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Exclusivo: se adueñaron de una vivienda detrás del Club Colombia con solo pintar la fachada y levantar el piso

La casa era el hogar de las hermanas Prado. Al morir la última de ellas, en 2022, apareció Jans Aramburo Urbano asegurando que tenía la posesión desde el 2013 y le vendió ese título a un tercero. Ahora piden $120 millones para su devolución. Cuarta entrega.

El ahora supuesto nuevo propietario, Dairon Andrés Serna Soto,  notificó a través de su abogado Tomás Peña, quien tiene otros procesos similares, que para devolver la casa le tienen que pagar $120 millones que invirtió en arreglos.
El ahora supuesto nuevo propietario, Dairon Andrés Serna Soto, notificó a través de su abogado Tomás Peña, quien tiene otros procesos similares, que para devolver la casa le tienen que pagar $120 millones que invirtió en arreglos. | Foto: Foto especial para El País

Unidad Investigativa

30 de abr de 2025, 01:51 a. m.

Actualizado el 30 de abr de 2025, 01:51 a. m.

Durante más de 60 años la vivienda ubicada en la Calle 17 Norte # 4n-11 del barrio Versalles, justo detrás del Club Colombia, fue la casa materna de las hermanas Prado Salcedo.

Nora, Mariella y Nelly fueron las modistas del barrio en esa Cali de los años 70, 80 y 90; pero el tiempo avanzaba y las enfermedades fueron afectando la salud y los ingresos económicos de las tres mujeres, quienes nunca se casaron ni tuvieron hijos.

La última en fallecer, el 17 de septiembre del 2022, fue Nelly, a sus 85 años de edad, quien había sido ingresada en un hospital geriátrico cerca a su casa, en el mismo barrio Versalles, por lo que la vivienda permanecía sola durante días. Solo cada cierto tiempo llegaban algunos de sus sobrinos para estar pendientes del cuidado.

Antes de morir, Nelly Teresa Prado le había dado un poder a su sobrino, Mauricio Núñez Prado, para que realizara a su nombre cualquier trámite que tuviera que ver con la vivienda, pero en el 2023 debió salir por cerca de un año del país.

A su regreso, a finales del 2023, encontró que habían roto las chapas y dentro de la vivienda se encontraba gente rompiendo el piso y realizando obras de construcción.

“Les pregunté quiénes eran ellos y quién les había dado autorización para dañar la casa y hacer lo que estaban haciendo y me dijeron que habían sido contratados para hacer las obras; entonces llamaron a la persona y lo que me dijeron fue que dejara el teléfono que el dueño se comunicaba conmigo”, explicó Mauricio Núñez Prado, sobrino de las propietarias fallecidas.

Además de la supuesta compraventa firmada en la Notaría 8 de Cali,  los supuestos poseedores aseguran que tuvieron una bodega mediante contrato, pero los vecinos de la casa consultados aseguraron que no ha existido bodega ahí nunca.
Además de la supuesta compraventa firmada en la Notaría 8 de Cali, los supuestos poseedores aseguran que tuvieron una bodega mediante contrato, pero los vecinos de la casa consultados aseguraron que no ha existido bodega ahí nunca. | Foto: Foto especial para El País

Agregó que: “Yo iba constantemente a ver lo que estaban haciendo y los grababa y les tomaba fotos; les decía que lo que estaban era invadiendo y que esas obras no estaban autorizadas, hasta que me dieron un teléfono y llamé a un señor Adolfo; le pregunté quién era y me dijo que trabajaba en remates y que esa casa se la dieron a él para venderla. Entonces me cité con él como en febrero del 2024 y el día antes de la cita me llamó y me pasó a su abogado Tomás Peña Perafán y me dijo que cuando nos citaran ellos mostraban sus papeles y que yo mostrara los míos”.

Empezó entonces el tormento y la desazón de ver que ninguna autoridad en Cali acompaña a quienes son víctimas de la invasión de sus propiedades mediante la figura de la posesión, la cual casi siempre se hace utilizando papeles falsos.

Lo primero que presentó fue una querella en la Inspección 2 de Policía pero en ese momento se encontraban en el cambio de gobierno de Jorge Iván Ospina a Alejandro Eder y la respuesta que recibió fue que no habían funcionarios para atender su queja.

Mientras tanto las obras aceleraban a toda marcha en la casa de las hermanas Prado, incluso sin los permisos ni la licencia de un curador. Ninguno de los trámites de la familia Prado surtió efecto, pero sí el Juez Séptimo Civil del Circuito de Cali les aceptó a los presuntos poseedores una demanda para despojar a los Prado de su propiedad.

Información sin sustento

El País conoció la demanda que ya había sido rechazada por un tribunal a comienzos del 2023, pero que el Juez Séptimo avaló con argumentos falsos, según los documentos consultados por este diario.

