CALI
¿Una decisión transparente? Siguen las dudas tras la entrega del alumbrado público a Caligen
La concejala, Diana Rojas, insiste en que revivir la empresa Caligen no es una decisión transparente.
La decisión del Gobierno caleño de utilizar una empresa que creó Emcali, en 1997, para que ahora maneje el alumbrado público de la ciudad sigue generando dudas entre algunos sectores.
Una de las personas que más reparos ha hecho a esa determinación, por considerar que no se tomaron decisiones de cara a la ciudad, es la concejal Diana Rojas, quien dice que ella no hace oposición por oposición sino que la Administración local no ha sido transparente.
En entrevista con El País, habló de este tema y de su percepción de la ciudad.
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¿Por qué tanto cuestionamiento a Caligen, empresa que manejaría el alumbrado público de Cali?
Hay que recordar que en diciembre del 2021 se hundió el proyecto que pretendía crear la empresa Cali Inteligente para operar el alumbrado y el Alcalde decide rebuscar archivos de la Administración para sacar como sea esa idea, y en esa tarea aparece Caligen.
El 8 de abril, Jorge Iván registra en la Cámara de Comercio un acta como socio de Caligen, con el fin de transformar la empresa de limitada a S.A.S., porque esta figura le permite realizar más actividades comerciales con menos responsabilidades. También se aumenta el capital de $ 1 millón a $ 5000 millones, cambia el objeto social; tenía uno y ahora tiene seis, pues Caligen se creó, en su momento, para el sector eléctrico.
Ahora con esta empresa podrá amarrar contratos, manejarlos a dedo y pensionar anticipadamente a más de uno. Creo que, adicionalmente, Caligen no tiene experiencia en el tema de alumbrado, y seguramente van a subcontratar y lo que harán será saltar la Ley 80 y entregar sin concurso contratos públicos a privados.
El alumbrado siempre ha estado en manos de un tercero, antes Megaproyectos y ahora Cali Ilumina, ¿por qué no lo puede hacer Caligen, empresa que es propiedad de Emcali?
Emcali no lo manejará, eso nos hacen creer. Se venció el contrato para el alumbrado público y se hizo un otrosí por unos meses. Ahora lo que quieren es entregar a 15 años o 20 años este negocio, y seguramente ya tienen claro quién será el socio estratégico. Ese es justamente el debate. Hoy no crean Caligen para que Emcali maneje el alumbrado, por el contrario, es una empresa que no tiene experiencia y van a subcontratar con lo que hoy denominan socio estratégico y lo entregarán a dedo. Eso es justo lo que está detrás.
El gerente de Emcali dice que eso no será a dedo, que será un convocatoria pública para buscar ese aliado, ¿por qué la desconfianza en la Administración?
Esta Administración ha demostrado, reiteradamente que lo único que ha hecho es saltarse cualquier proceso de transparencia. Solamente para recordar: en Emcali se encontró un contratista que presentó garantías bancarias falsas para ganar un negocio y se promovió el convenio marco que pretendía poner a Emcali a hacer reparación de vías -llamado plan Bicentenario- que denunciamos y lo pararon. Otra cosa, esta Administración contrató el alumbrado móvil navideño, que terminó siendo un despilfarro de recursos y que investigó la Contraloría.
Hay un tema adicional: cuando el gerente de Emcali se refiere a un proceso público solo habla del socio, pero que no se nos olvide que Caligen podrá contratar a dedo todos los negocios que la Alcaldía les quiera entregar como el alumbrado público, que actualmente cuesta $ 142.000 millones. El afán no es cambiar el modelo como funciona hoy, seguirá siendo igual, pero quieren buscar la forma jurídica para amarrar esa contratación. Ese es el entramado.
Entonces, ¿qué le convendría más a la ciudad?
Hoy lo que debería hacer la Administración es entregarnos, como lo han hecho otras administraciones, un proceso jurídico y real de cómo sería la forma en que Emcali pudiera manejar el alumbrado o, en su defecto, un modelo económico abierto en el que exista transparencia y no lo que está pasando en este momento.
En diciembre se le dijo a la ciudadanía que se iba a encontrar un modelo para el alumbrado público y que volvería a pasar por el Concejo. Ahora lo que hacen es no pasar por el debate público y lo manejan por debajo de la mesa.
Algunos piensan que se está haciendo oposición por oposición...
No creo en la oposición por oposición, creo que cada concejal es responsable de su trabajo. Desde esta curul hemos alzado la mano en las cosas que creemos que está haciendo bien la Administración, pero también hemos alzado la mano en las que creemos que no se están haciendo bien.
Creo que por encima de una administración de turno está la ciudad y lo que pasa es que este gobierno se ha caracterizado por una serie de propuestas que desbordan la capacidad financiera de la ciudad. Los debates que hemos dados, tristemente, nos han dado la razón: la Feria Virtual, en la que la Contraloría detectó detrimento; el crédito por $650.000 millones, un año y medio después nos encontramos con que algunos de los proyectos, en los que dijeron que invertiría, ahora no hacen parte de la ejecución de esos recursos.
¿Qué control político se ha hecho al aval que dio el Concejo para que la Alcaldía consiguiera ese préstamo de $650.000 millones, recursos para reactivar la economía luego de pandemia?
El Concejo tiene, en este tiempo que falta, la responsabilidad de dar los debates actuales que necesita la Administración y eso es un llamado a quienes dentro de la Corporación son los encargados de la planificación de los debates. Aquí dar un debate de un tema en específico no es responsabilidad de un concejal en particular; nosotros pasamos las proposiciones y propuestas de debate, pero es la mesa directiva y la Presidencia, los encargados. Hay una responsabilidad del Concejo de dar a tiempo los debates que necesita la ciudad.
Hacienda anunció que presentará un proyecto para que Cali emita títulos de deuda por $ 300.000 millones, es decir recursos de crédito, ¿qué piensa?
A veces siento que uno no se termina de sorprender con esta Administración. No entiendo cómo le responderá a la ciudadanía y como argumentará que necesita esa plata, cuando no ha sido capaz de contarnos en qué se está gastando el crédito de los $ 650.000 millones. Acá hay una irresponsabilidad grande: está ese crédito, la ciudad había reperfilado su deuda y no se ha pagado ni la mitad de esos recursos, y ahora piensan en pignorar ingresos del municipio para obtener $ 300 mil millones. No puede pasar que las finanzas públicas y la ciudad quede en cuidados intensivos.