Patrullera implicada en caso de agresión en Bogotá rompe el silencio y denuncia presunta extorsión

El pasado 15 de octubre del 2024, un video grabado en el humedal Juan Amarillo, en la localidad de Suba, en Bogotá, se volvió viral en redes sociales.

Pues en el contenido, se observa cómo una patrullera de la Policía Nacional golpea con un bolillo a un joven que la estaba grabando durante un procedimiento.

Dicha acción generó indignación en gran parte del país y abrió paso a una sanción disciplinaria por parte de la Procuraduría General de la Nación.

La uniformada del caso fue identificada como Erika Judith Pérez Romero, la cual, desde entonces, ha estado en el centro de la polémica.

Hasta hace pocas horas, su versión de los hechos seguía siendo un misterio para la opinión pública; sin embargo, sus recientes declaraciones han sacado a la luz detalles graves del caso.

Pronunciamiento de Pérez

En entrevista con el medio City TV, la patrullera rompió el silencio y explicó que aquel día fue llamada, junto a otros uniformados, para atender un caso de hurto con arma blanca en esa misma zona.

Según su versión, al llegar al lugar, se encontró con el joven, identificado como Juan Sebastián, quien comenzó a grabarla en medio del procedimiento.

“Fácilmente, podía grabar el procedimiento, pero este se estaba metiendo con mi imagen”, explicó Pérez y dijo que el golpe que propinó fue accidental.

“Si observa el video se nota que él voltea y, sin querer lesionarlo, lo golpeo en la cara”, declaró la patrullera.

Lo más delicado de su pronunciamiento fue la denuncia que hizo pública, pues Pérez afirmó que, tras la difusión del video, comenzó a recibir mensajes del joven en los que, presuntamente, le exigía dinero a cambio de no divulgar más imágenes del hecho.

“Me decía que eso no se iba a quedar así, entonces le suministré los datos y le indiqué en dónde podía instalarme una denuncia”, afirmó la patrullera.

Además, presentó capturas de pantalla de conversaciones en las que, aparentemente, el joven le solicita el dinero.

“Te faltan 700 y con respeto”, se puede leer en la conversación que difundió la mujer.

Ante esta situación, Pérez indicó que, luego de cuatro meses de insistencia y amenazas, decidió acudir formalmente a las autoridades.

“En su momento fui escuchada por el director de la Policía y gracias a él me aceptaron la denuncia por extorsión”, reveló.

Durante la entrevista, Pérez insistió en su inocencia frente a las acusaciones de lesiones personales. Además, argumentó que su historial en la institución es transparente y que, como muchos uniformados, ha enfrentado agresiones mientras cumple con sus funciones.

Finalmente, Pérez permanece suspendida de sus funciones mientras avanzan tanto el proceso disciplinario en su contra como la investigación por la denuncia de extorsión que presentó.