Restaurante se hundió en el río Manacacías, Meta, mientras atendía a sus clientes; este es el balance oficial

En la tarde del domingo, en presencia de cientos de turistas que disfrutaban de la oferta gastronómica de esta región del Meta, con ocasión del Festival Internacional de la Cachama, una de las embarcaciones que funcionaba como restaurante empezó a hundirse.

El Festival es un evento que se realizó del 20 al 22 de junio que congregó lo más representativo de la cultura llanera y se rinde un homenaje a las tradiciones de esta región del país, permitiéndoles a los visitantes asistir a muestras de joropo, reinado de belleza y toda una serie de actividades centradas en la cachama, el pez insignia de la región.

Este era el evento en el que se encontraban las personas, cuando fueron sorprendidas por el accidente.

Llamada Panabu Restaurante Bar, estaba asentada sobre el río Manacacías. Cuando la estructura empezó a ceder ante la presión del agua, los propietarios y los comensales que se encontraban en ese momento tuvieron que abandonar el lugar.

En medio de la angustia, los propietarios intentaron también recuperar algunos elementos del restaurante para ponerlos a salvo en tierra firme, una acción en la que fueron acompañados por varias de las personas que estaban cerca del sector.

En videos que circulan en redes sociales, se nota la zozobra entre los que intentaban salvar sus vidas y los que se esforzaban por no dejar perder el patrimonio fruto de toda una vida de trabajo, mientras la embarcación se hunde sin remedio en las aguas de este río.

Separada de la orilla por menos de diez metros, las personas veían con impotencia el intento de los comensales por ponerse a salvo, a la vez que notaban cómo poco a poco la estructura, pocos minutos antes en perfectas condiciones, desaparecía ante sus ojos en las aguas turbias del río Manacacías, perdiéndose para siempre.

Según el Cuerpo Oficial de Bomberos de Puerta Gaitán, Meta, solo se registraron daños materiales.

Este tipo de construcciones son comunes en asentamientos turísticos cercanos a lagos y ríos, y su estructura busca ofrecer a los comensales una experiencia más íntima con las maravillas naturales que existen en muchas regiones de Colombia.

Sin embargo, cabe hacer un llamado a redoblar los esfuerzos por mantener este tipo de edificaciones en óptimas condiciones, y a construirlas con materiales resistentes, pues los embates constantes de la corriente de ríos como el Manacacías pueden debilitarla progresivamente hasta un punto de no retorno, como el que se vivió.