CALI
Top-10: estos son los barrios en donde más dejan basura en Cali
En la ciudad se han identificado 300 puntos de arrojo clandestino. Las zonas más críticas están en el oriente y la ladera.
Hay un mural colorido en la parte trasera del planchón de la galería Santa Elena. Un brillante sol, escenas de un paisaje idílico y un par de rostros infantiles y sonrientes son algunas de las figuras que hacen parte de la obra, que apenas se puede descifrar tras la suciedad y los pegotes de comida descompuesta que caen sobre ella, producto de las decenas de toneladas de basura que llegan a ese sector toda la semana.
Son las 10:30 de la mañana, hora en la que los barrenderos juntan los desperdicios en pequeños montículos para facilitar la tarea de la retroexcavadora, que recoge grandes cantidades de basura para arrojarlas en una volqueta. Casi todos los días son retirados de ese punto 7,1 toneladas de todo tipo de residuos: muebles abandonados, restos de electrodomésticos, comida podrida y escombros partidos.
Todos los días Cali produce 1900 toneladas de residuos, los desechos parecen que se reproducen, en especial en 14 puntos críticos de la capital del Valle. Uno de ellos es Santa Elena, pero esta problemática también agobia a barrios como Ignacio Rengifo, La Floresta, Obrero, Sucre, Charco Azul, La Estrella, El Cortijo, Siloé y el circuito de Potrero Grande, Calimío y Remansos del Jarillón.
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Estos sectores comparten un aspecto en común: el origen del arrojo clandestino de basura. Por lo general, habitantes de calle o carretilleros que reciben el pago de ciudadanos o propietarios de establecimientos para deshacerse de sus desechos del día, en lugar de contactar a las empresas operadoras de aseo. Por eso, muchos van a parar a los separadores viales de la ciudad.
Édgar López, líder de comerciantes de la galería Santa Elena, aseguró que pese a la concentración de residuos orgánicos en algunas vías del sector, la situación ha mejorado si se compara con el panorama que había hace más de 10 años, en especial después de la intervención integral que se implementó a mediados del 2020.
“Antes los operadores de limpieza hacían un solo recorrido, pero ahora hacen presencia permanente, sobre todo en la calle 23, al ser la vía en donde más se generan los residuos del sector comercial, principalmente del informal, en horas de la madrugada y la mañana”, explicó López.
Sin embargo, transitar por la calle 23 da tristeza. En todo el corredor, entre la autopista y más allá de la plaza de mercado, el panorama es desolador.
Otro sector crítico visitado por El País es la Laguna El Pondaje, en el oriente de Cali. El flanco sur es el más afectado y, por ende, el más intervenido, con alrededor de 10,6 toneladas retiradas diariamente.
Para que el área no se sobrecargue, se deben hacer dos jornadas de limpieza por día, toda la semana.
No es raro ver cómo algunos habitantes de calle toman una siesta en los muebles descompuestos que abandonan los caleños, una imagen que también se observa en el separador de la calle 44 entre carreras 5 norte y 9 norte, en el barrio Popular. En cierta franja, la Alcaldía y la comunidad tuvieron que cultivar una especie de macetas para exhortar a que no se arroje basura de manera clandestina.
Para el concejal Harvey Mosquera “es preocupante la cantidad de zonas clandestinas donde se arrojan basuras. A principio de este año se alcanzaban los 300 puntos en la ciudad. Es necesario que la Administración concentre sus acciones en liberar estas zonas y reforzar las acciones con la Secretaría de Seguridad y la Policía para hacer vigilancia”.
Además, agregó: “Si bien se han dedicado esfuerzos que contemplan el aumento de rutas recolectoras y la ampliación de cobertura, es claro que seguimos viendo grandes residuos en espacios como la Avenida Ciudad de Cali. Esta situación necesita de acciones preventivas que se enfoquen
en la cultura ciudadana y en la socialización de los servicios que ofrece la Administración, como el depósito de escombros o desechos de gran tamaño”.
“En Cali no se aprovechan los residuos sólidos en los niveles deseados. Tan solo un 6.11 % de estos, que son potencialmente recuperables, son llevados otra vez a procesos productivos”. Así lo reconoce Marco Aurelio Vera, director de la Unidad Administrativa de Servicios Públicos, Uaesp.
El funcionario señaló que para mejorar ese nivel de reciclaje se tienen tres estrategias a mediano plazo. Primero, la construcción de cuatro plantas de tratamiento con un capacidad de 14 toneladas, que están en proceso; la operación de 47 plantas de compostaje, que para este año buscan llegar a 84 plantas y 90 para el siguiente, y la construcción de estaciones de aprovechamiento, con un proyecto aprobado para levantar la primera en Cali, en el barrio Sucre.
“También se está apoyando la consolidación de rutas selectivas con inclusión de recicladores de oficio, que son recorridos con frecuencia y horarios que son socializadas con los habitantes de los diferentes barrios de Cali, en aras de que estos le entreguen los residuos sólidos aprovechables a la organización de recicladores, lo que garantiza un adecuado manejo de los residuos. En la actualidad, se tienen implementadas 59 rutas selectivas; este año se tiene el objetivo de implementar 22 más y, al finalizar la Administración, la meta es llegar a 100”, explicó Vera.
En este sentido, “con todas estas acciones se espera que, a largo plazo, la tasa de aprovechamiento de residuos sólidos de Cali llegue al 20 % (que es la tasa de Bogotá en la actualidad), y así progresivamente llegar a hacer realidad el sueño de que ningún material aprovechable sea llevado a los rellenos sanitarios para disposición final”.
Aunque en diciembre del año pasado se adoptó el nuevo Plan de Gestión de Residuos Sólidos de Cali, todavía no se ha implementado del todo, en especial en lo que refiere a las obras del Parque Tecnológico de Residuos Sólidos, o sea una planta de aprovechamiento para recoger los residuos de construcción y, con ellos, producir ecomateriales y ecoagregados.
Hoy el proyecto se encuentra en la fase 3 de estudios por parte de Planeación, con el fin de iniciar contrataciones este año e iniciar obras en el 2023, en un lote que está ubicado en el corregimiento de Navarro.
Reciclar el plástico: solución imprescindible
El plástico, y sobre el plástico de un solo uso, es un tema de conversación ineludible siempre que se habla de cómo aprovechar al máximo los residuos que generan los caleños: de las 280 toneladas diarias que se consumen en la ciudad de ese material, apenas el 5 % es reciclado y el 41 % es de un solo uso (como icopor, cubiertos o bolsas).
Para afrontar esto, la Alcaldía presentó en diciembre del 2020 un proyecto de acuerdo que buscaba incentivar que las empresas productoras y consumidoras dejaran de usar esos elementos. Sin embargo, la propuesta solo fue aprobada hasta el primer debate y desde entonces espera tramitarse en el segundo.
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“En el Concejo nos pidieron que adelantáramos una serie de diálogos con algunos empresarios del plástico, a los que les hemos explicado que nuestra intención no es prohibir. Queremos también que los establecimientos -como restaurantes o supermercados- se certifiquen en un programa con nosotros y se comprometan a no comercializar más plástico de un solo uso. Este material no es aprovechable y acaba en el relleno sanitario o las áreas públicas”, aseguró Roy Alejandro Barreras, director de Planeación Municipal.
Por el momento, se tiene planeado un foro académico para abordar ese mismo tema para el mes de julio, y luego retomar el trámite del proyecto de acuerdo para el segundo debate. En esa oportunidad, el documento deberá contemplar la nueva ley que sí prohíbe la producción y el consumo de plásticos de un solo uso en Colombia, en un proceso que durará ocho años.