Joven batuta en la Orquesta Filarmónica de Cali dice: “Estoy viviendo un sueño”. ¿Quién es?

El caleño Martín Buitrago Echeverri cumplió 25 años el pasado 4 de mayo y está viviendo un sueño, dice mientras cuenta orgulloso, mentalmente, los 20 conciertos que ajusta como batuta asistente de la Orquesta Filarmónica de Cali, con la guía del maestro Francesco Belli, el director titular.

Buitrago admite que cuando dirige mueve los ojos, la boca, el cuerpo, “soy muy gestual y, a veces, no me doy cuenta” —sonríe—. “Uno se vuelve muy teatral para transmitir a los maestros la emoción que se quiere evocar con un fragmento musical y provocar que contagien al público”.

Esto es algo que advertirán los espectadores al concierto que él dirigirá hoy, a las 7:00 de la noche, en el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, un homenaje por los 80 años de la Universidad del Valle.

Justamente en dicha alma mater inició su carrera de música, en 2017, pero ya desde los 8 años cantaba en la Coral Juvenil Escolanía, donde contaría con la dirección de Guillermo Quiceno. Terminó la universidad en diciembre del 2023 en el énfasis de dirección y empezó a trabajar en la Escuela de Música Desepaz como docente.

Fue a mediados del año pasado que el maestro Francisco Belli le pidió que lo ayudara con la asistencia de la orquesta, y empezó un proceso de aprendizaje. “Él se convirtió en mi maestro”.

Martín aclara que, cuando ingresó a la Universidad del Valle, estudió canto lírico los primeros seis semestres, con la maestra Emperatriz Figueroa, sin embargo, desde el primer semestre manifestó que deseaba componer y estudió el énfasis en composición con el maestro Lucas Jaramillo.

Sin embargo, la dirección también le atrajo. Incluso viajó a varias ciudades del país a hacer talleres de dirección.

“Al final, escuché a mi corazón y entendí que lo que más me gustaba era dirigir, suspendí mis estudios de composición y comencé las clases de dirección en cuarto semestre —tenía 19 años-”, dice.

Un día, a finales del 2023, cuando estudiaba composición, la Orquesta Filarmónica de Cali fue a la Universidad del Valle y la sección de Cuerdas interpretó, entre otras composiciones de los alumnos, una suya para cuerdas. Ya tiene escritas una obra a dos movimientos para piano y barítono solista, y otra para coro a cuatro voces sin acompañamiento.

Por el momento, no hay tiempo para nada más, ni para el amor, está dedicado a vivir este sueño de ser la batuta en la Filarmónica.

“Lo soñaba, pero nunca imaginé que llegase tan pronto. Ha sido un viaje muy intenso, lleno de emociones, de algunos momentos de mucha angustia y estrés por la responsabilidad y por la connotación de ser el encargado de que las cosas salgan bien, y esto se convierte en algo difícil de manejar emocionalmente, pero al final siempre se recompensa con la música, con el ambiente lindo que hay en los conciertos”, sigue.

Cuenta que “ha sido maravilloso trabajar con el maestro Belli y los maestros de la orquesta. Desde el primer ensayo han sido muy receptivos y dispuestos a cultivar mi proceso de aprendizaje, he aprendido mucho de ellos. Me he sentido bienvenido”.

Hoy será su gran noche, en un Teatro Municipal, ojalá colmado de almas sedientas de música y celebración, en el concierto bautizado ‘Recorrido sonoro por la memoria, la identidad y la diversidad’, porque, según el maestro Buitrago, “La Universidad del Valle ha sabido mirar al mundo sin dejar de escuchar nunca sus propias voces”.

Será una velada que abrirá con: La Italiana en Argel, de Gioachino Rossini; la Sinfonía No. 35 Haffner, de Mozart; el segundo movimiento de la Sinfonía No. 4 Italiana, de Félix Mendelssohn, que representan valores universales del pensamiento artístico, los cuales tienen mucho que ver con los ideales universitarios: la curiosidad, el rigor, la apertura y la belleza”.

Seguirá con “una mirada a las músicas sinfónicas de nuestras raíces colombianas”: Serenata en Chocontá y Serenata en Málaga, de Lucas Jaramillo, compositor y docente de la Universidad del Valle. El cierre será el cuarto movimiento de la Sinfonía No. 4 de Beethoven: “Él es una figura de ruptura y renovación, encarna el espíritu universitario, el deseo de ir más allá de lo establecido”.