Deslizamiento de tierra en Bello, Antioquia, deja al menos ocho muertos y varias personas desaparecidas

Al menos ocho personas murieron, hay diez desaparecidas y cinco resultaron heridas este martes 24 de junio por un deslizamiento de tierra en el municipio de Bello, Antioquia, cerca de Medellín, informó la alcaldesa Lorena González Ospina.

El derrumbe afectó a “más de diez viviendas”, dijo la mandataria de ese municipio en el noroeste del país. También ha realizado una advertencia de que no se puedan descartar más viviendas afectadas en las últimas horas, dado que las lluvias continúan. Una madrugada de terror estremeció a sus habitantes con este alud de tierra que arrasó con todo a su paso.

Esta emergencia ocurrió hacia las 3:25 de la mañana, en medio de un gran aguacero que no dio tregua durante toda la noche y madrugada, además se mantiene en vilo a la comunidad de la vereda Granizal y el barrio Santo Domingo.

Desde muy temprano se ha instalado un Puesto de Mando Unificado, coordinado por un equipo técnico del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres DAGRD, “y se evalúa zona de afectación por deslizamiento y avenida torrencial. Se realiza sobrevuelo en parte alta de zona. Entidades Alcaldía de Medellín activadas para atención integral a afectados”, manifestaron las autoridades.

Las escenas que han vivido sus habitantes son desoladoras: motos y carros arrastrados por el lodo, calles convertidas en ríos de barro, viviendas sepultadas y familias buscando entre los escombros a sus seres queridos.

“Veíamos lodazales, motos arrastradas por la quebrada, taxis que se fueron contra los buses, fue un solo dolor de la gente corriendo, gritando, llorando”, relató Luis Alberto Ospina, uno de los residentes afectados por la ola invernal.

Desde la noche anterior, la lluvia no cesa. Y con cada minuto que pasa, crece el riesgo de nuevos deslizamientos en esta zona del Valle de Aburrá. La quebrada amenaza con desbordarse nuevamente y varias personas ya han sido evacuadas por los organismos de socorro por prevención.

Otras familias, sin embargo, permanecen atrapadas y son el centro de las labores de rescate que no se han detenido desde que inició la tragedia esta madrugada.

Las condiciones climáticas son difíciles. El acceso al sitio está bloqueado por el lodo, y la maquinaria amarilla aún no ha podido llegar a esta zona. Sin embargo, vecinos, socorristas y autoridades trabajan hombro a hombro en la búsqueda de los desaparecidos.

“Estamos con lazos, palas, todo el mundo ayudando a pasar de un lado a otro”, afirma Ospina, quien no abandona su barrio y sigue colaborando con las labores de búsqueda.

Por ahora, lo único seguro es que esta comunidad enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia, y es la solidaridad y el esfuerzo de la comunidad la que avanza en esta situación.

En medio del caos, una cuerda improvisada entre dos extremos del barrio se ha convertido en el único puente que permite cruzar con algo de seguridad, poco a poco, los habitantes han ido rescatando algunas de las pertenencias que han perdido tras el alud.