Cali
Incrementaron los comparendos de Policía en Cali durante 2025: ¿hay más infractores o mayor control?
Esto dicen los expertos sobre el tema. La mayoría de las infracciones son por porte de armas blancas, desacato a la autoridad o posesión de sustancias psicoactivas.
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16 de oct de 2025, 11:48 p. m.
Actualizado el 16 de oct de 2025, 11:48 p. m.
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En Cali los comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia han aumentado 14 % entre el 1 de enero y el 12 de octubre de 2025, según datos del Observatorio de Seguridad de la ciudad.
Las cifras demuestran que mientras que en 2024 se impusieron 104.566 comparendos por incumplimiento al Código de Policía, en 2025 se han registrado 121.736. Por ello, desde la Secretaría de Seguridad se indicó a El País que este “es un ejercicio para entender cómo está la convivencia de los ciudadanos en Cali. Además, es un ejercicio de transparencia en la información, porque nosotros tenemos ese tablero abierto al público en la página web 24/7″.
Por su parte el consultor en seguridad y paz, Felipe Fernández, aseguró que un aumento en el número de comparendos no se interpreta necesariamente como un deterioro en el comportamiento ciudadano. “En realidad, este fenómeno suele responder a una combinación de dinámicas institucionales y sociales que actúan de forma simultánea”.

El experto explicó que cuando las autoridades incrementan su capacidad operativa, también se amplía la capacidad de detección y registro de conductas contrarias a la convivencia.
“No necesariamente hay más infractores, sino que hay más ojos institucionales mirando y más herramientas para reportar. Esto es especialmente visible en infracciones de alta exposición, como el porte de armas blancas o de sustancias psicoactivas”, dijo Fernández.
Cabe destacar que estos comportamientos no constituyen delitos, pero “la idea es que cada vez sea un mejor comportamiento. El tablero, que ya lleva más de cuatro meses al aire, permite analizar los diferentes comportamientos contra la convivencia para tomar algunas medidas también focalizadas en los territorios”, se indicó desde la Secretaría de de Seguridad.
Por su parte el experto en seguridad, Héctor Herrera, quien también es exuniformado de la Policía Nacional, aseguró que en algunas ocasiones el aumento en el número de comparendos obedece a que los miembros de la institución deben aportar a las estadísticas, por lo que deben imponer más de estas medidas.
“Lo que vamos a ver es que más adelante se van a aumentar los comparendos, porque están volviéndolos una estadística operativa”, afirmó Herrera, quien señaló que esto no significa que todos los comparendos impuestos sean innecesarios.
Cabe destacar que la mayoría de los comparendos impuestos en la ciudad en lo corrido de 2025 se deben a porte de armas blancas, con 47.439 reportes; desacato o irrespeto a la autoridad, con 32.478 y porte de sustancias psicoactivas, con 25.624.

Una herramienta de detección
Fernández aseguró a El País que cuando las conductas contrarias a la convivencia como portar armas blancas, desacatar a la autoridad o consumir sustancias psicoactivas se vuelven parte de la cotidianidad ya no son excepciones, sino hábitos visibles e incluso, en algunos casos, socialmente tolerados.
“Al mismo tiempo, el fortalecimiento de la presencia institucional y el aumento de los mecanismos de control amplifican la capacidad de detectar y registrar estas conductas, generando un aumento estadístico que no siempre implica un crecimiento real de la infracción, sino de su visibilización”, sostuvo el consultor en seguridad y paz.

De otro lado Héctor Herrera indicó que si bien se debe tener estadísticas que señalen los problemas de convivencia, es necesario que el código de Policía se adapte a los escenarios de la ciudad, para que los comparendos sean impuestos a quienes realmente merecen la medida.
“Muchas veces van para la galería Santa Elena, donde el señor de la piña que debe tener un cuchillo para pelear la piña y le imponen un comparendo, o al que tiene una navaja para cortar los mangos. Entonces, no necesariamente es que vaya una persona armada o que se trate de un maleante que vaya a robar o a asesinar a alguien”.
Comunicadora social de la Universidad Santiago de Cali. He sido reportera en temas étnicos, tengo experiencia como periodista comercial y judicial. Disfruto la moda, las tendencias y soy apasionada por la lectura, el café y las buenas historias.