Tres heridos en los ataques a la Fuerza Pública en Inzá, Cauca; ahora buscan la forma de evacuarlos de la zona

En todo un reto se convirtió para las autoridades evacuar del municipio de Inzá a los dos policías y el civil que resultaron heridos en el feroz ataque que disidentes de las Farc ejecutaron contra la fuerza pública en esta parte del oriente caucano.

A pesar de que los hechos sucedieron en la noche de este jueves 12 de junio, este el momento que los lesionados aún no son trasladados a un centro asistencial porque sencillamente no hay condiciones de seguridad para adelantar el respectivo trasladado.

“No hay por ahora condiciones para que la misión médica movilice a los lesionados ni para La Plata, Huila, menos para Popayán, por eso reciben atención médica básica en la estación en el caso de los policías y el civil también asistido por la misma comunidad”, reportan líderes indígenas de este municipio.

De hecho, y como lo reportan los pobladores, se registra una alta presencia de disidentes del frente Dagoberto Ramos de las Farc sobre todos los corredores de acceso a este municipio, de ahí el temor que los policías heridos sean atacados de nuevo en el trasladado que se adelante hacia centro asistenciales del Huila o de la capital del Cauca.

“Se trata del señor intendente Yolman Baldomero, de 43 años de edad y la patrullera María Angélica Giró, quienes terminaron impactado por disparos de fusil en medio de los combates que se formaron tras el ataque a la estación de Policía”, explicaron integrantes del Ejército al explicar que también una base militar de la zona fue atacada en esa misma noche.

Además, existen condiciones climáticas difíciles en la zona, lo que impide el arribo de aeronaves por el momento, de ahí que los heridos son atendidos por los compañeros y miembros de la comunidad, en medio de un ambiente marcado por la tensión por la posibilidad de más ataques a la estación de Policía.

Y es que este hecho se presenta en medio de la seguidilla de ataques de las disidencias de las Farc a la fuerza pública como retaliación por la neutralización o muerte en combates de alias David Arenas o Cholinga, jefe de ese grupo armado al margen de la ley.

Por eso las autoridades de Popayán y demás municipios de esta zona del país tomaron una serie de medidas, como toque de queda y ley seca, esto como forma de velar por la seguridad de las comunidades asentadas en estas poblaciones del suroccidente del país.