Conozca el impacto del segundo cultivo más grande en Colombia después del café; genera 230.000 empleos

 El sector de la palma de aceite en Colombia ha demostrado ser un motor económico clave en el país, posicionándose como el segundo cultivo más grande después del café, con alrededor de 610.000 hectáreas sembradas a nivel nacional.

Con una presencia destacada en cuatro zonas del país, la palma de aceite genera un impacto significativo tanto en términos de empleo como en la producción agrícola.

 Los principales cultivos se encuentran en los Llanos Orientales, especialmente en Meta y Casanare, que concentran la mayor parte de la producción. También tiene una importante presencia en el Magdalena Medio, Santander, la Costa Atlántica, que alberga aproximadamente el 20 % de las palmas, y la zona más pequeña está en Tumaco.

Nicolás Pérez, presidente ejecutivo de Fedepalma, señaló que este año la industria ha mostrado un repunte tras los efectos negativos que dejó el fenómeno de El Niño en 2024.

“El año pasado fue un año difícil, especialmente porque este fenómeno climático del primer cuatrimestre afectó mucho la productividad, hubo muchísima radiación solar y un periodo seco, muy severo. Curiosamente El Niño en Tumaco se expresa distinto al resto del país, entonces la zona suroccidental no sufrió el año pasado”, explicó el directivo.

Asimismo, agregó que en contraste a las afectaciones sufridas, este año, la industria ha mostrado un repunte, por lo que se proyecta un crecimiento del 8 % en la producción de aceite, con un objetivo cercano a las 1,8 millones de toneladas.

Un sector inclusivo

Uno de los grandes logros de la industria palmera es su contribución al empleo formal. Actualmente el sector genera alrededor de 233.000 puestos de trabajo, de los cuales el 86 % son formales, una cifra destacada en comparación con otros sectores agropecuarios.

 Además, las mujeres han tenido un papel protagónico, con un 19 % de los empleos ocupados por ellas, lo que refleja, según Pérez, un cambio positivo hacia la inclusión en una industria históricamente dominada por hombres.

“Hay unas nuevas actividades especialmente en los cultivos, que son menos exigentes desde el punto de vista físico, y que le han permitido a muchas mujeres vincularse a la palmicultura como productoras, que son cerca del 30 % de los más de 8000 palmicultores que hay en el país”, afirmó Nicolás Pérez.

Un ejemplo de ello es doña Rosalía Valencia, quien lleva años trabajando en el cultivo de la palma en el municipio de Tumaco, y es miembro de la Asociación Agromira, una entidad que ha agrupado a las familias cultivadoras de palma de aceite.

“Toda la vida he sido cultivadora, yo misma cuido mi cultivo porque de él dependo. En el cultivo de palma hemos encontrado una transformación en nuestra calidad de vida. Con la palma muchas mujeres cabeza de familia hemos podido prepararnos académicamente y por ende a nuestros hijos”, dijo.

Retos y sostenibilidad

Colombia es un jugador clave en el mercado global de aceite de palma, con la mayoría de su producción destinada al consumo nacional (75 %), mientras que el 25 % se exporta, a la Unión Europea, Brasil, México y recientemente Salvador se ha convertido en un mercado muy importante para la aceite de palma colombiana.

 “Un reto importante que tenemos es llegar a Estados Unidos, porque hay un potencial interesante tanto para la producción de biocombustibles de aviación, como para la alimentación animal y el consumo humano, entonces todo esto lo estamos viendo periódicamente para identificar nuevas opciones”, resaltó el Presidente de Fedepalma.

Alex Castillo, responsable del área de proyectos sostenibles de Palmas de Tumaco, afirmó que el cultivo va acompañado de estrategias de responsabilidad social, para ayudar a las comunidades de este territorio a “dar pasitos hacia la generación de un mayor bienestar con diferentes enfoques de trabajo educativo y de cuidado del medio ambiente, instaurando prácticas sostenibles en los cultivos”.

Congreso Nacional

El próximo Congreso Nacional de la Palma de Aceite, que se celebrará entre el 11 y el 13 de junio en Cali, se enfocará en tres grandes temas: sostenibilidad, relevo generacional y el análisis de las nuevas tendencias de consumo.

Bajo el lema ‘Sembrando futuro, construyendo país’, el evento reunirá a expertos para discutir sobre los avances en certificación sostenible, incorporación de nuevas generaciones y las dinámicas de los consumidores, relacionadas con los impactos sociales y ambientales de los productos.