Así son los micronegocios que mueven la economía de Cali

Están en todas partes, en las viviendas, en las calles, en un vehículo, en un kiosko, en cualquier sitio puede existir un micronegocio, una forma en que los caleños se ganan el sustento diario.

Según el Dane, los micronegocios son una unidad económica con máximo 9 personas ocupadas que desarrolla una actividad productiva de bienes o servicios. Su importancia radica en que, pese a que en muchas ocasiones son labores informales, hacen un gran aporte al valor agregado nacional. Se estima que la Economía No Observada (conformada por unidades informales, subterráneas, ilegales) aporta el 24 % de la producción nacional.

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En la capital del Valle del Cauca el 84,9% de los micronegocios se encuentran en los sectores de comercio y servicios; el 56,2 % fueron creados por hombres y el 77 % ocupa a una sola persona.

Asimismo, y de acuerdo con la encuesta del Dane del 2019, el 33,7 % de los micronegocios en Cali surgió como una oportunidad y el 23,6 % por necesidad. Otro 18 % de caleños lo inició para incrementar sus ingresos.

Además, el 33,4% emprendió su proyecto en su vivienda y un 10,4 % ejecuta la actividad en un carro.

Por ejemplo, el negocio de William Márquez es una tienda de barrio que prácticamente heredó de su familia y que está ubicada en su vivienda.
La tienda genera solo su empleo y aunque lleva más de siete años con ella, no ha crecido, pero como dice él, “siempre le ha permitido vivir cómodamente”.

Otro caso es el de Fabián Palacio, un abogado que buscaba ingresos extras y por eso puso en el barrio Calipso un punto de Efecty y Servientrega. “Empecé en el 2017 y el primer año tuve que subsidiar el negocio, pero luego mejoró. Hoy en día genero un puesto de trabajo y aunque no he cumplido del todo las metas como quisiera, he reinvertido y eso me da satisfacción”, dijo.

El profesor Rodrigo Varela, director del Centro de Desarrollo Empresarial del Icesi, destacó que los micronegocios tienen importancia porque son parte del ingreso familiar de muchas personas y se vuelven también los empleos de estas. “El peso en la economía se da no por la contribución individual sino por el volumen de negocios y el valor agregado que generan”.

La desventaja, explicó el académico es que la posibilidad de que los micronegocios crezcan es baja, porque son iniciativas que tienen un mercado cerrado, una cobertura pequeña, “o muchas veces el empresario o empresaria tampoco tiene la visión para pensar en un crecimiento significativo”, dijo.

En otros casos algunos micronegocios no funcionan como le pasó a Mélida Agudelo. “Empecé una tienda de productos para mascotas porque me gusta eso, soy zootecnista y tomé un préstamo para montar la tienda”, cuenta.

La abrió en el barrio La Floresta de Cali, pero no funcionó. “El mercado es bastante difícil y tal vez fue un error no hacer un estudio o analizado más la zona en la que se ubicó”, comentó.

En Cali y Yumbo, según datos de la Cámara de Comercio, el 90,3 % de las empresas y unidades productivas nuevas y renovadas en 2019 fueron microempresas (91.518).