Cultura
“Un diario, una familia”: así recuerda el periodista Eduardo Figueroa su paso por El País
A propósito de la celebración por los 75 años del periódico El País, uno de sus primeros reporteros recuerda los momentos más significativos en el medio. Columna.

Eduardo Figueroa fue parte de las primeras generaciones de periodistas que contribuyeron con sus reportajes, entrevistas y crónicas a dar cuenta de Cali y el Valle del Cauca a sus ciudadanos.
Con motivo del cumpleaños número 75 del periódico que lo vio nacer, lo invitamos a que nos contara los motivos por los cuales el diario El País se convirtió en eso que Figueroa llama “una familia”. Su segunda casa, a la que se entregó durante sus años como profesional.
Miembro de un linaje que, a través de las generaciones, se consagró a las salas de redacción, nos comparte algunos datos íntimos de su familia, y cómo el ejercicio periodístico llegó para quedarse en su casa, de la que no volvió a salir nunca más.

Aquí la columna de opinión:
Aparte de los Lloreda Caicedo, que fundaron el diario El País en 1950 y en la que participaron tres generaciones de esa familia, hay otra familia que también, durante tres generaciones, ayudó, desde el periodismo, a consolidar la historia de este inolvidable periódico. Esa familia es la mía.
Cuando nací, El País llevaba un año de circulación, y ya mi padre, Eduardo Figueroa Coral, desde su Pasto natal, había contactado a Don Álvaro Lloreda, fundador y primer director, para que le diera la oportunidad de ser corresponsal, y así ejercer el oficio que le apasionaba desde el bachillerato.
No solo fue el primer corresponsal, sino distribuidor del periódico para Nariño. Su profesionalismo motivó a los Lloreda a traerlo a Cali como reportero, en la vieja casona de la Carrera 4 con Calle 10.
Mi padre estuvo vinculado a este diario durante 37 años, como corresponsal, reportero, coordinador general y columnista.
Esta pasión me la transmitió a mí, por ser el primogénito. Mi vinculación fue casual, a raíz de los VI Juegos Panamericanos de 1971, cuando contrataron universitarios que practicaran algún deporte para cubrirlo en ese torneo.
Desde ese evento, transcurrieron 14 años. Me volví cronista, reportero gráfico y terminé capacitando a los periodistas que apenas iniciaban. Me especialicé en docencia y en literatura, y tuve el honor de ser el primer periodista de El País en ganar el Premio Simón Bolívar, en 1979.
Ese vínculo familiar se consolidó con mi hija Verónica, comunicadora social, que a mis espaldas gestionó su ingreso e hizo una reportería que le ameritó también un galardón por el buen uso del lenguaje.
Por todo esto, gracias a ti, periódico de mis entrañas. Feliz 75 aniversario.

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