Los puntos exactos donde los conductores pierden la vida en la peligrosa recta Cali – Palmira

Por Santiago Cruz Hoyos - Editor de Crónicas y Reportajes

Las dos cruces están enterradas junto a un árbol de la recta entre Cali y Palmira. Solo una está marcada. Dice en letras negras Wilmer Andrés Cabrera Naranjo, y una fecha que hace pensar en lo efímera que es la vida: 1993 – 2022.

Al árbol aún le falta un trozo de su corteza, como si aún no se sanara del siniestro. En su tronco terminó el vehículo donde viajaban Wilmer, un patrullero de la Policía de 29 años, y Kevin Fernando Valencia Urbano. Ambos murieron cuando perdieron el control del Kia que en el que iban por la recta (se presume a muy alta velocidad) se volcaran y los detuviera el árbol. El estruendo fue tan fuerte, que se escuchó en el carril contrario, en la Pizzería Salerno. Era marzo de 2022.

La recta entre Cali y Palmira es considerada una de las carreteras más peligrosas de Colombia. Solo en los últimos dos años ocurrieron 111 siniestros, seis cada mes en promedio, en los que perdieron la vida 24 conductores, algo así como dos equipos de fútbol completos, y 147 más terminaron heridos, según las estadísticas de la Policía de Carreteras.

El siniestro más reciente ocurrió el domingo pasado, cuando un conductor se quedó dormido en esa vía sin curvas al punto que arrulla, y atropelló a diez ciclistas aficionados, entre ellos Daniel Panesso, que aún se encuentra “golpeado y raspado”.

— El accidente sucedió llegando a Cali, a 500 metros del puente. Solo recuerdo que se escuchó un golpe muy fuerte. Como usuario de la recta recomiendo que se mantenga limpia la berma. Uno de los motivos por los cuales un ciclista se sale de la berma es porque está llena de vidrios, o cuando un cañero sale, deja tierra y piedras. ¿Por qué no usamos la ciclovía? Porque el ciclismo se practica a cierta velocidad que no se puede practicar en una cicloruta, vamos rápido. En la ciclovía de la recta, además, solo cabe una bicicleta, no un pelotón – dice Daniel.

El sargento Luis Alfredo Jordán Paredes es el Coordinador de Emergencias de Bomberos Cali. Cuando conduce, ni siquiera prende el radio. Tras 30 años de servicio, asegura haber atendido decenas de accidentes en la recta Cali – Palmira causados por distracciones: ver videos mientras se maneja, chatear, revisar Facebook.

– Es una carretera en donde ha muerto mucha gente. Incluso un compañero nuestro, instructor de la Academia de Rescate Vehicular: Carlos Alberto León.

Carlos falleció un domingo, cuando se dirigía desde Palmira al cuartel central en Cali a recibir turno. Era paramédico. Era muy joven, uno que ayudaba en donde lo necesitaran. En 2020, viajó a San Andrés y Providencia para socorrer a las víctimas del huracán Iota. También cuidó y alimentó a los animales damnificados.

Los microsueños que sufren los conductores en esta recta de 18 kilómetros están entre las principales causas de los siniestros, dice un documento de la Policía de Carreteras. Es una vía que, al no tener curvas, contar con carriles amplios y rápidos, ‘relaja’ al conductor, hace que disminuya su percepción del riesgo.

– Se ha evidenciado que existe una correlación entre carriles anchos y el aumento de la velocidad vehicular. A su vez, estudios han demostrado que, en contextos de velocidades altas, los carriles anchos no solo no brindan mayor seguridad vial, si no que presentan mayores colisiones que los carriles ajustados – explica Carolina Álvarez, Coordinadora de Infraestructura en Colombia de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial.

Por la recta también transitan personas que madrugan al aeropuerto, o hacia su trabajo en Cali o Palmira, así que no son pocos los que van de afán y sin dormir lo suficiente. Hay un dicho recurrente entre los que van tarde: “en la recta recupero tiempo”, acelerando, por supuesto.

– Por mi experiencia atendiendo emergencias en bomberos puedo afirmar que lo que ocurre en la recta es que no se cumplen las normas de tránsito. No sabemos manejar. Los carros lentos, que deberían ir a la derecha, se ubican en cualquier carril; los ciclistas usan la berma, y no la ciclovía; los vehículos no siempre están en óptimas condiciones, como la presión adecuada de las llantas; los motociclistas transitan por donde quieren. Y la velocidad en la recta, siendo una vía rápida, se sobrepasa de los limites estipulados – dice el sargento Luis Alfredo Jordán.

