El paradero de Sara Sofía, la niña desaparecida hace tres años, sigue siendo un misterio; su tía Xiomara habla del caso

Unas cuantas fotos de Sara Sofia y un retrato grande ubicado en la sala de su casa es lo único que le queda a Xiomara Galván de su sobrina, quien desapareció desde hace tres años, en en extrañas circunstancias.

El hecho, que ocurrió el 15 de enero de 2021 en Bogotá, ha marcado la vida de Xiomara, quien aún no perdona a su hermana Carolina por lo sucedido.

Su amor de tía la han llevado a continuar exigiendo respuestas de qué fue lo que realmente ocurrió con la pequeña.

Carolina, originaria de Puerto Berrío (Antioquia), habría llegado a Bogotá en el 2018, quedando embrazada tiempo después sin saber quién era el padre de la bebé.

Por la inestabilidad emocional que ella tenía, Xiomara se hizo cargo de su sobrina desde finales del 2020. Pero todo cambió cuando Carolina fue a visitar a su hija en la casa en Kennedy, en el sur de Bogotá, y nunca la devolvió.

Xiomara reconoce que es muy probable que la niña esté muerta, pero guarda la posibilidad de encontrarla con vida.

“Yo a veces siento que la versión que Carolina y Nilson dan es cierta, que la niña de pronto sí está muerta, pero no pierdo la esperanza. Siempre publicamos videos y fotos en las redes sociales para que en caso de que esté viva, algún día nos busque y sepa quién es su familia”, le dijo Xiomara a Revista SEMANA.

En el mes de febrero de 2021, semanas después de no saber sobre Sara Sofía, su tía denunció su desaparición, dando a conocer que la pequeña se encontraba bajo el cuidado de su madre, Carolina Galván, y de su pareja en ese momento, Nilson Díaz.

Desde ese momento se empezaron a escuchar varias versiones que daban cuenta que la menor habría sido vendida y otra mucho más cruel que indicaba que la pequeña de tan solo dos años había sido lanzada muerta al caño del río Tunjuelito, en el suroccidente de Bogotá.

Carolina y Nilson ya habían sido captuados y dejado libres en dos oportunidades por errores en el proceso. Finalmente en el mes de agosto de 2021, la pareja fue señalada de ser los responsables de la desaparición forzosa de Sara Sofía. Es así como Carolina sigue recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá y Nilson está recluido en Ibagué.

En espera de un juicio

Las audiencias de los capturados han estado marcadas por inconvenientes técnicos. Sin embargo se espera que el 11 de diciembre, un año después de que la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá fijara las pruebas documentales y testimoniales, que por fin se dé inicio formal al juicio en contra de los dos sindicados.

En el escrito de acusación, la Fiscalía dice que la hipótesis más fuerte es que la niña está muerta: “El cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero sentimental de Carolina”.

Cabe mencionar que en febrero de 2021, Carolina aseguró que la pequeña estaba muerta, ya que supuestamente le había dado de comer y tres horas después, la habría encontrado tiesa, fría, sin vida, con su carita morada y acostada en la cama.

Según había relatado en ese momento, había acompañado de Nilson hasta el río para arrojarla al agua envuelta en una cobija azul, en un costal, el 28 de enero.

Pero Nilson dio otra versión. Desde La Picota aseguró que “Sarita no está viva. No la busquen en otro lugar que no sea el caño Tunjuelito, porque allá fue donde la dejé yo mismo”.

Luego, en otra declaración, indicó que Carolina golpeaba a la niña porque esta almacenaba la comida en su boca, pero no se la pasaba, lo que disgustaba a su mamá. Al parecer y según el implicado, habrían sido tantos los golpes que le ocasionó, que sus labios empezaron a ponerse morados y poco a poco su corazón dejó de latir.

Luego Carolina cambió su versión y dijo que luego de tres días, desde el 27 de enero, en los que no despertó, tomó la decisión solo de llevar y tirar a la niña en el río.

En su momento, también se habló de la posibilidad de que Sara Sofía fuera vendida por 2 millones de pesos, aunque esto no ha sido corroborado.

No la perdona

Xiomara reveló además que su hermana le envió una carta en la que le pidió perdón por lo ocurrido con la pequeña.

“Ella ha intentado buscarme varias veces, incluso a principios de este año me envió una carta donde me pedía perdón por haberse llevado a la niña cuando ella sabía que la niña estaba bien conmigo, también me pide perdón por no haberme buscado y dejarse llevar por Nilson. Ella dice que a la niña sí tuvo que haberle pasado algo, pero que ella no sabe qué fue lo que pasó, porque afirma que era Nilson quien pasaba más tiempo con Sara Sofía e incluso en las conversaciones que ha tenido Carolina con la suegra de ella, le ha dicho que lo único que quiere es salir y buscar a su hija”, contó. A pesar de ello, Xiomara se niega a perdonar a Carolina.