Colombia
La lucha de un patrullero tras ser herido con una papa bomba: “Dijeron que tenía muerte cerebral”
Jhon Freddy Rodríguez, uniformado de la Undmo, quedó en estado vegetativo tras ser impactado por una papa bomba en 2023. Su familia clama por ayuda para su recuperación.

29 de jun de 2025, 02:06 p. m.
Actualizado el 29 de jun de 2025, 02:06 p. m.
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Desde hace más de un año, la vida del patrullero Jhon Freddy Rodríguez Sandoval transcurre entre cuatro paredes, postrado en una cama, sin poder hablar ni moverse por sí solo.
Su historia comenzó el 8 de junio de 2023, cuando, en medio de los disturbios registrados en las inmediaciones de la Universidad Nacional, en Bogotá, una papa bomba lo impactó violentamente en el hombro izquierdo.
La explosión del artefacto, que lo hizo caer de inmediato al suelo fue lanzada durante un enfrentamiento entre encapuchados y la Policía, lo que le provocó graves daños neurológicos.
“Me habían dicho que mi hijo tenía muerte cerebral, la cual por fe y por la convicción que tenemos no lo creímos, y bueno, ahí está mi hijo, no ha tenido muerte cerebral, y si la tuvo, hubo un milagro porque cambió ese diagnóstico”, relató su padre, Freddy Rodríguez Peña, en entrevista con Noticias Caracol.

Jhon Freddy, de 33 años, hacía parte de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, Undmo. Su familia, oriunda de Ciénaga, Magdalena, se trasladó a Bogotá para poder acompañarlo.
Según su padre, la noticia del ataque le llegó alrededor de las 12:45 p.m., pero solo en la noche del mismo día, al ingresar al hospital, supo con claridad la magnitud de lo ocurrido.
“La ciencia dice una cosa, pero Dios dice otra. Ellos (los médicos) afirman que tenía un año o dos años para poder recuperarse. Mi hijo ha ido avanzando en el proceso, pero se necesita mucho”, contó Rodríguez Peña.
En la actualidad, Jhon Freddy se encuentra en el sur de Bogotá, bajo el cuidado exclusivo de su familia. Salió del Hospital Central de la Policía hace varias semanas, pero las condiciones en las que vive no son las más adecuadas para su estado.
La casa donde permanece está en un segundo piso, lo que dificulta su movilidad, y aún no le han asignado la silla neurológica que necesita.
“Mi hijo permanece prácticamente acostado porque no se le ha asignado la silla neurológica. Lo hemos sentado en el hospital, pero aquí no tenemos una silla adecuada para mantenerlo”, explicó Freddy Rodríguez, quien sueña con poder llevarlo algún día al parque o a un centro comercial para que tenga contacto con el mundo exterior.
El drama no solo es físico y emocional, también económico. La familia asegura que durante su estadía en el hospital tuvieron que pelear por una mejor alimentación y por el acceso a terapias adecuadas.
“Las atenciones no fueron las que Jhon Freddy se merece”, dijo el padre. Además, enfrentaron obstáculos para acceder a los recursos consignados en la cuenta bancaria del patrullero, lo que agravó aún más su situación financiera.

A pesar de todo, los padres de Jhon Freddy no bajan la guardia. En su habitación cuelgan mensajes escritos por compañeros y amigos: “Gracias infinitas por protegernos”, “Esta es una batalla, no el final de la guerra”, “Héroe de la patria”.
Su padre lo recuerda como un joven con vocación de servicio.
“Mi hijo es un valiente, una persona humilde, cada vez que me llaman compañeros, me dicen: ‘Uy, tu hijo es único, excelente compañero, amigo’. Recochero, amable, valiente, esforzado, tiene muchísimas cualidades y no es porque sea mi hijo, sino porque realmente las tiene”.
Los padres aseguran que su hijo se comunica: tose cuando está incómodo, reacciona con sonidos y abre los ojos ante ciertos estímulos.
“Hemos hecho todo lo posible, y lo seguiremos haciendo”, concluye el padre.
Periodista web en elpais.com.co, comunicador social y periodista, con énfasis en reportería para distintas fuentes de información.