En un control ubicado unos metros adelante del peaje de Estambul, un agente de carreteras asiente. Los policías cuentan con aparatos que miden la velocidad, y el límite de los radares es de 200 kilómetros por hora. Sin embargo, han detectado motos y carros que sobrepasan ese rango. El agente advierte además que la recta entre Cali – Palmira es donde más comparendos se hacen tanto por exceso de velocidad, como por conducir en estado de embriaguez.

La Policía de Carreteras hizo un análisis de los puntos exactos de la recta donde más ocurren los siniestros.

– Georreferenciamos puntos críticos como lo son el kilómetro 14 del sentido norte- sur, donde por la monotonía de la vía y el no descanso de los conductores se generan micro sueños, y el kilómetro 2 en ambos sentidos a consecuencia del exceso de velocidad, convirtiéndose estas dos como las principales causas de siniestros. En el kilómetro 12 también se registran casos, así como en el sector de El Bolo – dice el Teniente Coronel Johan Manuel Borda Pasaje, jefe de la Seccional Tránsito y Transporte del Valle.

Los motociclistas son responsables de una buena parte de los siniestros en la recta. Para evitar hacer un retorno lejano, cruzan donde no deben. Mientras hacíamos las fotos para este reportaje, un motociclista por poco atropella al equipo periodístico que se encontraba en un puente peatonal, usados por los motociclistas para pasar de un carril a otro. Los vehículos estacionados o varados en la berma sin luces estacionarias encendidas o sin conos de seguridad también causan siniestros con frecuencia, así como adelantar vehículos por le derecha.

Los árboles que separan los carriles en la recta y que la hacen una de las carreteras más bellas de Colombia, son otro riesgo para los conductores; no existe una infraestructura que evite que los carros choquen con estos troncos grandes, sembrados hace décadas por Rosa Cadavid de Arboleda, fundadora del Club de Jardinería de Cali.

– Cerca del 13% de los siniestros viales que ocurren a nivel nacional, y el 12 % de las muertes por esta causa, se presentan en las zonas laterales de las vías. Ocurren en diferentes modalidades: choques con objeto fijo (árboles, postes), volcamientos, caídas de los vehículos a precipicios o caídas de ocupante. Estos siniestros se pueden prevenir, o sus efectos se pueden mitigar, mediante la gestión de los riesgos. No se recomiendan árboles robustos sobre vías de alta velocidad. Los árboles que superan los 10 centímetros de diámetro en su tronco cuando están en edad madura son considerados objetos contundentes, así como los postes. Además, los árboles frondosos y con ramas bajas limitan la visibilidad – explica Carolina Álvarez, Coordinadora de Infraestructura en Colombia de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial.

Esta entidad le entregó la Agencia Nacional de Seguridad Vial un diagnóstico para priorizar acciones de seguridad en ‘corredores críticos’ del país, entre los que se encuentra la recta entre Cali — Palmira.

Según el estudio de la Iniciativa Bloomberg, los cinco departamentos con mayor número de muertes por siniestros viales entre 2015 y 2019 fueron Antioquia (4.446), Valle del Cauca (4.396), Bogotá (2.554), Cundinamarca (2.295) y Santander (1.586).

El Valle presenta la tasa de muertes por cada 100.000 habitantes más alta - 19,8 en promedio, muy superior a la tasa de Antioquia (14 muertos por cada 100.000 habitantes), lo que lo convierte en un departamento que debe ser priorizado.

“Las mayores concentraciones de víctimas se presentan en las vías Cali-Palmira, Cali-Yumbo, Cali-Jamundí, así como en las vías Palmira-Buga y Buga-Andalucía. Además, en el corredor Buga-Loboguerrero, se presenta un tramo crítico en el sector Buga-Yocoto”, dice la investigación de Bloomberg, en la que se hacen varias recomendaciones para disminuir estos siniestros, entre ellas implementar diseños que limiten las velocidades a niveles apropiados, seguros, y un mayor control por parte de las autoridades.

“Lo más recomendable es ser preventivos y no tanto reactivos, pues es la mejor forma de salvar vidas en la vía. Por lo que corregir aspectos del diseño vial y acondicionar el corredor para las velocidades más adecuadas y seguras según su funcionalidad y entorno, es la mejor estrategia posible para prevenir eventos viales de gravedad futuros”.

La recta Cali – Palmira, por cierto, es una carretera que en 2024 aún espera ser iluminada. En las noches se debe encender las luces altas, lo que puede afectar la visibilidad de los conductores del sentido contrario.