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Educación

Docentes aún tienen vacíos en el manejo del matoneo, según estudio

Según un estudio realizado por Ceinfes y Be+Foundation, más del 20 % de los docentes no sabe cómo identificar situaciones de ‘bullying’ en las aulas de clase.

17 de septiembre de 2023 Por: Redacción El País
45% de los docentes encuestados cree que el acoso escolar debe ser tratado por psicólogos y orientadores.
45% de los docentes encuestados cree que el acoso escolar debe ser tratado por psicólogos y orientadores. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Por: Sofía Belalcázar Sanclemente, del Semillero de Periodismo UAO - El País

Pese a las constantes campañas para luchar contra el matoneo en las escuelas, erradicar estas manifestaciones contra la sana convivencia aún es un gran desafío en las instituciones educativas, así lo evidencia una investigación realizada este año por Be+Foundation y Ceinfes (Centro de investigación, innovación y desarrollo tecnológico orientado a la investigación académica), que alerta que el 20 % de los docentes de instituciones del país no sabe cómo identificar situaciones de acoso escolar en las aulas de clase.

El estudio revela, además, que el 78 % de los profesores reconoce de manera general manifestaciones de matoneo, ‘bullying’ (como se conoce en inglés) o acoso escolar, pero, a la vez, la necesidad de profundizar y apropiarse de la información sobre esta problemática.

Yoalberht Majé Orozco, director de Be+Foundation, indicó que en este estudio han encontrado que las modalidades más frecuentes de acoso que se ven dentro de las aulas de clase son la violencia verbal y el ciberacoso. Este último tuvo un crecimiento significativo durante la pandemia debido al aumento del uso de redes y demás plataformas. Estas modalidades se manifiestan con apodos o burlas, por lo que los estudiantes afectados terminan siendo aislados socialmente, lo que luego impacta en su desarrollo emocional y personal.

Aunque la investigación determina que el 80 % de los profesores logran reconocer las señales de acoso dentro de las aulas de clase, aún existe un grupo importante de docentes que no logran reconocer las señales o que piensan que su labor únicamente es informar los casos. Majé indicó que es importante visibilizar esta problemática e involucrar a todos los actores sociales para frenar el aumento de casos de acoso que constantemente se dan dentro de las aulas de clase.

El ‘bullying’ o acoso escolar es una forma de violencia que se ha convertido en una problemática social, por ende, involucra a todos los actores sociales y afecta a niños, niñas, jóvenes y adultos. Es una conducta repetitiva e intencional que se puede manifestar por medio de agresión física, verbal, psicológica o virtual (agresión por redes sociales y medios digitales) afectando gravemente a la víctima, pues estas traen repercusiones psicológicas fuertes, incidiendo negativamente en su proceso social.

En una búsqueda por disminuir estos casos, varias entidades locales han intentado encontrar la manera de controlar esta problemática con acompañamiento, campañas, rutas de atención y prevención; sin embargo, no ha sido suficiente. Según un informe de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, Colombia ocupa el noveno lugar en donde más se sufre de ‘bullying’ en el mundo y advierte que 7 de cada 10 niños ha sufrido algún tipo de acoso o ciberacoso en el país.

Las cifras no dejan de ser alarmantes. El Ministerio de Educación Nacional registró 2345 casos de acoso hasta marzo de 2023 y la ministra de esta Cartera, Aurora Vergara, reveló mayo pasado que Colombia es el segundo país entre los latinoamericanos que hacen parte de la OCDE, con mayor exposición al bullying, justo después de República Dominicana, y por encima de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Uruguay.

El acoso escolar es una conducta de persecución física y psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua y con intencionalidad, que causa daño, temor, tristeza, entre otros en la víctima.
El ‘bullying’ o acoso escolar es una forma de violencia que se ha convertido en una problemática social, por ende, involucra a todos los actores sociales y afecta a niños, niñas, jóvenes y adultos. | Foto: iStockphoto

A través de la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), el 32% de los estudiantes colombianos reportó haber sufrido bullying en su colegio, cuando el promedio de la OCDE es del 22 %.

Santiago Guasaquillo Medina, psicólogo clínico con experiencia en primera infancia e inclusión, relató que dentro de las instituciones es bastante común ver este problema desde los grados más pequeños hasta los niveles superiores. Explicó que en esta problemática se involucran tres actores principales: quien agrede, quien recibe la agresión y los espectadores.

Y expresó que dentro de las aulas de clase estas situaciones se agravan, generalmente, porque los docentes normalizan este tipo de conductas y no las ven como faltas graves debido a que entienden por ‘bullying’ únicamente las agresiones físicas.

Indicó que por lo regular, piensan que comportamientos como poner apodos, hacer burlas, o comentarios hirientes, hacen parte del proceso de socialización de los estudiantes y aunque existen muchos docentes que sí logran reconocer estas conductas repetitivas, hay otros que hacen caso omiso.

Al respecto, el psicólogo Guasaquillo recomienda diferenciar entre una conducta ocasional y repetitiva, pues el ‘bullying’ es una situación repetitiva. Además, se debe identificar pequeños factores dentro del aula como comentarios hirientes, burlas, pérdidas de útiles, agresiones físicas imperceptibles hacia un estudiante que, generalmente, es el más introvertido y callado del salón.

Cuando un estudiante o un grupo de estudiantes excluyen a otro por cualquier razón es considerado un tipo de violencia psicológica, ya que “vulnera e impide la participación y socialización de un alumno en su contexto”, afirmó el psicólogo, y estos casos normalmente se presentan en aquellos estudiantes introvertidos generándoles ansiedad, baja autoestima y depresión.