Documentos de la funeraria revelan que el levantamiento  de los cuerpos de las  mujeres, en el 2017 y 2022, se hizo en la casa del barrio Versalles.
Documentos de la funeraria revelan que el levantamiento de los cuerpos de las mujeres, en el 2017 y 2022, se hizo en la casa del barrio Versalles. | Foto: Foto especial para El País

Lo primero es que aseguran en la demanda que el supuesto poseedor era Jans Aramburo Urbano, quien tendría la vivienda desde el año 2013.

Sin embargo, los documentos de la funeraria obtenidos por El País certifican que realizaron el levantamiento del cuerpo de Nora Prado el 29 de marzo del 2017 en su casa de Versalles y el mismo documento para el caso de Mariella Prado dice que el levantamiento del cadáver se realizó en su casa el 19 de enero del 2022, por lo que es imposible que alguien tuviera el poder de la casa antes de esas fechas.

Indica también la demanda de Tomás Peña Perafán, abogado de Dairon Andrés Serna Soto, que su cliente adquirió la vivienda mediante una promesa de compraventa realizada con Jans Aramburo el 15 de junio de 2023, luego de hacer mejoras al inmueble, instalar servicios públicos de energía y pagar el impuesto predial.

No obstante, un recibo predial reciente muestra que solo se canceló el predial del 2023 para hacer la supuesta promesa de compraventa de la cada de las hermanas Prado y que a la fecha se adeudan más de $95 millones.

Pese a que asegura la demanda que Jans Aramburo realizó las reparaciones y las adecuaciones de la casa desde que tomó posesión de ella, se contradice en el mismo documento al asegurar que al comprar Dairon Andrés Serna la posesión de la casa, que tiene una extensión de 330 m2, debió intervenirla de inmediato porque “el bien se encontraba semi-destruido”.

Entre los testigos que presentaron los supuestos poseedores se encuentra el señor José Adolfo Restrepo Arango, quien es vendedor de remates y registra en la base de datos de la Rama Judicial al menos un proceso similar en el Juzgado Tercero de Pequeñas Causas de Siloe, en el que curiosamente fue su abogado el mismo Tomás Peña Perafán, quien representa al supuesto poseedor en este caso.

Unidad Investigativa: Robo de predios en Cali.l Foto José L Guzmán. EL País
Unidad Investigativa: Robo de predios en Cali.l Foto José L Guzmán. EL País | Foto: José Luis Guzmán. El País

El País buscó en su oficina en el Edificio Ulpiano Lloreda, en la Plaza de Caicedo de Cali, a Jans Aramburo Urbano, pero no permitieron el acceso al piso 5 sin su autorización. No obstante, se le entregaron los datos del periodista que lo estaba buscando y se comunicó media hora después desde un número desconocido y al saber que el tema era la casa de las hermanas Prado Salcedo colgó el teléfono y no volvió a llamar.

La millonaria conciliación

Aunque los herederos de las hermanas Prado nunca pidieron que hicieran obras en la vivienda, el abogado Tomás Peña Perafán, como ha sido el modus operandi de quienes invaden bienes inmuebles en Cali, envió una propuesta de conciliación para devolver la casa.

De acuerdo con el documento anexo en este informe, los familiares de las mujeres fallecidas deberían pagar el valor de las mejoras realizadas supuestamente por su cliente, Dairon Andrés Serna Soto, y exigen por esas mejoras un pago de $120 millones.

Según el documento, arreglaron el techo, levantaron el suelo dos veces para tubería de agua residual y tubería de agua potable, contrataron volquetas para botar el escombro, pintaron la fachada y compraron, entre otros, una reja para el acceso al local.

Esta es la pancarta que permanece colgada en el inmueble, aunque recogida, en el que los poseedores citan a quienes crean que tiene derecho sobre la casa.
Foto suministrada por la familia Prado / El País
Esta es la pancarta que permanece colgada en el inmueble, aunque recogida, en el que los poseedores citan a quienes crean que tiene derecho sobre la casa. Foto suministrada por la familia Prado / El País | Foto: Foto especial para El País

Lo curioso es que la casa nunca tuvo local y entre las primeras obras que realizaron fue romper el ventanal y poner una cortina de hierro para hacer un local comercial que se encuentra rentando en este momento y donde funciona un restaurante.

“En esa contrademanda dicen ellos que quieren que nosotros nos hagamos cargo de las reformas que hicieron, cuando tengo videos del momento en el que estaban desbaratando la casa y cuando les dije que ellos no podían construir aquí porque no tenían autorización y ellos aún así siguieron”, explicó Mauricio Núñez. “Ahora reconocen que la casa no es de ellos, pero exigen que responda por unas mejoras que yendo al extremo no costaron más de $20 o $25 millones”.

De acuerdo con el certificado de tradición, la casa sigue a nombre de las hermanas Prado, pero sus herederos no pueden arrimarse a ella.

unidadinvestigativa@elpais.com.co

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