PRIMERA DAMA
Opinión: amor y juego por las nuevas generaciones
Colombia prepara homenajes para celebrar el Día de la Niñez en cada rincón del país.
Mañana 24 de abril conmemoraremos el Día de la Niñez en una gran simultánea nacional en la que en cada rincón del país haremos un homenaje a quienes todos los días nos dan motivos para sonreír y, en medio de la pandemia, nos han dado un ejemplo notable con su capacidad de adaptación, su nobleza y su valentía: los niños y niñas de Colombia.
De forma repentina el Covid-19 sobrepasó fronteras y expuso la vulnerabilidad de nuestra humanidad. En medio de incertidumbre y fragilidades, la cotidianidad en nuestros hogares se alteró, los horarios se desdibujaron, empezamos a hacer frente a los retos del confinamiento, pero tuvimos la oportunidad de reencontramos como miembros de una familia.
En ese contexto volvimos a valorar el estar presentes, el expresar afecto sin reserva. Hemos puesto a prueba nuestra capacidad de multiplicar funciones y ejecutarlas de manera eficiente. Hemos visto fortalecida nuestra creatividad para entretenernos en los tiempos de ocio, mientras la paciencia, el respeto y la tolerancia se hicieron indispensables para la convivencia.
Ver a los más pequeños asumir los desafíos del aislamiento ha hecho que varios nos preguntemos si hay algo que podamos renovar en lo que tradicionalmente hemos asumido como el proceso de crianza, reflexionando sobre pautas y patrones frente a la responsabilidad ineludible que supone orientar, guiar y proteger a un ser humano en su proceso de crecimiento y desarrollo integral.
Entendiendo ese compromiso, decidimos movilizar en el país, con total convicción de su impacto positivo, la estrategia de Crianza Amorosa+Juego que lidera la Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia, con el apoyo de la Corporación Juego y Niñez y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y con aliados estratégicos como los gestores sociales en los territorios, la academia y las autoridades locales.
Con esta estrategia buscamos acompañar a familias, cuidadores y agentes educativos, aportando herramientas que motiven relaciones respetuosas y de afecto, teniendo el juego como un factor que propicie aprendizajes para la vida, facilite el surgimiento de entornos seguros y protectores, el equilibrio de los deberes y los derechos y la confianza, apostándole con claridad a una efectiva disminución de las distintas formas de violencia que, lamentablemente, aún persisten hacia nuestros niños, niñas y adolescentes.
Y es que criar no es un acto menor; si atendemos a su definición, el término crianza proviene del latín creare y significa instruir, educar, orientar, entonces es un proceso, una oportunidad única de aportar bienestar, de guiar de manera consciente y responsable el futuro de un ser humano. Cuando la crianza se realiza con amor, permite reconocer la particularidad de cada niño y formarlo bajo la integridad de una familia y de la sociedad.
Y si la crianza amorosa se enriquece con el juego, se potencian sus virtudes, porque el juego es el lenguaje universal de los niños y nos permite conectarnos fácilmente con ellos, para transmitirles enseñanzas que edifican su carácter. Jugar nos permite transferir valores para afianzar la seguridad, el respeto, la confianza y los límites, con un mensaje de firmeza, en equilibrio con la alegría y la amabilidad.
El Día de la Niñez nos permite reconocer la grandeza de la inocencia, la natural habilidad de aprender, lo infinito de los sueños, la capacidad para la creatividad, el instinto de amor y protección que reside en cada niño y que ha albergado cada adulto. ¡Un homenaje a la niñez reitera el compromiso que tenemos a diario con las nuevas generaciones!
* Primera Dama de la Nación