COLOMBIA
Caso Viva Air: las piezas detrás del rompecabezas de la integración con Avianca
Según el documento reservado de la SIC, las aerolíneas usaron una red de empresas y cruces de derechos para hacer la integración.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) adelanta desde diciembre de 2022 una investigación contra Avianca y Viva. El proceso busca descubrir si las aerolíneas, que actualmente están esperando la aprobación de la Aeronáutica Civil para su integración, ya están de hecho unidas desde abril del año pasado.
Los argumentos de la SIC, expuestos en un documento reservado que conoció LR, apuntan hacia una compleja operación que involucró empresas en las Islas Caimán, Reino Unido y las Islas de Man. ¿Cuáles son las principales empresas involucradas?
La primera pieza es Investment Vehicle 1 Limited (IV1L). Se trata de un vehículo de inversión constituido bajo las leyes de Islas Caimán y que está domiciliada en Reino Unido. Esta sociedad tiene 100% de las acciones de Avianca International Group Limited (Agil), el cual, a su vez, es dueño de 99,98% de las acciones de la aerolínea Avianca.
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El 29 de abril de 2022 se dio inicio a la gran jugada que hoy, 10 meses después, tiene al mercado aéreo en crisis: IV1L compró 100% de las acciones de Viva Latinoamérica. Esta sociedad -registrada en Panamá- era hasta entonces la dueña de las aerolíneas Viva Air (Colombia) y Viva Perú. No obstante, un día antes Viva Latinoamérica había separado los derechos políticos de la aerolínea Viva Air y los había trasladado a una empresa desconocida llamada Castlesouth Limited.
De esta manera, al menos en teoría, los dueños de Avianca quedaron en control de los derechos económicos, mientras que las decisiones de cómo dirigir la compañía quedaron en manos de Castlesouth.
No obstante, la SIC afirma que hay razones para creer que la separación fue solo aparente. El principal actor es Declan Ryan, hijo del fundador de la aerolínea irlandesa Ryanair y el principal inversionista y director de Viva Air hasta la adquisición. Justamente un día antes de que IV1L comprara la empresa, lo que para la SIC fue una integración, Ryan dejó su cargo. Pero no más de 24 horas después, hecha la operación, saltó a la Junta Directiva de IV1L, dueña de Avianca.
También existen dudas sobre Castlesouth. La compañía constituida el 15 de diciembre de 2021 bajo las leyes del Reino Unido por tres socios, titulares de dos acciones, cada uno. Según el registro de socios y libro de acciones, cada especie cuesta US$1,20, por lo que el capital social de Castlesouth ascendería solo a US$7,20.
No obstante, la SIC concluyó que dos de las personas a la cabeza de la empresa estarían vinculadas al grupo empresarial al que pertenece Avianca, y una tercera estaría vinculada a los anteriores controlantes de Viva Air. Los casos son similares: ejecutivos que ocupan cargos en varias empresas del entramado y que han ejercido vetos sobre las decisiones de Castlesouth.
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A juicio de los investigadores, la situación sería coherente con la hipótesis de que Castlesouth, en realidad, “es solo una ficción legal que cumple el propósito de servir de pantalla a las personas naturales que se encargan de adoptar las decisiones (...) y ejercer los derechos políticos de Viva”.
Al respecto, el documento concluye que los derechos políticos y de voto sobre la aerolínea de bajo costo no fueron entregados a una persona verdaderamente independiente de Avianca y su empresa matriz. De hecho, ellas mismas promovieron la creación de Castlesouth. “En realidad actúan en beneficio del grupo empresarial al que pertenece Avianca como resultado de la materialización de la integración (entre ambas aerolíneas)”, dice la SIC.