestro del tren es la más reciente escalada en el conflicto entre el gobierno de Pakistán y los separatistas baluches. Baluchistán, la provincia más grande y rica en recursos naturales del país, ha sido escenario constante de una insurgencia durante décadas. Los rebeldes exigen autonomía o independencia, alegando que el gobierno central explota sus recursos sin beneficiar a la población local.

A lo largo de los años, el ELB ha perpetrado numerosos ataques contra fuerzas de seguridad, infraestructura gubernamental y civiles. En noviembre de 2024, una explosión en una estación de tren en Quetta dejó al menos 25 muertos y 50 heridos, un ataque que también fue atribuido a este grupo separatista.

Las autoridades de Pakistán han condenado enérgicamente este nuevo ataque y han reafirmado su postura de no ceder ante las exigencias de grupos terroristas. Sin embargo, la comunidad internacional observa con preocupación y dudas la situación, mientras los familiares de los rehenes esperan con angustia una pronta resolución sin derramamiento de sangre.