Todas estas son conductas mínimas, pero alarmantes, ya que se generan conscientemente y con una intención y pueden llegar a ser aún más frecuentes y con una intensidad cada vez mayor.

¿Cómo actuar si ya reconoció las señales?

El 80 % de los profesores logran reconocer las señales de acoso dentro de las aulas de clase, sin embargo, aún existe un grupo importante de docentes que no logran reconocer las señales o que piensan que su labor únicamente es informar los casos.
El 80 % de los profesores logran reconocer las señales de acoso dentro de las aulas de clase, sin embargo, aún existe un grupo importante de docentes que no logran reconocer las señales o que piensan que su labor únicamente es informar los casos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Los docentes deben ser parte del desarrollo integral de los estudiantes. Es por esto que al reconocer esta problemática dentro del aula es importante que el docente realice una confrontación con los implicados para entender el comportamiento y la raíz del problema, incentivar el diálogo e implementar dentro de las clases la formación en valores y respeto, generando actividades grupales que permitan la vinculación de todos los estudiantes, potenciando a aquellos más introvertidos y a quienes podrían ser afectados por ‘bullying’, sin dejar atrás el acompañamiento psicológico y desde casa qué analizar qué se debe hacer o brindar a quienes son agresores, pues generalmente son niños o jóvenes que no tienen un control emocional.

Carolina Vanegas Cárdenas, psicóloga de la Universidad Autónoma de Occidente, expresó que es de suma importancia promover un ambiente sano dentro de las instituciones educativas, ya que estos lugares permiten garantizar una vida digna, promover un espacio en donde todos puedan sentirse seguros, “en donde las personas y el entorno garanticen ser un sistema protector frente a las diversas situaciones que puedan presentarse”.

“Es necesario encontrar las redes de apoyo del niño o del adolescente, ya que para este grupo en específico puede ser más complejo comunicar lo ocurrido con un docente y es necesario que los profesores estén enterados y seguir las rutas de atención de la institución para que no haya revictimización”, explicó la psicóloga, quien reiteró la relevancia de promover el respeto al interior de las aulas.

¿Cuál es el papel de los padres?

La crianza amorosa no significa que no haya límites, eso hay que dejarlo claro, porque la gente tiene en su percepción que es dejar al niño hacer lo que quiera. Jugar con los hijos es fundamental en su formación.
Fomentar la seguridad en los niños y como padre ser un modelo a seguir son mecanismos que ayudarán a los menores a actuar desde el respeto, la tolerancia y la amabilidad. | Foto: 123rf / El País

Los padres también cumplen un papel importante en la prevención del acoso. Según la Unicef hay varios pasos que puede ayudar a que el problema no sea grave. El primer paso es asegurarse que los niños tengan conocimiento de qué es el bullying, acoso o matoneo, ya que al tener estos conceptos claros, será más fácil para el niño identificar ciertas situaciones.

Es importante hablar abiertamente sobre el tema, de esta manera, podrá sentirse más cómodo si ha presenciado o es víctima de acoso. También plantea la Unicef que es fundamental enseñar a dar un ejemplo positivo, ya que si se llega a presentar una situación, podrá evitarla o brindar ayuda a sus compañeros.

Fomentar la seguridad en los niños y como padre ser un modelo a seguir son mecanismos que ayudarán a los menores a actuar desde el respeto, la tolerancia y la amabilidad.

“Yo le diría al docente que es necesario humanizarnos más respecto a la realidad de cada uno de los estudiantes que tiene a cargo y ser más empáticos con las múltiples realidades que se pueden encontrar en un aula”, puntualiza Carolina Venegas Cárdenas, psicóloga.

Consecuencias se reflejan en la vida universitaria

Aunque las manifestaciones de acoso escolar suelen darse en los colegios, muchas de estas afectaciones se evidencian en la vida de los jóvenes cuando inician la universidad.

La psicóloga Vanegas afirma que dentro de la Universidad Autónoma de Occidente, UAO, por ejemplo, hay espacios de escucha donde se han evidenciado diversas experiencias de jóvenes que actualmente no sufren de ‘bullying’ o acoso, pero sí en su infancia, lo que afecta sus actuales relaciones interpersonales.

Por ende, suelen tener dificultades con establecer lugares de seguridad y confianza con el otro, los cuales son importantes a la hora de trabajar en equipo; pueden tener una distorsión en la imagen propia; dificultades de aprendizaje, de concentración, atención y desarrollo de trastornos como depresión o ansiedad.

¿Cuáles son las señales de alarma dentro del aula de clase?

Según el portal stopbullying.gov existen numerosas señales que pueden indicar que un niño o niña está siendo acosado. Dentro de las que se encuentran están:

  • Lesiones corporales sin explicación aparente.
  • Pérdida o rotura de elementos personales como ropa, implementos escolares, electrónicos, joyas, etc.
  • Frecuente dolor de cabeza, de estómago, sensación de malestar o simulación de enfermedad.
  • Cambios en sus hábitos alimenticios, llegar con hambre a casa puede indicar que no almorzaron.
  • Calificaciones bajas, falta de interés en sus deberes escolares o negación a asistir a clase.
  • Pérdida significativa de amigos, aislamiento social.
  • Disminución en su autoestima, sentimiento de tristeza, rabia.
  • Cambios en su comportamiento, autolesiones o pensamientos depresivos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que no todos los niños que sufren de ‘bullying’ manifiestan señales de alarma.
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