Jackson Solarte Chunatá y Jesús Chávez Quenguan, los dos funcionarios de la UNP asesinados en Ricaurte, Nariño

A través de un comunicado de prensa, los funcionarios de la alcaldía de Ricaurte, Nariño, lamentaron la muerte del líder indígena Aurelio Araujo Hernández y de los funcionarios de la UNP, Jackson Orlando Solarte Chunatá y Jesús Albeiro Chávez Quenguan.

Como es de recordar, las víctimas fueron atacadas con arma de fuego y luego incineradas cuando se movilizaban por la zona rural de esta población del pie de monte costero de ese departamento.

“Hoy despedimos con tristeza a dos valiosos seres humanos. Desde la Alcaldía de Ricaurte expresamos nuestras más sinceras condolencias por el fallecimiento de Jackson Orlando Solarte Chunatá y Jesús Albeiro Chávez Quenguan, quienes hacían parte del esquema de seguridad de Aurelio Araujo Hernández, Coordinador general de Camawari. Que su memoria permanezca viva en el corazón de quienes los amaron”, reza el comunicado de la alcaldía de esa población, cuyas comunidades están aterrorizadas por la forma cómo ejecutaron este hecho.

De ahí que el mandatario de este municipio, José Ricardo Benavides Morán, pidió tanto a las autoridades competentes y organizaciones humanitarias adelantar las correspondientes acciones para establecer los móviles de este hecho, pero lo más importante, para que ayuden a detener la violencia de los diferentes actores armados que tienen presencia en esta población.

“Se adelanten todas las acciones necesarias para recuperar la tranquilidad de nuestro municipio, al gobierno nacional solicitarle que ejecuten las debidas intervenciones en nuestro territorio para proteger a las comunidades y detener este fenómeno de violencia en el menor tiempo posible”, agregó José Ricardo Benavides Morán.

Además, en su último Consejo de Ministros televisado, el presidente Gustavo Petro condenó enérgicamente el asesinato de estos tres integrantes de la comunidad Awa, de ahí que el mandatario atribuyó el triple homicidio a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN.

“Han asesinado a varios líderes indígenas Awa en el litoral pacífico de Nariño, frontera con Ecuador. Acaban de asesinar a Luis Aurelio Araujo con sus escoltas indígenas, que también estaban vinculados a la UNP. La muerte de los tres en su carro fue absolutamente bárbara, dantesca, horrorosa. Lo realizó un comando del Ejército de Liberación Nacional, no de Comuneros del Sur, sino del ELN, el mismo del Catatumbo que tiene presencia allí”, explicó el jefe de Estado.

Con este caso se encendieron las alarmas en el país tras el incremento de los ataques contra los líderes sociales en el país, especialmente en los departamentos de Cauca, Valle y Nariño. De hecho, y solo en el pasado fin de semana, fueron ultimados con arma de fuego los representantes comunitarios Édgar Iván Velasco en Caloto y Daniel Mauricio Trujillo en Argelia.

Con este crimen atroz, se eleva a 73 los dirigentes sociales asesinados en Colombia en 2025, como bien lo confirmó en las últimas horas Indepaz, muestra de la crítica situación humanitaria que enfrenta las comunidades campesinas e indígenas del suroccidente del país.

Por eso, la Defensoría del Pueblo había emitido Alertas Tempranas por el alto riesgo que viven los pueblos ancestrales y sus líderes en departamentos como Nariño.

“El pueblo Awá, binacional y ancestral, se encuentra en un riesgo extremo de exterminio físico, cultural y espiritual debido a los continuos desplazamientos forzados, confinamientos, amenazas, reclutamiento de menores y asesinatos sistemáticos. Las actuales medidas de protección han sido insuficientes y carentes de pertinencia cultural”, denunciaron representantes de esa comunidad.