GOBIERNO NACIONAL
Las alertas rojas que lanzan analistas por pérdida de gobernabilidad del presidente Petro
Analistas advierten que la pérdida de gobernabilidad del Presidente, por la falta de apoyo en el Legislativo, podría incentivar que plantee escenarios poco democráticos.
“Nosotros no tenemos la mayoría en el Congreso y ahí viene la primera dificultad: construir una coalición mayoritaria, en donde nuestra fuerza es importante, pero necesita de otras que ya no son tan avanzadas, tan progresistas, que han estado más ligadas al pasado institucional y a las mismas reformas que yo pretendo hacer”.
Esta ‘confesión’ del presidente Gustavo Petro a una emisora demuestra que los partidos políticos que habían sido la gasolina para la ‘aplanadora’ con la que él pretendía arrasar en el Legislativo, ahora son la mayor piedra en el zapato para su gobernabilidad.
Lo corroboró el último choque con los partidos Liberal, Conservador y la U, cuando el director de los ‘azules’, el senador Efraín Cepeda, informó que la ministra Carolina Corcho rechazó el 73% de las propuestas que habían presentado esas colectividades para que fueran incluidas en el proyecto de la reforma a la salud.
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Por ello, el analista político John Mario González señala que “ese debilitamiento de las mayorías en el Congreso demuestra la pérdida, a pasos agigantados, de la gobernabilidad de Petro, lo que se traduce en la imposibilidad del Gobierno para avanzar en su agenda, el aumento del pesimismo en los colombianos y la desconfianza en la inversión económica”.
Agrega que “este es el peor arranque de un gobierno en la historia contemporánea de Colombia. Ni siquiera en el de Ernesto Samper, que quebró al país, y en el de Andrés Pastrana, que tuvo que lidiar con la quiebra, y de quienes se llegó a especular que no terminarían sus administraciones”.
A su vez, el consultor político Miguel Jaramillo Luhan menciona que “muchos otros partidos empezarán a rebelarse contra el Jefe de Estado y eso, de manera asimétrica con su aprobación y popularidad, lo obligarán a tomar decisiones quizá muy radicales, frente a las que confiamos que no se vea afectada la democracia ni la institucionalidad”.
También pronostica que “la ruptura de la coalición de Gobierno se abrirá camino en otros partidos que hoy parecen apostarle a lo que tradicionalmente ha ocurrido con administraciones recientes, que se resistieron a entregar burocracia, dependencias y beneficios que trae el poder político del Ejecutivo a nivel nacional”.
Además, una fuente que pidió no ser identificada menciona que, ante el posible escenario de que las reformas no prosperen, Gustavo Petro podría “generar una situación crítica extrema para decir que, en el mayor interés de la Patria, la República y el pueblo, se instaure un estado excepcional en el que él tomaría decisiones por decreto, como imponer los proyectos, pero también podría dar lugar a otros escenarios poco democráticos”.
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En ese sentido, el analista político Jorge Luis Yarce observa que el Mandatario puede “incentivar su política tuitera llamando a la población a manifestarse en contra de las decisiones del Congreso en pro de los proyectos que él ha defendido por encima del consenso político y generar una situación de inestabilidad que pueda propender por otros escenarios”.
De hecho, no sería la primera vez que Petro se juega esa ficha, ya que el pasado 14 de febrero, luego de que convocara a los colombianos a manifestarse a favor de sus reformas sociales, ‘amenazó’ al Congreso desde el balcón de la Casa de Nariño si no eran aprobados sus proyectos.
“Cumplimos con una responsabilidad inicial, que es hacer las reformas y presentarlas a la discusión pública, al Congreso. Pero debo advertir que, si por alguna circunstancia, las iniciativas se entrabaran en Colombia, lo único que están haciendo es construir, no los caminos de un pacto social, no los caminos de la Paz”, aseguró entonces.
Ese discurso alertó a varios sectores y puso sobre la mesa la posibilidad de que el Jefe de Estado estuviera buscando alternativas para saltarse el Legislativo y aprobar todas sus reformas sin pasar por este.
Al respecto, Miguel Jaramillo analiza que “el Presidente no ha contado con el liderazgo político ni la legitimidad suficiente para avanzar. Así como tampoco ha tenido el margen de maniobra adecuado que le permita sostener un modelo de gobierno distinto en medio de tantos asuntos que enturbian su imagen, como el comportamiento de su familia y el personal, que llega a los diferentes ministerios y dependencias”.
“En noviembre de 2022, a tres meses de ese ‘desayuno’ que fue el inicio de esta Administración, le di seis meses a la ruptura de la coalición de Gobierno. Esas estructuras suelen funcionar tradicionalmente desde Bogotá y hacia la periferia del país con base en la forma en la que los partidos, equipos políticos e incluso familias ocupan el poder en las dependencias del Gobierno de manera tradicional”, añade.
¿Tiene salidas?
El director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, señala que “el Ejecutivo va a estar supeditado a cumplir los acuerdos que haga, que es lo que no está pasando con la reforma a la salud. Esto va a implicar que tenga que introducir cambios en el gabinete y personas claves que puedan dialogar mejor con el Congreso, con los sectores de la coalición y hasta con la oposición”.
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De su lado, Yarce advierte que deberá darse un debate, pero los números están muy en líneas rojas para el Gobierno, lo que significaría que debe hacer un mayor esfuerzo para lograr los votos. Puede que las reformas prosperen, pero no van a hacerlo con efecto aplanadora, como el Mandatario las quiere, sino que avanzarán con un diálogo nacional representativo a través de los delegados del pueblo ante el Senado y la Cámara de Representantes”.
Y el analista González añade que “el Gobierno podría verse frente a un escenario inédito de total bloqueo congresional, lo cual puede ser riesgoso para la estabilidad del país. Se haría un gran favor el Presidente si cambia cuatro o cinco ministros radicales y adopta una agenda sensata y moderada. Así garantiza su propia supervivencia y la del país. Pero como lo está haciendo, es jugar innecesariamente con fuego”.
Y continúa: “Otros perdedores por la falta de confianza en el presidente Gustavo Petro son los sectores populares que lo acompañaron y que creían que el hoy Presidente tenía fórmulas para disminuir la pobreza y aumentar el bienestar, pero se han encontrado con la improvisación del Gobernante y de su gabinete”.