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Las victorias de Raphael: esto fue lo que dijo el divo español a su paso por Cali
El ídolo español regresó a Cali con nuevas letras y la vitalidad de siempre, para celebrar con cinco generaciones distintas.
Por Pilar Hung, especial para El País
Con una nueva propuesta musical, acompañada de sus canciones románticas de toda su vida, Raphael llegó en gira por Colombia y se presentó el pasado sábado, 27 de abril, en el Teatro Municipal de Cali. En esta oportunidad, interpretó canciones escritas por el cantautor español Pablo López.
Próximo a cumplir 81 años, Raphael, como si no le pasaran los años, se mostró en el escenario vital, alegre, seductor y dueño de una voz y carisma, que ratifican porqué sigue siendo el artista favorito de millones de personas en el mundo.
En entrevista con la periodista y directora del Canal CaliTV, Pilar Hung, Raphael habla de su trabajo, de su manera de ser y de cómo le emociona saber que hoy le está cantando, al mismo tiempo, a cinco generaciones diferentes.
Ha venido a presentar su álbum Victoria a Colombia, ¿cómo nace la idea del nombre?
Pues, fíjate que no se trata del nombre de una mujer, aunque lo es también, un nombre muy bonito, pero no fue esa la idea. La idea es la victoria de mi carrera y mi vida, la victoria con mi esposa, con mis hijos, con mis amigos, con el público. Tengo muchas victorias que celebrar, afortunadamente.
¿Esas victorias podrían ser la primera vez en el Madison Square Garden o en el Olimpia de París?
Antes eso era muy importante, eran sitios muy bien cualificados en el mundo, porque había pocos, pero es que ahora hay montones, y para mí ya todos los sitios deben de ser iguales, todos los sitios tienen su rango, su categoría, su público y yo tengo que estar en todas partes por igual.
Otro protagonista de su nuevo trabajo musical es el cantautor español Pablo López, ¿qué vio en él, que le pidió hacer todo un álbum?
A Pablo yo lo había visto en televisión hace 6 años, después de un viaje que hice por toda América y, en esas cosas que uno intuye, pensé, este chico tiene que hacer canciones para mí, por la calidad musical que le vi, por lo diferente que es, por la manera de escribir, nada que ver con los demás.
Muy diferente a Manuel Alejandro...
Manuel Alejandro es otra cosa, es mi vida musical. Pablo es juventud, es la fuerza. Me ha gustado mucho trabajar con él, pero fíjate que lo pensé seis años atrás y cuando lo conocí en persona, le propuse hacer esto y el pobre casi se desmaya, porque él pensaba que yo le iba a pedir una sola canción y le pedí que me hiciera un disco entero. Yo sabía que tenía talento, tanto que ya estamos trabajando en un próximo álbum.
No descansa, Raphael, y ya está anunciado un nuevo trabajo musical, adelántenos algo...
Aún no hay primicia, es un trabajo nuevo, pero puedo adelantar que tendré allí solo un dueto, no puedo adelantar nada más. Es con alguien que ya no está, no es la protagonista del asunto, pero ayuda mucho.
Repite grabación en los estudios Abbey Road de Londres, ya había hecho allí el álbum RESinphonico y ahora Victoria. ¿Son esos estudios tan míticos y mágicos, como lo pensamos?
Abbey Road tiene magia, pero por los personajes que han estado ahí. También hay un estudio en Buenos Aires en el que tuve el honor de grabar un disco entero de tangos, en la cuna de Gardel y de tantos maravillosos intérpretes, y al igual que cuando estuve en Abbey Road estaba muy emocionado, grabé con los mismos músicos que cantaban ellos, personas muy mayores y con el director Juan Carlos Guachi, mi pianista era su hijo, fue muy emocionante para mí y considero que ese álbum de tangos es uno de mis mejores trabajos.
Se lo entregó al papa Francisco, ¿cómo le pareció a él, lo invitó a que le cantara a capella uno de esos tangos?
He tenido la suerte de estar dos veces con su Santidad. Lo conocí porque fue a verme a un recital cuando era obispo de Buenos Aires, con un padre español muy amigo mío que lo llevó a verme al teatro Rex, y después del concierto fueron los dos a visitarme al hotel. Él no era papa. Y cuando ya lo fue, quise llevarle mi disco de tangos porque sé que es un enloquecido por ellos. He ido a verlo dos veces y pienso volver el año que viene. Me ha comentado que le gustó mucho mi disco de tangos. Hace tres meses, mi hijo Manuel fue con su suegro, Pepe Bono (exministro de defensa de España), y le dijo a su Santidad, “este chico es hijo de Raphael” y el papa se puso muy contento, le hizo mucha gracia, le tengo mucho aprecio a su Santidad.
Raphael a Pilar Hung, quien le obsequió 'En agosto nos vemos'.Con Gabriel García Márquez fuimos muy buenos amigos, cuando vivimos en México. Era una persona maravillosa y su mujer también
Volvamos a Victoria y vámonos a las letras, muy diferentes a las que le escribió Manuel Alejandro...
Diferente no, la palabra no es diferente, son estilos. Lo hace a su manera, yo he tenido la suerte de tener grandes compositores, a Manuel Alejandro, a José Luis Perales, que también entró en esa onda de Raphael con canciones fuertísimas, que no pierden su personalidad, pero la adaptan al cantante para quien escriben. Y ahora, Pablo López, ya tengo bastante, ya no quiero más.
En la canción Desde el Principio hay una frase que dice “el tiempo sueña despacio cuando soy yo”, ¿en qué lugar Raphael no es de nadie, solo de sí mismo?
Somos un dueto interminable, en todo momento somos los dos, no dejo de ser uno para convertirme en el otro, no es Jekyll y Hyde (recordando la obra donde representó a los dos personajes).
Otra canción dice “de tanta gente”, ¿cómo ha hecho Natalia, su esposa, para compartirlo con tantos?
Bueno, somos tantos (ríe) pero nos llevamos muy bien. La prueba es que seguimos juntos. Yo soy un artista de tanta gente, de tantas épocas, de tantos años. Aunque no lo parezca, es tanto tiempo y ahí seguimos en la brecha.
A propósito de su canción que dice “lo saben mis zapatos”. ¿Cuántos pares tiene?
Pocos zapatos, deportivos muchos. Botas muchas, pero siempre el mismo modelo y el día que me falte el zapatero que me las hace, no sé qué voy a hacer. Toda la vida he tenido el mismo, tiene más de 90 años y me está haciendo las botas desde que yo tenía 18 años.
¿Quién le compra la ropa?
Siempre he tenido sastre. Ahora la comodidad hace que uno tome el teléfono y pida las cosas. Yo eso no lo hago, los sastres tienen mis patrones de toda la vida.
Pareciera que tuviera la vida solucionada desde hace años...
Lo malo es que puedo caer en repetirme mucho. Pero es que a mí me encanta repetirme, o sea, yo soy el del eterno traje negro en el escenario.