Cómo Hacer
Qué hacer en caso de quedar atrapado en un ascensor y evitar una tragedia
Controlar las emociones es fundamental a la hora de quedar atrapado en un ascensor.
Quedar atrapado en un ascensor es una experiencia angustiante que puede generar ansiedad y miedo. Sin embargo, saber cómo reaccionar puede marcar la diferencia entre un momento incómodo y una situación peligrosa. Existen algunos consejos clave para manejar esta situación con calma y efectividad.
Lo primero que se debe hacer al darse cuenta de que el ascensor se detuvo es mantener la calma. El pánico puede dificultar la toma de decisiones acertadas. Respirar profundamente y recordar que la mayoría de los ascensores están diseñados con múltiples sistemas de seguridad que minimizan el riesgo de accidentes.
Una vez que se ha recuperado la compostura, es importante utilizar el botón de emergencia. Cada ascensor cuenta con un botón que permite comunicarse con el personal de mantenimiento o con servicios de emergencia. Al presionarlo, se debe esperar a recibir una respuesta y seguir las instrucciones que proporcionen.
Si no hay respuesta inmediata, es recomendable usar el teléfono de emergencia, si está disponible. Estos teléfonos suelen estar conectados directamente a un servicio de atención que puede enviar ayuda. Si no hay teléfono, hacer ruido, como golpear las paredes o gritar, puede llamar la atención de personas en los pisos adyacentes.
Es fundamental evitar intentar abrir las puertas del ascensor por cuenta propia, ya que esto puede provocar lesiones graves. Además, no se debe saltar ni moverse de manera brusca, ya que los movimientos podrían desestabilizar el ascensor.
Para quienes están acompañados, mantener la comunicación y el ánimo puede ser vital. Hablar sobre un tema ligero o compartir anécdotas puede ayudar a reducir la tensión. Si hay personas mayores o niños, asegurarse de que se sientan cómodos y seguros es crucial.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.