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Abatido alias ‘Cholinga’: La oscura historia del líder de las disidencias y “cerebro de la muerte” en el Cauca y el Valle
Este cabecilla fue neutralizado por la Fuerza Pública colombiana en medio de combates con este grupo armado.

11 de jun de 2025, 05:50 p. m.
Actualizado el 11 de jun de 2025, 08:45 p. m.
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El departamento del Cauca vivió una jornada extremadamente violenta luego que las disidencias de las Farc ejecutaran una seguidilla de ataques contra la fuerza pública en más de trece municipios, dejando como saldo dos policías muertos y diez personas heridas, entre uniformados y civiles.
Esta jornada de ataques y hostigamientos comenzó en la madrugada de este martes 10 de junio con la activación de vehículos cargados con explosivos en El Bordo, El Patía y Corinto, para después darle paso a los ametrallamientos a las estaciones y subestaciones de Policía de esta zona del país, acciones armadas que se extendieron hasta en las horas de la noche cuando los diferentes comandos disidentes llegaron hasta el área urbana del municipio de Santander de Quilichao para atacar a los uniformados.

Después ya trascendió una de las posibles razones que explicaría el despliegue violento de este grupo armado al margen de la ley contra la región: la muerte en combates de alias David o Cholinga, el líder disidente de las Farc que buscaba tomarse el departamento del Huila luego de asegurar el control del Cauca por parte de las cuatro facciones que ahora tienen presencia en esta región del país y que él mismo ayudó a crear por en 2019 cuando las antiguas Farc se desmovilizaba.
“Este sujeto era muy poderoso, porque además de lo militar, era un coordinador de masas importante de esta guerrilla, porque aprovechando su experiencia en la guerra con las antiguas Farc, aprendió a manejar las economías ilegales que le permitió ir escalando posiciones al interior de la disidencia hasta llegar a ser el comandante del frente Dagoberto Ramos, el cual es por el momento la facción armada más numerosa del suroccidente del país, se estima que son más de 3.500 hombres en armas, apoyados por una amplia red de milicianos”, explicaron funcionarios del área de inteligencia de la Policía.
Por eso, y para vengar la muerte de su líder y fundador, los integrantes de este grupo armado al margen de la ley literalmente hicieron estallar el Cauca al ejecutar más de 25 ataques a la Policía y el Ejército en menos de 24 horas, obligando a las autoridades a tomar drásticas medidas para garantizar la seguridad, incluso en una ciudad como Popayán, donde ya las disidencias tienen una numerosa presencia.
“Cholinga hizo crecer rápidamente a las disidencias de las Farc al punto que ayudó a crear los demás frentes como el Jaime Martínez, Carlos Patiño y Rafael Aguilera en el Cauca; así como estructuras como Adán Izquierdo en el departamento del Valle y otros grupos en Valle y Huila, todo a partir de tráfico de marihuana creepy y otras actividades económicas ilegales, como la extorsión, el secuestro, entre otras”, agregaron los funcionarios de inteligencia.

Por eso tomó el control de todos los municipios del norte y oriente del Cauca para asegurar la producción a escala masiva de esta clase de marihuana, pero también tener el control de las vías de acceso a la zona para blindar el transporte de este alucinógeno hacia el centro del país o hacia el exterior.
“Empezó a usar esas millonarias ganancias del tráfico de esa marihuana especial para crecer militarmente, pero también para construir escuelas, polideportivos, carreteras y casas comunales en la zona de influencia de esta guerrilla, todo con el fin de ganarse el aprecio de las comunidades de Toribío, Jambaló, Corinto, Miranda y otras poblaciones del oriente caucano”, explicaron los policías de inteligencia, quien le seguía los pasos desde la captura de su hija, alias Natalia.
Su llegada fue violenta: alias Barbas fue asesinado por los disidentes que estaban al servicio de alias Gentil Duarte y alias Iván Mordisco, tomando así el control de ese grupo armado que estaba en esta parte del norte del Cauca y que no se sumó al proceso de paz en 2016.

En ese momento alias Cholinga fue nombrado comandante, bautizando su organización con el nombre de Dagoberto Ramos, para continuar lo que aún consideran la lucha campesina y revolucionara de Manuel Marulanda Vélez o Tiro Fijo.
“El señor hizo crecer este grupo, dedicándose al narcotráfico y al trabajo con las comunidades, por eso llegó a controlar todo el norte del Cauca para después ya busca expandirse, por eso era importante capturarlo o neutralizarlo”, acotaron los uniformados que participaron en este operativo.
Una de sus misiones, tras salir del Cauca y llegar al Huila, era crear un corredor de movilidad en la llamada Ruta del Libertador, un tramo estratégico para el narcotráfico, entre La Plata (Huila) y Popayán (Cauca), por donde se mueve la cocaína, marihuana y heroína que se produce en el suroccidente del país.
Para lograrlo, alias Cholinga tenía 260 delincuentes bajo su mando, y que de acuerdo con el grupo de inteligencia, quedaron a la deriva, en medio de los operativos que aún mantienen en la zona donde fue dado de baja este sujeto: la zona rural del municipio de Páez-Belalcázar.
De ahí que las autoridades lo buscaban con tres órdenes de captura por concierto para delinquir, homicidio, terrorismo, tentativa de homicidio y tráfico de armas, además de una Circular Azul de Interpol para rastrear sus movimientos en el exterior, si llegaba a salir del país.
Con la información y datos recolectados tras varios meses investigaciones, un grupo de militares del Comando Conjunto de Operaciones Especiales atacó la posición de alias Cholinga, en un paraje de la vereda Dalias, Páez, formándose un enfrentamiento con los rebeldes que integraban anillo de seguridad.
En medio de ese combate se reportó la muerte de este jefe disidente, la cual después fue confirmada en la noche de este martes 10 de junio por el ministro de Defensa, general retirado Pedro Sánchez en medio de las múltiples acciones violentas que ejecutaron los integrantes de este grupo armado al margen de la ley como retaliación a este golpe militar.

Soy comunicador social de la Universidad Santiago de Cali y periodista radicado en Popayán desde hace más de 15 años, pero con nacionalidad caleña. Además, soy reportero judicial en una de las regiones más hermosas del mundo, el Cauca.